Capítulo 22 (V2)

    Fuera de la Ciudad F, el espacio se agrietó y se rompió, formando un agujero del que salían unas escaleras de luz, bajando de ellas tres personas seguidas poco después por otras dos personas.
    Elisse y los demás se quedaron impactados por cómo se veía el Mundo Negativo. El cielo estaba teñido de un negro perpetuo, sin una sola nube a la vista o incluso alguna estrella. Todo lo que podían ver, a excepción de la ciudad a lo lejos, era un páramo de tierra y piedras con cadenas montañosas hasta donde alcanzaba la vista.
    —¿Éste sitio es el Mundo Negativo? ¿El mismo de donde vino el Umbralux Draco?
    Archibald sonrió al ver sus alrededores.
    —El problema no es dónde estamos, sino lo que puede haber aquí.
    Tras las palabras de Elisse, todos callaron y asintieron en silencio. Según la información facilitada por Aegis, la categoría 6 en el Mundo Negativo era algo normal, siendo los categorías 7 y superiores los verdaderos peligros.
    —Lo primero que haremos será...
    Elisse no continuó, ya que sintió una mirada penetrante, poniéndose a la defensiva no solo ella, también los demás.
    Un gran rinoceronte se podía ver a una distancia de donde se encontraban ellos, obviamente estaban en su territorio. El rinoceronte tenía una piel roja con diversos cuernos en su cuerpo, aunque Thomas se adelantó con una sonrisa mientras se relamía los labios.
    —Un monstruo que sigue en su hábitat... ¡Tiene que ser fuerte!
    Aunque Archibald estuvo a punto de contener al rinoceronte, Elisse detuvo a todos excepto a Thomas.
    El rinoceronte comenzó a correr hacia Thomas ante la provocación de éste último. Pero en el mismo momento que el rinoceronte golpeó con el cuerno que tenía en el hocico, Thomas lo había detenido con su mano derecha, e incluso lo levantó antes de matarlo sujetando sus mandíbulas superior e inferior con sus manos, separando todo su cuerpo en dos mitades.
    La túnica de Thomas estaba cubierta de sangre y unas especies de coágulos negros, por lo que se la quitó y mostró su cuerpo bronceado lleno de músculos.
    —Los monstruos de aquí no son gran cosa Elisse. 
    Thomas, bajo la túnica, vestía una armadura de cuero en su parte inferior, estando con su torso desnudo.
    —Coger a Allen será extremadamente sencillo, yo me encargo.
    Sin esperar la aprobación de Elisse, Thomas se giró hacia la ciudad y Archibald se quedó mirando el tatuaje del signo tauro en su espalda.
    —El "Berserker Zodiacal de Tauro"... pese a tener ese título, sólo es un categoría 6.
    —Piénsalo de manera diferente Archibald, lo usaremos para calcular la fuerza actual de Allen.
    Elisse comentó, aunque Archibald negó con una sonrisa pícara.
    —Allen mató a Marc usando el elemento tierra, ahora que está bajo la influencia del elemento oscuridad y estamos en este lugar, su fuerza ha llegado a un punto incomparable, creo que sólo un categoría 7 lo igualaría.
    Al oír las palabras de Archibald, un escalofrío recorrió la espalda de Elisse, ya que entre ellos ella era la única que estaba en la categoría 7 por lo que sabía a dónde quería llegar con sus palabras. Si no supiera lo mismo que sabía Archibald, ya lo habría matado por rebelarse contra ella.
    Una explosión resonó en la ciudad seguido por una luz roja que, al atenuarse, un gigantesco minotauro con piel roja y cuernos negros rebuznaba mirando a todas partes.
    —Thomas sigue siendo imprudente. Usar su Forma Gigax desde el principio...
    Archibald fue el primero en hablar, al igual que fue el primero en caminar hacia la ciudad, dejando a los tres atrás.
    —¿Vas a permitirle que actúe de esa forma Elisse?
    Zack preguntó alternando su mirada entre Archibald y Elisse, aunque en los ojos de Elisse había algo que encontró extraño cuando miraba a Archibald, como si fuera un leve rastro de... ¿miedo?

    El minotauro destrozaba los edificios que encontraba a su paso mientras algunas personas golpeaban su cuerpo con distintos tipos de armas.
    A cierta distancia, Shinobi y Titán miraban el monstruo con cierta pesadez, ya que era el quinto monstruo que los atacaba en lo que iba de día.
    —¿Cuántas habilidades le has detectado hermano?
    Shinobi habló a través del auricular, comunicándose con Sombra.
    <Dominio sobre el elemento fuego.>
    —¿Sólo es un categoría 1?
    <Es complicado... no sabría explicarlo pero sólo podemos detectarle esa habilidad.> 
    Tanto Shinobi como Titán se quedaron estupefactos.
Se sabía que las categorías servían para medir el número de habilidades que poseía un monstruo, por lo que cuantas más habilidades tenía pertenecía a una categoría más alta. Pero había algo que desconocían sobre las habilidades de los monstruos.
    —Hemos desplegado varios rangos B y ninguno le ha dañado. ¿Cómo está catalogado esta cosa en la base de datos de la Federación?
    Tras unos minutos, Sombra gritó, haciendo que Shinobi mirara al minotauro sin saber qué hacer.
    <¡Categoría 6, Gigax Taurus! ¡Evacuad a todo el mundo!>
    Sin embargo, como consuelo de Shinobi, pudo ver a Allen caminando tranquilamente hacia el minotauro.

    Cuando el minotauro vio a Allen, empezó a rebuznar, saliendo de su hocico dos torrentes de nubes blancas.
    —¿Cómo estás Thomas? Ha pasado un tiempo desde la última vez que nos vimos.
    Sin responder, Thomas, el minotauro, incineró a Allen con un pilar de llamas que apareció bajo sus pies.
    —Yo he estado... mentiría si digo que bien, al fin y al cabo, a nadie le gusta matar, pero Calibur y vuestro señor Aegis no me dieron otra opción.
    Un brillo negro brotó del interior del pilar, haciendo que desapareciera a la vez que Allen se mostraba vestido con un traje gris ópaco casi negro, mirando a Thomas sin ningún tipo de emoción.
    —El otro día, o semana, aquí se mide el tiempo muy mal, Marc no me dejó más remedio que matarlo... ¿Quieres acabar igual?
    Al hacer la pregunta, una siniestra sonrisa se dibujó en la cara de Allen mientras agitaba su mano derecha y aparecía una guadaña con un resplandor negro.
    A ojos de Thomas, Shinobi y los demás, Allen con su sonrisa y su traje mientras sujetaba la guadaña parecía la encarnación del dios de la muerte, esperando el momento de reclamar un alma, que en éste caso, era la de Thomas.