NARRADOR
Renzo llevó a Devora a su departamento y en el camino no encontraba palabras para consolarla, ella solo tenía la mirada fija en la ventana y trataba de aguantarse las lágrimas que querían salir.
-. Llegamos – anunció Renzo al ver que Devora no reaccionaba
-. Gracias – dijo apenas audible e intento bajarse a pesar del dolor que sentía
-. Podría acompañarte un momento – Devora sintió un pequeño brinco en su corazón
-. Si deseas – se coloca un costado para que el pasar, Devora prendió la luz de la sala y se dejó caer en el sofá estaba contenta; pero no podía dejar de pensar en que necesitaba poder comunicarse con su amiga
-. Ella estará bien – Renzo se sentó a su lado – solo dejemos que el tiempo la ayude a recordar todo
-. Prefiero que no recuerde todo lo que le sucedió mientras estaba secuestrada – suspiro Devora
-. Es parte de lo que volverá a su memoria - él también no podía olvidar como la vio en cuanto entró se habían ensañado mucho con ella
-. Por lo visto – Devora lo saco de sus pensamientos – ella debió haberla pasado mal
-. Deja de leerme – Renzo se cruzó de brazos
-. Por favor cuéntame – ella puso ojo de cachorrito – no es bueno que te guardes todo, por favor necesito saber que le sucedió
-. No te tortures con eso - Renzo no quería decirle todo
-. Es mi culpa – Devora se tomó ñ la cabeza con las manos – si no me hubiera dejado engañar nunca la hubieran secuestrado –Renzo la abrazó
-. No te atormentes hiciste lo que estaba a tu alcance – la consolaba – ellos fueron los que se ensañaron con ella
-. ¿Qué le hicieron? – le dijo ya algo molesta
-. Solo no te alteres – Renzo la miro serio y ella asintió – la golpearon mucho en el rostro estaba totalmente desfigurada, me dio mucha rabia por no haber llegado antes; esto también es mi culpa
-. Renzo – Devora tomó su rostro y estaban mirándose fijamente – estamos hablando de más porque nos sentimos demasiado mal por todo lo que aconteció
-. Ella ha sufrido demasiado - Devora asintió
-. Lo sé, ella descubrió la verdad y ahora lo ha olvidado – suspiro con pesadez – cuando recuerde todo le dolerá hasta el alma y espero poder estar a su lado para hacer más llevadera su pena
-. Ella es fuerte y terca – Renzo miro con cierta diversión a Devora – como cierta personita que yo conozco
-. Vaya lo tomare como un cumplido – le devolvió ella
-. Pero es que te pasas porque aún coja querías ir a rescatarla – le refuta él
-. Es mi forma de ser – se encoge de hombros
-. Créeme que lo sé – baja un poco la voz – y por eso sé que si quiero estar junto a ti esto sería un dolor de cabeza
Devora lo escucho y su corazón dio un triple salto mortal, se dio un pequeño pellizco para comprobar que no estaba soñando
-. Eres un gruñón – Renzo abrió mucho los ojos debido a la sorpresa
-. No lo puedo negar – Devora quedo descolocada porque él no lo negaba
-. Vaya eso si es un verdadero milagro – soltó sin más
-. Es que tú eres capaz de sacarme de mis casillas – quiso dejar de mirarla porque estaba seguro de que se confesaría – a veces pareces una niña tan caprichosa; pero a la vez tan linda y… - Devora lo callo con un beso, al cual demoro en responder
Su beso fue subiendo de tono y solo se detuvo cuando Devora sintió una pequeña punzada de dolor en su pierna
-. Lo siento no quería lastimarte – Devora algo sonrojada y agitada intentaba encontrar las palabras para poder decirle lo que sentía por él
-. Debo decirte algo – Renzo intentó hablar y ella hizo una señal con la mano para que se callara – me has gustado desde la verdad ya he perdido la cuenta, pero me temo que nuestros caracteres choquen y estemos peleando y peleando y yo…
-. Tú también me has gustado desde hace mucho y mi temor es el mismo – ambos rieron – pero debemos hacer que la comunicación sea la base de nuestra relación y – se puso de pie – ahora ¿Quisiera saber si aceptas ser mi novia?
-. Sí – se lanzó a sus brazos y se besaron
-. Al menos algo bueno salió de esta situación.
EN LA CASA DUMONTE
Lorenzo llegó a casa de su adre en donde él junto a sus hermanas esperaban noticias
-. Hijo – su adre al ver su rostro lo abrazó
-. ¿Qué sucedió? – Ana quién era la más sensible de las hermanas pregunto
-. Ella ha olvidado todo lo que sucedió desde que me conoció – dijo con tristeza dejando sé caer en el sillón
-. Hijo, lo lamento mucho - su padre se sentó a su lado – sé que esto te duele mucho, pero si en verdad la quieres tanto como se te nota deberás ser muy paciente
-. Debes tener fe, hermanito - Ana intento animarlo
-. Solo debemos esperar noticias – Mariana acotó – espero que nos comuniquen el avance de Elizabeth
-. Hijo – su padre agradeció las palaras de sus hijas – por favor descansa un poco al menos ahora ya sabes que está a salvo
-. Lo intentaré – todo desganado fue a su habitación, tomó una ducha; se acostó y pensando en Elizabeth se quedó dormido
Todos en la sala se quedaron preocupados porque sabían que este era un duro golpe para Lorenzo; Ana preparo un poco de té par que pudieran disimular un poco sus nervios.
EN EL HOSPITAL
Emiliano se encontraba en el consultorio del doctor
-. ¿Qué pasará cuando todo vuelva a su memoria? – preguntaba preocupado
-. Lo más probable es que le dé un ataque de pánico, por las cosas que ha debido pasar – respondió
-. ¿Qué me recomienda hacer? – Emiliano deseaba que su hermana ya no sufriera más
-. Estar al pendiente de ella y cualquier cambio, pequeño dolor de cabeza o que se quede paralizada puede ser un signo de que su memoria estaba regresando – indicó
-. Hay manera de que ese momento no sea tan duro para ella – rogó de nuevo
-. Que una persona a la que ella aprecie este a su lado – suspiro - me temo que en estos casos los medicamentos son totalmente inútiles
Editado: 21.09.2022