Caballero Cosmos

Capítulo 10 (V2)

    —Los Descontrolados, al igual que los monstruos, son categorizados en números siendo 1 el más débil, y 10 el más fuerte. Aquellos que tienen una categoría del 1 al 3 son Descontrolados Beta, de las categorías 4 al 6 son Descontrolados Alpha, y los que poseen una categoría de 7 al 10 son Descontrolados Omega. Aunque por suerte, la humanidad nunca ha experimentado la aparición de monstruos con categorías superiores a 7, mucho menos de Descontrolados con una categoría superior a 4. Las categorías son un índice aproximado de las habilidades que un monstruo o descontrolado poseen. Por lo que la Federación los catalogó en números, haciendo que sea fácilmente entendible por cualquiera el número de habilidades que puede llegar a tener. El monstruo más poderoso y peligroso que ha enfrentado la humanidad fue el primer monstruo que apareció, el Umbralux Draco, un monstruo de categoría 7 que logró destruir gran parte del planeta hasta que fue asesinado por el primer héroe...
   —Si si... el "gran héroe" que las personas llamaron Aegis y su título es "El escudo de la humanidad"... ¿éstas clases son necesarias?
   Allen miró a Shinobi que ojeaba varios documentos en sus manos, interrumpiendo al General Titán que al ser interrumpido, una vena apareció en su frente, aguantando la ira que sentía.
   —Son las reglas Allen, si no quieres escuchar a Titán tapa tus oídos y luego ignora su charla... aunque no me culpes si luego empieza a tirarte cosas.
   Allen suspiró y negó.
   —En mi opinión es estúpido que escuche esta charla...
   —Entonces todo lo que tienes que hacer es responder la pregunta que te hice hace unas semanas. ¿Cómo conseguiste el bastón y las piedras?
   Allen sonrió mientras fingía ignorancia.
   —No sé de qué me estás hablando, solo son reliquias familiares.
   —Si fueran reliquias no debería hacer que aparezcan esos trajes en ti, y no hablemos del bastón multiusos.
   Shinobi, en los días pasados, estuvo escaneado el zafiro, el prisma y el bastón. Pero los resultados eran los mismos, eran joyas normales y un bastón simple de madera.
   —¿Qué trajes? Creo empiezas a ver ilusiones, Shinobi.
   —Titán, empieza con el plan B.
   Al recibir la orden de Shinobi, Titán sonrió mirando a Allen mientras hacía crujir sus nudillos.
   —No tengo nada contra usted General Titán, así que le agradecería enormemente que no provocara algo de lo que podría arrepentirse.
   Titán no escuchó el aviso de Allen, por lo que flexionó su brazo, reventando la camiseta militar amarilla con sus enormes músculos, y golpeó a Allen.
   Al acabar de golpear el rostro de Allen, en la habitación se levantó una gran corriente de aire, aunque Titán pronto se dio cuenta de que lo que golpeó no fue a Allen, sino a una imagen residual.
   —Demasiado lento, aunque he de admitir que es una fuerza a tener en cuenta, digna de un rango A.
   Allen estaba justo detrás de Titán, en su mano izquierda, Shinobi pudo ver un destello verde.
   —Haciendo el recuento, tienes un prisma, un rubí y un zafiro. Son tres, falta que nos muestres dos más, una esmeralda y un topacio. ¿Cuál de las dos tienes en la mano?
   Allen caminó un par de pasos a su derecha y esperó mirando el reloj en la pared.
   —Creo que en unos segundos serás empujado General Titán, yo que tú me prepararía.
   Tras sus palabras, Allen se agachó antes de que una enorme corriente de aire viniera de la dirección en la que Titán había golpeado. Debido al aire, tanto Titán como Shinobi se agacharon en el suelo, aunque fueron empujados unos centímetros de su lugar.
   —Bueno señores, aquí me despido, no pienso estudiar algo que no me sirve de nada. Hasta más ver.
   Allen se había levantado cuando la corriente de aire se dispersó y saltó por la ventana, dejando a Shinobi y a Titán en la habitación.
   —Tu plan no ha funcionado Shinobi.
   —El tuyo tampoco.
   Shinobi, para intentar sonsacar información de Allen con sus reacciones, planeaba hacerlo escuchar durante horas la historia de la Federación, aunque Titán optaba por luchar contra él. Pero el resultado final fue la situación actual.
   —De todas formas, Shinobi, según tu hermano, faltan dos piedras que Allen no ha usado.
   Shinobi asintió.
   —No ha usado todavía la Esmeralda de la Verdad, ni el Topacio de la Voluntad, lo único que sabemos es que uno de los dos es suficiente para enfrentarse contra un categoría 5.
   Tanto Titán como Shinobi habían leído los documentos de Sombra Carmesí, entre ellos estaba escrito vagamente lo que habló con Allen. Aunque no decía qué piedra usó contra el Gigax Leo, sí ponía los nombres de las piedras.
   — Entonces acaba de usar la esmeralda o el topacio. Una probabilidad del 50%, ¿te apetece apostar Shinobi?
   Titán le preguntó con una sonrisa, aunque obviamente Shinobi se mantuvo sin contestar y miró por la ventana sin poder detectar a Allen.
   —Envía un dron de espionaje.
   —No hace falta, tiene un radar con micro en uno de sus bolsillos, se lo coloqué cuando entró hoy en el edificio.
   Shinobi miró de reojo a Titán. Aunque usualmente usaba la fuerza bruta, tenía que admitir que algunas veces usaba su cerebro para algo.
   —Si fueras así para todo podrías llegar a estar entre los cincuenta primeros en la clasificación general de héroes rango A.
   Las palabras de Shinobi fueron algo tajantes, haciendo que Titán se callara y saliera de la habitación dando un portazo el cual rompió los grilletes y tiró la puerta abajo.

 

   Allen caminaba tranquilamente por las calles sin saber hacia dónde podía dirigirse. Al girar la esquina vio una tienda de electrodomésticos al que no le hizo mucho caso, pero se vio obligado a detenerse al ver una grabación en una televisión.
   La grabación no era otra que el día que un humano se descontroló en un edificio, apareciendo él en su Estilo del Caballero saltando de la ventana y aterrizando en el suelo.
   —¿Cuándo lo grabaron?
   Las manos de Allen temblaban levemente aunque su rostro no mostraba ningún indicio de nervios.
   Gracias a que tenía cierta conexión con la Federación y con Calibur, sus imágenes como Firmamento no llegaron a aparecer públicamente, no obstante, no llegó a imaginar que expondrían tan libremente sus poderes, ya que cuando ocurrió el incidente del Gigax Leo y usó el Topacio de la Voluntad, la Federación hizo lo imposible por ocultarlo.
   Allen negó y siguió caminando, necesitaba tranquilidad y un buen café, por lo que fue a su cafetería.




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