Buscando novio para navidad

Capitulo III

Entro a la oficina de mi jefe, pensé que estaría aquí como dijo cuando entro, pero por lo visto no es así, dejo el café en el escritorio y acomodo los papeles que están en el centro, volteo a los lados pare verificar que no venga nadie, desde que entre a trabajar aquí solo he querido hacer una cosa.

Me siento en el escritorio y subo mis dos pies en el borde y los cruzo, la silla es de ruedas así que eso significa que puedo tener más diversión me balanceo de un lado al otro.

Y pongo mi voz más fuerte.

  • Si adelante puedes dejar, esos papeles hay- señalo la mesa de enfrente- Si claro después quiero que les digas a los inversionistas que tenemos que arreglar lo del negocio, si, si también quiero un pedazo de pastel y un café bien cargado lo necesito en cinco minutos.
  • ¿Otra cosa más que se le ofrezca? - una voz se escucha desde la entrada de la oficina

Pongo los ojos como platos y siento unos nervios que me recorren todo el cuerpo, mis manos me empiezan a sudar, no puedo creer lo que está pasando.

  • Señor, disculpé no me di cuenta que me estaba escuchando, lo lamento mucho vine a dejarle su café- señalo en café de la mesa.
  • No tienes que disculparte, entiendo que sientas la curiosidad de sentarte en esa silla.
  • Me disculpo nuevamente, no fue intencional, los papeles de la junta se los entregue a Lupita para que pase a recogerlos antes de que entre- me sonrojo porque aún no puedo creer que me haya visto fingir ser la jefa.
  • Está bien, Abril muchas gracias en un momento paso a recogerlos, pero antes de irme necesito que me acomodes los papeles que están en ese estante- señala una fila de papeles que están muy desacomodados.
  • Está bien señor Adrián, en un momento los acomodo y me retiro.

Mi jefe sale de la oficina y yo me pongo a acomodar los papeles quiero terminar lo más pronto posible, para retirarme y llevar a mi abuelita a comprar ropa nueva, como cada año. Pero es más indecisa que yo por lo visto nos llevaremos toda la tarde además aprovecharemos para comprar para la cena del 16 de diciembre, en mi familia es una tradición para reunirse antes de la cena de navidad y organizar lo que se va hacer ese día y que le toca llevar a cada uno de nosotros, suena divertido, pero no lo es cada año mis tías hacen lo que no en todo el año:

Interesarse por mi vida privada incluyendo la amorosa.  

Es mucho más incómodo la situación de esta mañana con mi jefe, siempre empiezan con sus preguntas parece que yo soy el tema de esa reunión y no los preparativos de la cena del 25 y 31.

Pero primero tengo que acomodar los papeles de este escritorio que me encargo mi jefe como quiere que acomode los papeles si no puedo acomodar mi vida.

Saco mis audífonos de la bolsa de mi saco y pongo música para poder hacer las cosas mejor.

Aunque no quiera con el ritmo de la música mi cuerpo tiene una reacción y empiezo a bailar, por toda la oficina sin preocuparme por mi jefe esta vez, estoy segura de que la reunión tardara tiempo.

Acomodo los papeles del escritorio y algo peor que la cena, el ridículo con mi jefe pasa.

  • ¡Demonios! - pongo las manos en mi cabeza agarrándome el cabello

¿Qué voy hacer?, todo el café esta regado en el escritorio y los papeles están todos mojados, era la propuesta que tenía mi jefe con los nuevos inversionistas y ahora parece calzón mojado y orinado por un perro ni siquiera las letras se alcanzan a ver.

Estoy despedida.

Pero como dice mi abuelita piensa positivo, siempre hay algo positivo en las cosas.

Pero aquí no hay nada positivo al contrario todo es negativo, estaré despedida, mi jefe no tiene la propuesta para mañana, no hay nada positivo.

Prendo la computadora de la oficina y trato de ver si hay una copia del documento, pero no hay nada.

Tendré que hacer una propuesta nueva pero no estudie administración de empresas solo soy una simple secretaria.

Mi mente está en blanco comencé a escribir, pero no puedo, ni siquiera puedo hacer un simple discurso creo que en lugar de hacer una nueva propuesta are mi carta de renuncia es inútil.

Parece simple hacer una propuesta, pero no es así y menos cuando el producto es algo innecesario pero las personas piensan que es necesario.

- ¡Exacto! - alzo mi mano- Lo tengo, ¿Por qué no se me ocurrió antes?

Empecé a escribir antes de que la idea se me fuera como el viento, me siento tan sabía que hasta ocupo metáforas ahora, tendría que considerar estudiar esto, la propuesta es grandiosa nadie puede resistirse a este semejante trato.




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