02.03

—la vida me odia... —habló un pelirosa bastante enojado y decepcionado, sentado nuevamente en el sofá del garage de su bien parecido amigo Jin. Él día anterior había tenido la mejor cita de su vida con una castaña llamada Jenny, una mujer ideal para él. Lastima que ella ya estaba con alguien mas. 

— estas exagerando —le señaló Jin sin siquiera verlo. Concentrando su mirada en el motor de su lujoso auto mientras lo limpiaba— era evidente que iba a estar con alguien  

El pelirosa echó su cabeza para atrás y sacó un respiro profundo en forma de quejido y desahogo. Realmente le gustaba mucho Jenny. 

— cuando pensé que podía tener a la novia perfecta... ¡Boom!.. el destino me la arrebata  

— ya llegara otra, tienes una lista interminable de mujeres que quieren tenerte como novio —le mencionó su amigo. Jimin era muy popular entre las mujeres, mucho, demasiado en realidad, si el quería podía tener a cualquier mujer a sus pies, el caso era que esta vez no era así. 

— tal vez no sea nada serio —puntualizó el pelirosa aun con esperanza. Realmente deseaba tener una oportunidad con ella— si es así puedo esperar a que terminen y podre seguir saliendo con Jenny  

— ¡Espera!... —se escuchó de repente por parte de Jin. Él tenía la cabeza metida dentro del cofre del auto, pero al escuchar a su amigo enseguida sacó la cabeza del cofre, deseando haber escuchado mal— ¡¿quien?! ¡vuelve a decir su nombre! 

— Jenny —repitió Jimin al instante con una cara de extrañes. Su amigo se estaba comportando raro.  

— ¿Jenny que? 

— Jenny Taylor ¿no me digas que ya recordaste quien es? 

— ¡o por dios!.. soy un completo idiota —se dijo a si mismo Jin dandose un sape en la frente. Jimin ante su acción solo lo miró mas confundido que antes— ¡por supuesto que se quien es! —dijo. El apuesto muchacho tomó al pelirosa de los hombros y lo sacudió con desesperación— ¡es Jenny! ¡Jenny la novia de la Kai¡ ¡los que tienen mas de 5 años de noviazgo! ¡los que acaban de comprometerse hace poco! 

— ¡¿QUE?! 

— ¡así como lo oyes! —repitió el muchacho— ¿recuerdas que te dije que un amigo se había comprometido con su novia?..¡PUES ES CON ELLA! ¡es con Jenny!... tienen planeado casarse en poco menos de 3 meses  

— ¿¡QUE!?... ¡NO!.. debes de estar equivocado Jin 

— quisiera estarlo pero no amigo. Si hubieras sabido su nombre desde antes, no te hubieras ilusionado. Lo lamento —Jimin suspiró y echo su cabeza para atrás, solo era una chica, y apenas la conocía. No lograba entender porque le gustaba tanto, por que no podía dejar de pensar en ella, por que sentía la necesidad de estar con ella. Nunca había sentido una conexión tan intensa con alguien, pero de nada le servia sentirse así, pues en definitiva, no podía estar con ella. 

— olvidalo —contestó con amargura. Ya no se podía hacer nada mas— no es tu culpa —disimulando su desilusión sonrió— solo es una chica, me alegra haberme enterado ahora  

— ¿quieres ir a beber algo? ¿que tal si vamos por unas cervezas?  

— tal vez mañana —le respondió el pelirosa— quiero ir al gimnasio un rato ¿quieres venir?  

— ugh... no —contesto el joven con mala cara, a diferencia de su amigo el odiaba hacer ejercicio— mejor nos vemos mañana y nos reunimos con los muchachos  

Y así fue. Jimin se marcho y Jin se quedo en su casa para seguir dándole el mantenimiento necesario a su amado automóvil. El peli rosa enseguida se fue a su casa y se cambio con ropa deportiva para ir al gimnasio, necesitaba distraer su mente de la chica dueña de sus pensamientos.  

Comó era posible que una joven que acababa de conocer, no lograra salir de su mente. No lo entendía, por mas que lo analizaba no le encontraba alguna lógica. 

Esa chica le había mostrado que el sentirse atraído hacia alguien se traba de conexiones, conectar mas allá que un simple físico o un cuerpo hermoso. Y no es que ella no fuera guapa, al contrario, era la chica mas guapa que él había visto en su vida, pero eso era lo de menos, las sensaciones que lo había hecho sentir con tan solo una conversación era lo que ahora le tenia la cabeza echa remolino.  

Pero como ya antes Jin lo había mencionado, Jimin era un muchacho con demasiadas chicas a su al rededor, y el pelirosa por su parte no iba a dejar su reputación de chico deseado, así que al terminar con su entrenamiento, se acercó a la muchacha mas linda que se encontraba en el gimnasio para invitarle un café. Ella en seguida aceptó, pues ya desde antes había notado lo guapo que era el joven, y en definitiva quería tomar ese café con él.  

El peli rosa, justo con la muchacha que acaba de conocer, salieron del gimnasio para ir a el Starbucks mas cerca de la zona. Al llegar el muchacho se pidió un café helado simple , mientras que la muchacha ordeno un frappuccino unicornio 《demasiada azúcar y colorante》 pensó Jimin al ver la bebida de la chica. ¿cómo alguien que acababa de salir del gimnasio podía beber esa cosa tan empalagosa?  

— ¿vives cerca de esta zona? —preguntó ella mientras jugaba con la pajillas de su bebida. 《¿acaso no sabe que esas cosas matan a las tortuguitas indefensas? Se meten en sus naricitas》 Se dijo a si mismo el muchacho, sacando de su maleta deportiva un popite de titanio inoxidable. 

