Caballero

Aléhk

Los gritos de rabia que lanzaba al aire Khan, eran fuertes y continuos tanto que aves que lograban pasar se alejaban, animales quienes estaban en los alrededores huían; él continuaba golpeando el suelo con toda su fuerza, tenía varios dedos rotos, las manos hinchadas y los nudillos sangrantes. No conforme con esto comenzó a golpear el suelo con su cabeza una vez que sus manos dejaron de sentir dolor llegado al punto de casi noquearse a sí mismo, que fue cuando decidió parar.
Se levantó y con las lágrimas saliendo de sus ojos, entrelazando sus manos y caminando lentamente ya que su pierna estaba aún más lastimada por todo lo que corrió siendo que no se había recuperado y ahora no podía tomar su arma para sostenerse en ella, sus pasos eran torpes y en varias ocasiones se tropezó con si mismo cayendo y levantándose una y otra vez; en una de las veces en las que cayo se golpeó la cara con una roca logrando así romperle un diente...
Khan esta vez no replico, no maldijo, solo se levantó y siguió caminando, las lágrimas se habían detenido y las manos punzantes dolían cada vez menos. Se detuvo a descansar un momento y a la lejanía vio lo que parecía un pequeño poblado, "Está muy cerca de donde la batalla tuvo lugar", pensó. "Quizás no abra alguien con vida..." continuo, en sus pensamientos estaba la posibilidad de que allí aunque no hubiera sobrevivientes haya un lugar donde descansar y probablemente comida la cual degustar... Khan, emprendió marcha hacia ese lugar que para una persona en sanas condiciones llegar seria de lo más fácil, sin embargo para el contando el estado en el que estaba pues no sería de lo más sencillo o rápido.
Encontró un camino marcado por las llantas de los carruajes que parecía llevar justamente hacia ese lugar, y como el suelo era más fácil de pisar que el de donde venía decidió caminar por ahí en vez del otro. Mientras avanzaba miraba al cielo, notando que el color rojizo el cual había antes se había desvanecido, así mismo las nubes que traían la tormenta de donde venía ya no estaban, aunque curiosamente tampoco había sol, se veía su luz pero el sol por más que lo buscaba no podía encontrarlo, probablemente alguna nube lo esté tapando...
Después de varias horas de una caminata continua, Khan llego a su destino, aquel poblado que había divisado desde la lejanía y justamente como lo había predicho, ese lugar estaba completamente saqueado, a los alrededores solo había cadáveres mutilados, algunos colgados, otros empalados en las puertas de sus casas con letreros que decían "No merece la vida"; al abrir las puertas de las casas dentro de las que pudo entrar se veía todo desordenado, claramente los habitantes no se dejarían asesinar con facilidad... Las paredes estaban cubiertas de un mismo color, el suelo estaba lleno de aquel mismo tono... Rojo.
Hubo al fondo de las casas que estaban a la vista había una en particular que le llamo la atención, esta tenia aun la puerta cerrada, las ventanas se veían diferentes a las demás viviendas, igual estaban rotas pero algo había diferente... Aún más lento de lo que ya iba fue acercándose a ella y dentro se escuchó que algo cayo, Khan asustado se retiró un poco de la puerta y al ver que nada salió de ahí, comenzó acercarse nuevamente con cautela, abrió la puerta y no vio algo, se adentró y no se veía algo, quizás lo que sonó fue algo que cayó por aire u otra cosa...
En la mesa había comida, un caldo con zanahorias, calabazas y probablemente pollo, no parecía recién hecha o rancia, la olio y efectivamente no parecía rancia, de hecho parecía estar en muy buen estado, volteo a los lados buscando algo con que comérselo pero no encontró más que nada, así que como pudo con su mano comenzó a comer.
En ese momento algo le golpeó fuertemente en la espalda con el palo de una escoba, se volteó rápidamente y era un niño. Era un niño delgado de quizás unos 12 años, cubierto de tierra en su rostro donde parecía que no había tomado un baño por varios días, en sus manos sostenía el palo de la escoba con la cual había golpeado a Khan, quien estaba preparado para pelear, pero al ver quién era el causante del golpe decidió detenerse, volteo a mirar el plato y luego al niño y dijo:
- Parece que este era tu plato, ¿No, chiquillo?
El niño no dijo una palabra, y se hizo algunos pasos hacia atrás al ver que su golpe no había hecho daño alguno.
- Tranquilo niño, no pienso hacerte daño... Y aunque pensara hacerlo, la verdad dudo que pueda. Como puedes notar mis manos están en muy mal estado.- Mientras le mostraba las manos ensangrentadas. – Y además estoy demasiado cansado, como para intentar hacerte daño, así que no te preocupes, no te digo que seamos amigos porque dudo que quisieras serlo... Pero al menos hay que darnos una mano, ¿Qué dices? – Continúo diciendo.
El niño dejo caer el palo y rodeando a Khan se adentró a la habitación conjunta, duro unos minutos y salió cargando vendajes los cuales estaban cubiertos de tierra, no logro cerrar bien la puerta y se lograba ver como esa parte de la casa estaba demolida, lanzo las vendas cerca de Khan quien en un inútil intento por recogerlas tiro la mesa donde estaba ese caldo el cual no había logrado terminar y junto con la mesa cayo él.
El niño al ver que ese hombre no parecía una amenaza... o quizás no aun, se acercó lentamente a el tomo las vendas y se las dio en la mano, noto que Khan no podía tomarlas por sí mismo así que comenzó a desenredarlas y las ato a las manos de aquel hombre que no dejaba de mirarlo, pero a su vez no le hacía daño o parecía tener intención de hacerlo.
- No sé si deba preguntarlo... Pero, ¿qué paso aquí?, imagino que aquel Rey vino y devasto todo el pueblo, pero, ¿cómo fue que lograste sobrevivir?, ¿Dónde está tu familia?
El niño continuaba cubriendo las manos con las vendas y no miraba a Khan, incluso no daba indicios de tener intenciones de responderle, aunque parecía que si escuchaba y entendía lo que se le estaba preguntando.
- ¿Tienes un nombre al menos? – Dijo Khan, notando que el niño no tenía intenciones de hablar de eso
El niño volteo hacia arriba mirando el rostro de Khan y en un tono muy bajo pronuncio "Aléhk.
- Así que si tienes un nombre después de todo, vaya. Te agradezco que me lo hayas dicho, eso me hace sentirme menos solo... Y te pido disculpa por tu caldo, jamás hubiera pensado que abría alguien con vida por aquí, y menos un niño. Pero no me malentiendas, no quiero ofenderte o algo, sé que has sufrido... Puedo verlo en tus ojos así como puedo verlo en el mismo pueblo, sabes... Yo voy a ir a donde mi familia, espero que ellos sigan con vida... Quisieras... ¿Venir conmigo?, estas en todo tu derecho de negarte, después de todo no me conoces para nada y probablemente personas como yo fueron los que te quitaron todo... Así que entenderé perfectamente si prefieres permanecer aquí.
Aléhk, quien ya había terminado de enredar los vendajes se levantó volvió a ir a la habitación que estaba derrumbada y tomo un caballo pequeño de madera el cual obsequio a Khan y al dárselo asintió con la cabeza.
Fue el primer momento desde que todo aquello había comenzado que Khan había sonreído, solo que él no se había dado cuenta, tomo aquel caballo y lo guardo en una bolsa improvisada que hizo con ropajes que estaban en la casa, le dijo a Aléhk que tenían que ir por las demás casas en busca de alimentos para después partir de ese lugar hacia su ciudad natal.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.