Buscando mi chico cliché ©

capitulo 2 "un trato peculiar"

Lentamente comienzo a bajar las manos y miro hacia otro lado. El por su parte levanta una ceja.

—¡Bueno no fue mi culpa que se te cayera! —digo avergonzada.

—¡excuse moi! ¿estás diciendo que yo tuve la culpa de que me dejaras inconsciente? Siento lastima por tu novio. Ha pasado una semana desde que paso aquel “incidente” con ese chico extraño, aún tengo su collar, y él no ha vuelto a buscarlo.

No sé si será porque no lo quiere, o si solo olvido donde vivo. Mi vida ha vuelto a seguir su curso normal, la escuela, el trabajo, y mi búsqueda imposible de un chico cliché. La verdad es más difícil de lo que pensé, si ya de por si yo no le hablo a los chicos, ellos tampoco es que quieran hablar conmigo.

Hago mi esfuerzo, conocí un chico y estoy esperando a que este lleno de secretos.

Me carcajeo ante ese pensamiento provocando que todos a mi alrededor me miraran como si me faltara un tornillo, mis ojos caen en un rubio de ojos grises que no ha parado de mirarme con cara de perrito mojado.

Le lanzo una pequeña sonrisa la cual, el, torpemente me devuelve pues dejo caer un vaso de café que tenía en las manos intentando saludarme. Me rio un poco y me levanto a ayudarlo.

—deberías de tener más cuidado cuando saludas —digo sonriéndole.

Él me sonríe un poco y baja la mirada.

—Lo siento…

Le sonrío quitándole importancia y él también lo hace.

Donovan deja salir aire exhalando y me mira como si quisiera decirme algo.

—Polly yo… —le interrumpo.

—¿Cuándo te dije mi nombre? —pregunto curiosa, no recuerdo haberle dicho mi nombre en ningún momento, además tenía bastante que no entraba aquí.

—Conozco a tu hermana —confiesa avergonzado, su cara esta roja, pareciera que va a explotar.

Eso tiene sentido, Margot es una metida. Asiento y el prosigue.

—La cosa es que… —respira hondo—. Me gustaría salir contigo.

Su confesión no me sorprende, aunque debo confesar que no la esperaba, seguramente Margot le incito a que lo haga.

Me lo pienso un momento, aunque no hay mucho que pensar, el chico es lindo y se ve muy tierno cada vez que se sonroja, y eso sí que lo hace mucho.

—Bien, mañana a las 6:00 ¡no tardes!

Me levanto del suelo y tiro el vaso desechable de café al basurero y con un simple adiós y una sonrisa me despido.

No sé, es raro ser tan amena con alguien que no tenga parentesco conmigo, no estoy acostumbrada, los chicos me evaden y yo no le doy mucha importancia a hablar con ellos o a su compañía, siempre los ignoro, pero creo que con este nuevo experimento debo abrirme a hablar más con las personas, especialmente los hombres.

Salgo dando brincos del local de bebidas, sin que me importe que dirán las demás personas. Vivo muy pendiente a eso, siempre pensando «¿Qué dirán los demás?» merezco hacerme la ignorante en ocasiones ¡es mi primera cita! Claro, la primera desde que Sali con Harry styles en ese fanfic, ¡hay que momentos aquellos!

Seguí dando brinquitos por la acera hasta que entrando al parque municipal choque con algo, o alguien.

—¿Qué te pasa? La próxima fíjate por donde vas por favor —digo, limpiándome el polvo de mis jeans.

—pero que tenemos aquí ¡la pequeña ladrona!

Levanto el rostro rápidamente al reconocer la voz.

—y yo que pensaba que el resto de mi vida seria tranquila —digo sarcástica. Pongo las manos en mis caderas—. ¿y yo a ti que te robe?

El me mira con los ojos entrecerrados como si estuvieran escrutándome con la mirada, queriendo saber que pienso.

—Me robaste un collar con una “C” que cargaba en mi bolsillo la primera vez que nos vimos, y que luego de ese día no he vuelto a ver, además de que recuerdo haberlo puesto en mi bolsillo antes de salir —dice con tono obvio.

 

Ignoro su comentario y le devuelvo el collar.

—yo no tengo novio —digo.

—Te vi hablando con un chico hace rato, muy lindo, por cierto.

—¿me estas acosando? —pregunto.

—no, solo pasaba por ahí y te vi —dice cruzándose de brazos.

—eres gay —pregunto de la nada.

—¿Por qué pensarías eso? Bueno, no estoy en contra de la cultura gay pero nunca me vería con otro hombre; igualmente eso no me impide decir la verdad —expresa levantando los hombros.

Asiento y me retiro.

Al cabo de unas horas cuando regreso a casa Margot se encuentra en la cocina.

—¿y mamá y papá? —pregunto mirando hacia las escaleras.

—Nuestra madre tiene que hacer turnos extras hoy, y papá tenía mucho papeleo por terminar de un caso nuevo —responde sacando una deliciosa lasaña del horno.

Asiento y me siento en uno de los taburetes de la isla.

—¿y cómo fue tu día? —pregunta levantando y subiendo las cejas de forma coqueta.

¡que cretina! Al menos que lo disimule.

—si lo que quieres saber es si acepté la cita con Donovan, si, lo hice ¿feliz? —digo rodando los ojos.




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