Buscando novio para navidad

Capitulo IV

Estoy esperando a mi jefe en su escritorio, para ser el domador del circo primero tienes que domar a la bestia y eso es lo que are durante el tiempo extra que tuve después de terminar mi propuesta estuve preparando un discurso para convencer a mi jefe de que fue un accidente y que prepare algo mejor que a propuesta que tenía, aunque no la leí.

Mi jefe entra a la oficina estoy lista para domarlo.

En buen sentido.

Uno, dos y tres al ataque…

  • Jefe, que bueno que ya llego los papeles que me pidió que ordenara ya están listos y me tome la libertad de ordenar los papeles de su escritorio, bueno mi horario de hoy está hecho, me retiro que tenga bonito día.

Damas y caballeros a eso le digo domar a la bestia.

Ni siquiera pude mirarlo a los ojos, camino lo más rápido que puedo y abro la puerta.

  • Abril, espera…

Ay diosito protégeme, que no me despida, ya se dio cuenta.

  • ¿Si? – giro en mis talones
  • ¿Qué es esto? - alza el folder que remplace por los calzones mojados, digo por la propuesta de él- ¿Y mi propuesta para los nuevos inversionistas dónde está?
  • ¿Propuesta?, no había nada, solo los papeles que están en este momento en su escritorio- agarro la tela que puedo de mi falda, porque mis piernas están sudando y ni siquiera puedo despegar la tela parece que tiene pegamento.
  • ¿Y esta propuesta de quién es?, esta no es mía ni siquiera un principiante en mi carrera escribiría esto, para iniciar nadie pone en el inicio “los quiero invitar”- arruga la frente mirando el folder.

Estoy apunto de irme a redactar mi carta de renuncia.

  • Espera un momento, ¿Por qué la propuesta que tenía para mañana está en el bote de basura llena de café? – a pesar de que no lo estoy viendo siento su mirada en mi espalda ya lo sabe, sabe que fui yo.

¡Abril!, me grita en mi subconsciente, ¿Dónde está “el domar a la fiera”?

Eso era antes de que no pudiera decir nada al respecto, no tengo nada con que defenderme, ni siquiera un buen argumento y eso que practique media hora, ni la propuesta sirvió de algo por que se me ocurrió iniciar con la tonta palabra de “los quiero invitar”.

  • Si, bueno, puede que se me regara el café, intentara arreglar la propuesta, pero no se veía ni siquiera una sola letra, intente volver hacerla, pero no pude solo soy una secretaria tratando de pensar en el lugar de su jefe y no puedo hacer eso bien, pero ya lo escuché, no es necesario que me grite lo entiendo…
  • Abril pero no he dicho nada…
  • Si, lo entiendo ahorita le entrego mi carta de renuncia y…
  • ¡Abril!- me alza la voz mi jefe- no dije nada de eso y no es necesario que presentes tu carta de renuncia.
  • ¿No? - arqueo una ceja
  • No, para nada, pero si necesitare tu ayuda.
  • Si, lo que necesite, después de todo lo que he hecho hoy es lo mejor que puedo hacer, sea lo que sea acepto.
  • No te despediré, pero necesito que no solo seas mi secretaria aquí, en mi casa también- deja el folder que sostenía en sus manos en el escritorio.
  • ¿En su casa?, ¿Cómo are eso? - sigo sin entender ni una sola palabra de lo que dice.
  • Como lo escuchaste, por lo visto tendré que hacer todo de nuevo, en unas horas no me dará tiempo, como tú eres la responsable de lo que ocurrió con esos papeles.

Se le llama “calzón mojado”

  • Necesitare toda la noche para volver a planear todo y organizar todo de nuevo. ¿Aceptas?
  • Mmm, acepto, pero necesito decirle a mi Ita que llegare más tarde y que tengo que cancelar los planes de ambas.
  • Prepara todo lo que tengas que hacer y nos vamos a mi departamento.

*****

Nos dirigimos al departamento de mi jefe, llame a mi abuelita antes de venirnos y le avise que llegaría más tarde y que tendremos que pasar los planes que teníamos hoy para mañana, se puso triste por el tono de voz que se escuchaba, pero sé que lo entendió después de la nieta desastrosa que tiene sabe que no se puede confiar en los planes que hacemos antes, todo me sale mal.

Llegamos al departamento de mi jefe es blanco todo y la sala es muy chica, enfrente está el comedor y tiene una pequeña cocina, del lado derecho esta un pasillo que dirige al cuarto y al baño y del lado derecho hay un jardín chiquito pero muy bonito en el centro de encuentra un árbol, pero no descifro, aun que tipo de árbol es.

  • Puedes dejar tus cosas hay- señala el sofá
  • Muchas gracias señor Adrián
  • Vamos Abril no estamos en la oficina puedes decirme solo Adrián- se encoje de hombros

Por fin, el sueño de mi vida, ya no tengo que decirle señor, la verdad siento que es muy incómodo.

Toda la noche llevo sirviéndole café y botanas a Adrián pensé que era divertido, pero ya tengo sueño es muy noche, suponía que terminaríamos más temprano, pero no.

Me recuesto en el sillón y me quedo dormida.




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