Habían pasado pocos días desde la fiesta, y el muchacho de cabello rosa no había recibido aun la llamada de la chica bonita que había prometido comunicarse con él. Ya comenzaba a desesperarse por tal suceso, pues él desde ese día no podía dejar de pensar en ella.
En un garaje, sentado en un sofá se encontraba éste muchacho tomando una cerveza con su amigo Jin.
- ¿como quieres que te ayude si ni siquiera le preguntaste su nombre? -Le habló su amigo intentando calmarlo. Desde hacia un rato no dejaba de preguntarle si él conocía a la chica de cabello castaño que había manchado su playera, pero como ese día había tenido tantos invitados a su fiesta, le era imposible reconocer a alguien solo por su color de pelo.
- tú debes saber algo Jin -insisto Jimin- era tu invitada y estaba en tu casa
- había 400 personas ese día, incluso mas ¿de verdad crees que voy a recordar a cada uno de ellos? -Le respondió Jin dando un sorbo a su cerveza- Ademas había muchas personas que no conocía acompañantes de mis invitados
- algo tienes que recordar de ella, una chica tan bonita no se olvida tan fácil
- describela de pies a cabeza
- ya te lo dije, tenia cabello castaño, llevaba un vestido floreado, tenia la piel blanca, y parecía no ser asiática
- pues... -el muchacho de cabello café se quedo pensando por un par se segundo intentando recordar algo, cualquier mínima cosa, pero en definitiva le era imposible- lo siento Jimin, pero en verdad no puedo ayudarte, me es muy difícil recordar, ademas ese día estaba muy tomado
Jimin se desilusiono al escuchar las palabras del único amigo que podía ayudarlo. Solo había visto a la muchacha una vez, una insignificante vez, pero desde entonces no había podido sacarla de su cabeza.
Como era costumbre en él, hizo su cabello para atrás con su mano y luego se recosto en el sofá dándose por vencido, pero de la nada, como una señal del cielo su teléfono comenzó a sonar, asiendo que ambos chicos se sobresaltaran y pusieran toda su atención el aparato.
- es un numero desconocido -le señaló el pelirosa a su amigo, viendo el interés de este plasmado en su rostro.
- pues contesta, no te quedes como tonto
Jimin reacciono y supo que tenia que contestar la llamada. Con sus manos un poco torpes precioso el botón verde para atender la llamada, y luego prosiguió a colocar el teléfono en su oído para responder.
- ¿hola? -respondió dudoso con una voz suave, deseando que realmente fuera ella.
- Jimin... -y al instante supo que era ella al escuchar una voz tan dulce y fina. El pelirosa no supo porque, pero el corazón se le aceleró.
- ¿Quien habla? -Le contesto él fingiendo no conocerla, no quería que ella pensará que estaba desesperado, y esperaba su llamada desde aquel día. Su amigo Jin se dio cuenta de que se trataba de ella, y con una mirada pícara le sonrió, para luego abandonar el lugar para darle a su amigo mas privacidad.
- soy la chica de otro día -respondió ella luego de un par de segundos, y luego continuó para darle mas referencias al chico- soy la que te prometió una polera nueva
- oh!.. ¡si!, ya lo recuerdo -contestó el pelirosa lleno de interés- fue en la fiesta de Jin
- si -confirmó ella- ¿crees que podamos vernos para darte la polera nueva que te prometí?
- no es necesario linda -le dijo Jimin con una sonrisa en la cara. Realmente no le parecía correcto que una chica le comprara una polera nueva solo por una simple mancha, pero en definitiva quería volver a verla, y para eso tenia que darle la razón- pero negarse al acto de bondad de una dama no es de caballeros, ¿cuando y en donde nos vemos?
- en una hora, en el centro comercial del centro
- muy bien, te veré ahí
Y ella colgó la llamada primero. Jin entró enseguida a su garaje para enterarse de la conversación de su amigo, quien al verlo notó la enorme sonrisa que le brotaba de oreja a oreja.
- ¿que pasó?, ¿te vez muy contento? -Jimin vio como su amigo le daba otro trago a su cerveza esperando una repuesta.
- nos veremos hoy -contestó el pelirosa con emoción- en un centro comercial en una hora
- que suerte tienes, estabas a punto de rendirte y mira
- el universo esta a mi favor -o tal vez no era así. Jimin necesitaba irse de inmediato si quería ir a cambiarse y arreglarse mejor antes de verla, pero de pronto recordó que tenia un problema mas grande que ese. Su auto estaba en el mecánico debido a una falla que tardarían en reparar, y ahora solo tenia disponible su motocicleta para trasladarse- Ash!... -se quejo el muchacho- olvide que no tengo mi auto
- ¿y eso qué? -Índigo su amigo- llevate tu moto
- que tal si necesito llevarla y ella lleva un vestido o algo corto, eso no seria correcto
- llevate mi auto -le sugirió Jin, sacando sus llaves del bolsillo para arrojarselas por el aire- deja aquí tu moto y ya mañana cuando traigas mi auto te la llevas
- gracias Jin
- no es nada, ahora ya vete
Jimin tomó el auto de su amigo y se dirigió rápidamente a su casa para cambiarse de ropa y ponerse un poco de colonia, quería verse bien para ella.
Mientras tanto Jenny Taylor se encontraba en su departamento hablando por teléfono con su novio Kai. Éste amaba los viajes en motocicleta, y había ido con un par de amigos a Incheon en sus motos. Estos tenían como destino llegar a Eurwangni Beach y pasar un rato ahí, para luego volver a la anochecer.
Jenny podía haber salido con sus amigas, o pasar un día tranquilo en su casa descansado del estrés de la universidad, pero en cambio decidió ir a comprarle la polera nueva a ese chico de la fiesta.
Tal vez parecía un poco exagerado lo que iba hacer, pero ese día ella había notado el logotipo de la marca Gucci en la polera del muchacho, una marca italiana que según los estándares de la moda era la mas costosa del mundo, y ella le había arruinado esa costosa polera con una horrible mancha imborrable.
A decir verdad Jenny no tenia el dinero suficiente para comprarle una polera de la misma marca, pero a pesar de eso iba a reemplazarsela con una nueva que fuera del agrado del muchacho.