— no, un amigo vive cerca de aquí y me recomendó ese gimnasio, pero no se si cambiarme a uno más cerca de mi zona —le respondió. 

Jimin siempre había sido un joven caballeroso a pesar de su fama de galán casanova. No solía salir con las misma chica por mucho tiempo, pero siempre las trataba con respeto, trabado de conocerlas mejor e interesándose en sus pasatiempos, pero esta era la primera vez que se encontraba aburrido y fastidiado. 

No entendía porque le había invitado un café a esa chica. Sí, era bonita, con un cuerpo saludable deseado por cualquier hombre, pero no era nada más que eso, no tenía nada de interesante, lo único que quería era irse de ahí y tratar de buscar cariño en otro lado. 

Cuando la joven terminó de hablar de sus rutinas de ejercicios. El joven pelirosa se levantó de su lugar con un dolor en estómago por haberse tomado su bebida muy rápido, de alguna manera tenía que irse ya mismo. 

— perdona... pero tengo que irme, un amigo necesita de mí ayuda y tengo que ir ahora —soltó el joven de labios gruesos mintiendo a cada palabra, pero por suerte la muchacha le creyó. 

— lo entiendo... no te preocupes —le respondió ella con una sonrisa. Ella aún tenía la mitad de su bebida en la mesa— quizás nos volvamos a ver en el gimnasio 

— si... tal vez 

La joven con ilucion esperaba a que ese apuesto joven le pidiera su número telefónico para poder volver a verse, pero él no lo hizo, solamente le regaló una última sonrisa y después se alejó del lugar.
Jimin nunca antes había deseado salir y alejarse de alguien con tanta velocidad, tanta que no pudo darse cuenta que alguien iba a entrar al lugar al mismo tiempo que él, hasta que sus cuerpos chocaron. 

— ¡porque no te!... —el joven estaba a punto de insultar a la persona con la cual había chocado, pero se detuvo al ver a la hermosa castaña dueña de sus pensamientos sobandose el hombro— Je...nny...? 

— auch!... se está asiendo una costumbre que nos topemos así... —habló ella. Jimin en ese momento quedó hipnotizado al verla. Jamás le hubiera pasado por la mente verla tan pronto y de manera tan inesperada, eso proboco en su interior una sensación que nunca antes había sentido; un cosquilleo. 

— no... yo.. perdón.. fue mi culpa Jenny... no esperaba encontrarte... ¿te lastime? 

— estoy bien... ¿tú lo estás? 

— si —Sin ningún tipo de disimulo, el muchacho de cabellos rosados la recorrió con la mirada, observando hasta el más mínimo detalle de ella. Realmente era hermosa, incluso ahora le parecía más hermosa que antes. Le iba hacer sumamente difícil sacarla de su cabeza— Jenny... déjame invitarte un café... esta vez soy yo el que tiene que compensarte 

— no hace falta... pero acepto —respondió ella. 

La joven estaba por entrar al lugar cuando Jimin recordo que la chica del gimnasio seguía ahí y él le había mentido para irse. Iba a ser realmente vergonzoso si entraba con Jenny y ella los miraba, así que decidió llevarla a otro sitio. 

— espera... vayamos a otro lugar, conozco lugares mejores 

— de acuerdo —aceptó ella— pero que no sea muy lejos, tengo que regresar al trabajo 

El joven de labios carnosos solamente asintió y comenzó a caminar con la muchacha siguiéndolo a su lado. Por suerte conocía un pequeño local de comida cerca de ahí donde vendían café y platillos típicos coreanos, un lugar pequeño pero con comida rica. 

Al llegar ambos tomaron asiento en una pequeña mesa, y enseguida continuaron ordenando un poco de carne de cerdo, arroz blanco y algunos condimentos más incluyendo el kimchi. 

— ¿vienes del gimnasio? —Le preguntó ella al notar la maleta deportiva que él traía. Jimin colocando la carne en el asador respondió casi al instante. 

— sí, no suelo ir muy seguido, solo cuando necesito relajarme o he ganado kilos de más —por alguna razón el pelirosa se sentía nervioso e incómodo sin saber cómo actuar. No podía sacar su faceta de galán irresistible, pues frente a él estaba la muchacha más hermosa que había visto en su vida, la cual además pronto iba a estar casada—  yo... escuche que pronto te casaras... ¿eso es verdad? 

— sí... —en ese momento Jimin sintió como su corazón de hizo pedazos por primera vez en su vida. La comida que estaba en su boca dejó de tener sabor, y todo su cuerpo entró en un estado de colapso— en tres meses. Quizás conozcas a mi novio, le dicen Kai, es amigo de Jin 

— sí, lo conozco —respondió el pelirosa con una voz fría, se sentía completamente herido— no somos cercanos pero se bien quien es... y... bueno... ¿él te hace feliz? 

La joven sonrió al escuchar esa pregunta, mostrando un rostro enamorado y una felicidad en su cara. 

— si... soy muy feliz con él, y estoy ansiosa por casarme 

— que bueno... 

Ahora Jimin realmente lo había comprobado, ella iba a casarse con alguien que amaba, con alguien que la hacía feliz, con el amor se su vida. Jenny realmente le gustaba mucho, le parecía una mujer verdaderamente hermosa e interesante, pero definitivamente no podía estar con ella. 
《Aún puedo ser su amigo, yo controlo mis sentimientos y no me enamorare》 se dijo así mismo, mas como una orden que una afirmación.