Caballero Cosmos

Capítulo 16 (V2)

    Debido a que Calibur quiso hacer su discurso al aire libre, Shinobi no tuvo mas remedio que montar en el descampado un escenario en tiempo récord en el que algunos héroes tuvieron que modelar la tierra para elevarla.
   A excepción del tiempo extra en el que tuvieron que mover los focos, el atril, el micrófono y los altavoces desde el auditorio al descampado y el montaje, lo demás se hizo con relativa facilidad. Incluso aguantar el carácter altivo de Calibur fue fácil al pensar que lo mantendrían contento.
   Titán fue el único que se opuso a lo que quería, incluso en sus pensamientos quería que Allen lo destrozara abiertamente. Con solo pensar que Allen podría hacer que cayera encima de Calibur el mismo meteorito con el que venció al Gigax Leo, una gran parte de su estrés por aguantarlo era liberado.
   Actualmente, Titán era atendido por varios médicos, siendo acompañado por Shinobi. Su brazo estaba extendido, reposando sobre una mesa rectangular, mientras los médicos rompían forzosamente sus huesos y los extraían a la vez que la mesa metálica se salpicaba con su sangre.
   —Con su tasa de recuperación, en un día, quizá menos, sus huesos crecerán de nuevo. Hasta entonces que no haga esfuerzo de ningún tipo y que evite a Calibur en la medida de lo posible.
   Las palabras del médico no eran dirigidas a Titán, ya que estaba tan sedado que sus párpados estaban entrecerrados y movía la cabeza irregularmente, sino para Shinobi.
   —No se preocupe, esperemos que no ocurra de nuevo.
   Shinobi le respondió al médico con normalidad. Aunque le hablaba formalmente debido a que había mas personas en los alrededores de la ambulancia, si hubieran estado en un lugar mas íntimo habrían hablado entre ellos de una manera más fluida, ya que el médico, así como algunos en su equipo, eran miembros encubiertos del gremio de villanos de su hermano.
   —También es importante que no utilice su brazo derecho, al no tener huesos en su interior, su fuerza es la misma que la de un recién nacido.
   —¿Cómo está?
   Antes de que Shinobi pudiera responder al médico, Allen apareció en el exterior de la ambulancia. Shinobi se fijó en que Allen mantenía el pomo del bastón fuertemente apretado en su mano, sobresaliendo parte de sus venas y sus nudillos tornándose blanquecinos.
   —Bien, sólo necesita descanso. ¿Por qué crees que tiene el nombre de Titán? Se debe a su habilidad, su regeneración es muy rápida y su fuerza está en otra liga...
   Shinobi se tragó las palabras que iba a agregar, no quería darle a Calibur, aunque no estuviera presente, la aceptación de que era más fuerte que Titán.
   —Entiendo.
   Allen suspiró y se fue mientras Shinobi miraba su espalda, pensando en la tragedia que ocurriría ya que, al fin y al cabo, a sus ojos Allen era una bomba de relojería y no sabía cuándo iba a estallar.

 

   Titán tenía el brazo derecho en cabestrillo, y al igual que Shinobi y las demás personas, miraban el escenario de tierra y a Calibur en él.
   Al ver a todas las personas presentes desde el escenario, Calibur sonrió con un destello en sus ojos, si Shinobi, Titán, Sombra o incluso Allen hubieran visto el destello de sus ojos inmediatamente comprenderían que no poseía buenas intenciones.
   —Bien. Hola a todo el mundo presente.
   Las palabras de Calibur fueron recibidas por una multitud de aplausos y silbidos, cosa que agrandó su ya gran ego. Aunque Titán y Shinobi no aplaudieron, ya que se preocupaban más por una persona que no estaba presente.
   —Como muchos sabréis, soy Calibur, héroe de rango S y candidato a presidente de la Federación Heroica. Estoy aquí por un simple motivo, que me ayudéis en la votación...
   Calibur dejó de hablar en el micrófono, pensando lo que decir, pero pronto, la sonrisa gentil que tenía cambió lentamente.
   —Pero por otra parte... Ciudad F es considerada una ciudad de baja categoría, sus héroes dejan mucho que desear, los monstruos que aparecen en sus cercanías no merecen ningún estudio, y sus ingresos son extremadamente bajos.
   Calibur miraba a todos los presentes con una sonrisa lúgubre mientras sus ojos estaban desencajados por la locura.
   —Lo único importante que ha tenido esta ciudad fue la aparición del Gigax Leo, y no pudimos ni siquiera continuar con el experimento por el meteorito que colisionó con el... ¿o debería decir ella? Da lo mismo... los muertos no pueden hablar.
   Titán y Shinobi escuchaban sus palabras, al igual que el resto de personas, impactados por lo que decía mientras hablaban entre ellos.
   —Tranquilos, no va a pasar nada malo... solo hemos decidido que esta ciudad no vale la pena mantenerla, por lo que me han encargado destruirla hasta sus cimientos... sin dejar siquiera a sus habitantes, ya sean héroes, villanos o civiles.
   Tras terminar su discurso, Calibur chasqueo los dedos, haciendo aparecer en el horizonte una gran muralla de hierro. Al ver la muralla que rodeaba la ciudad, las personas corrieron en todas las direcciones posibles, en pánico.
   Shinobi y Titán, así como los demás héroes rodearon el escenario con Calibur sonriendo sobre el.
   —¿Debería calificar esto como una rebelión?
   Al mismo tiempo que Calibur preguntaba, un pilar de llamas apareció varios metros en la distancia, haciendo que Calibur sonriera cínicamente.
   —Nivel 1,5... evoluciona a pasos agigantados.
   Con un gesto de su mano, el aire alrededor de Calibur se tornó morado antes de que, suave como una brisa, impactara en todos los héroes a su alrededor. Aunque esa brisa cortó a través de los trajes especiales de cada uno, cosa que hizo a Shinobi recordar el poder del viento de Allen.
   Shinobi se encontraba relativamente bien, el problema residía en Titán que ya estaba herido con anterioridad. La sangre manchó el suelo múltiples veces, reflejando el cielo de un color carmesí, mientras la mayoría de héroes caían al suelo por la pérdida de sangre masiva sin poder hacer nada.
   El pilar de llamas desapareció cuando la figura de una persona emergió de su interior, haciendo que Calibur sonriera. Esa persona pasó al lado de Shinobi, caminando sobre el suelo ensangrentado con un traje rojo y un hacha en su mano derecha.
   —Creo que no tengo que decirte lo que pienso Calibur.
   —Me encantaría saber tu opinión Allen.
   Calibur respondió al instante con una sonrisa, aunque en su interior deseaba comprobar de primera mano la fuerza que había desarrollado Allen desde que mató al Gigax Leo.
   —En mi humilde opinión, un héroe debe ser el equivalente de un caballero. Según los valores de un caballero nunca se debe amenazar a alguien débil, Calibur.
   Al escuchar las palabras de Allen, Calibur se contuvo antes de que se riera descontroladamente, aunque una vez que dejó de reír, apuntó a Allen con su dedo índice.
   —¿Y quién eres tú para decir lo que hago o dejo de hacer? Tú eres solo un niño crecido, con tu edad, y no solo eres virgen, también tienes unas interesantes señales en las muñecas. Yo no llamo a eso ser un caballero, sino ser un completo idiota que cree en los cuentos de hadas.
   Calibur habló con ironía, aunque logró lo que quería, ya que Allen se mantenía erguido aunque su mano apretaba con fuerza el hacha mientras sus ojos brillaban.




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