Capítulo 57 (V2)

    La alarma se disparó en el momento que varios monstruos aparecieron de la nada en el distrito comercial, por lo que Titán, Helen, Leid y varios héroes se dirigieron allí tan rápido como pudieron.
   Al llegar allí, todos se quedaron impactados al ver a los monstruos, ya que siempre habían sido gigantes pero éstos tenían un tamaño humano y los conocían de sobra.
   Algunos se parecían al Gigax Aries que derrotó Allen hacía tiempo, con la diferencia de que era minúsculo sosteniéndose sobre sus patas traseras y todo su pelaje había sido esquilado, su cuerpo poseía una tonalidad marrón oscura. Por supuesto, los Gigax Aries eran acompañados por otros monstruos que conocían, ya que eran parecidos a la difunta Elisse, la Gigax Virgo. En total, había alrededor de cien monstruos contando a ambos.
   Ambos tipos eran Imitor Virgo e Imitor Aries, creados por Laia.
   —General... ¿usted sabe de alguna estrategia de guerrilla contra tantos monstruos?
   Leid le preguntó a Titán estupefacto por la cantidad ingente de monstruos. Aunque Titán también se encontraba paralizado.
   —Me temo que aquí no hay estrategias Leid... cada uno de ellos son monstruos extremadamente fuertes... y juntos... ja... son casi un ejército continental.
   —Sin contar con que son versiones "Imitor" de dos personas afiliadas al Proyecto Perfección, lo cual complica aún más la situación.
   Helen agregó a las palabras de Titán cuando recordó el informe de Sombra y Shinobi cuando se infiltraron en Ciudad A y se enfrentaron a la clon de Elisse.
   —Aunque no todo es malo, no tienen habilidades... pero sí que tienen un físico espantoso.
   Leid tragó su saliva al escuchar a Helen, y Titán hizo crujir sus nudillos antes de girarse y mirar a los héroes tras el.
   —¡Escuchadme bien novatos inútiles! ¡Estos monstruos son falsos, son copias simples de los reales! ¡Los reales murieron a manos de Allen! ¡E incluso Sombra Carmesí y Shinobi fueron capaces de matar a una copia! ¡Sin embargo! ¡Vuestro trabajo es de apoyo! ¡Evitar que los civiles sean heridos y nosotros nos encargamos de ellos! ¡¿Entendido?!
   Todos los héroes gritaron mientras Titán se reía entre dientes y miraba a los monstruos.
   —Bien... Leid, ataca a distancia, Helen apoya a los novatos.
   Ambos asintieron y Titán se quitó la camisa militar amarilla mientras sonreía.
   —Sombra, Shinobi, Tim y Serval siguen inconscientes tras la lucha contra Archibald... Megan y Vicky están asegurando los alrededores de la ciudad con los héroes veteranos... y Allen está sin habilidad para luchar... así que mato yo solo a todos estos bastardos o muero en el intento.
   En el momento que terminó de hablar, Titán pegó un salto llegando a perderse entre las nubes del cielo antes de caer encima de una Imitor Virgo con su puño destrozando su armadura por completo a la vez que la sangre que salpicó llenó su cuerpo y los monstruos a su alrededor se fijaron en el.
   —¡Vamos clones de pacotilla! ¡Aquí tenéis a un pez gordo que podéis pescar!
   Titán golpeó con su puño derecho a un Imitor Aries a la vez que varios Imitor Virgo le clavaron sus espadas en sus piernas y vientre.
   —¡¿Eso... eso es... TODO!?
   Saliendo sangre de su boca, Titán giró su cuerpo y barrió a los Imitor Virgo lejos de el.
   —¡¿No podéis... hacer nada... mejor?! ¡Ése imbécil del Gigax Capricornus era más duro!
   Entre la vorágine de monstruos, una persona ataviada en una túnica con una capucha giró su mano.
   Los Imitor Virgo y Aries abrieron un camino entre Titán y la persona en la túnica.
   —¿Estás diciendo que tu Nivel de Crecimiento a sufrido un aumento? Eso es algo interesante teniendo en cuenta que no tienes nada que ver con el Proyecto de Lord Aegis.
   Titán miró a la persona en túnica mientras sus heridas se cerraban y sanaban.
   —¿Otro loco de lado de Aegis?
   —Si vas a insultarme, usa el género apropiado.
   La persona se quitó la capucha a la vez que Titán la miraba con ojos fríos.
   —Soy mujer, y me llamo Laia.

   En el tejado de los edificios, sin que nadie lo notara, Allen miraba tranquilamente la ingente cantidad de monstruos Imitor.
   —Así que, ¿esos son los Imitor que hace Laia?
   Allen se fijó tanto en Imitor Aries como en Imitor Virgo antes de negar suspirando.
   —Los reales eran mucho más fuertes, pero bueno... ¿Cómo debería hacer mi entrada?
   Mientras pensaba, Allen pudo ver como Laia caminaba hacia Titán y mostraba su rostro, haciendo que se mantuviera vigilante. Preparado para saltar del tejado a la mínima señal de peligro.

   Titán miraba a Laia seriamente.
   —¿Y bien? ¿No vas a llamarme loca?
   Al contrario de lo que pensaba, Titán apretó sus puños y habló.
   —Crea un Imitor Capricornus con toda la fuerza del real o incluso más, déjame enfrentarme contra el.
   —¿Perdón? Deberías saber que los Imitor no tienen habilidad, así que sería un Edward mucho más débil que el verdadero.
   Titán apretó aún más sus puños y se giró.
   —No obstante... uno de nosotros es mucho más fuerte que Edward. Su habilidad le permite copiar a una persona a la perfección, copia sus recuerdos desde el momento que lo ve, y copia su habilidad... incluso copia su propio ADN.
   Titán no la escuchó y siguió intentando matar a todos los monstruos Imitor creados por Laia.
   Al ser ignorada, Laia chasqueó la lengua y creó una espada en su mano con la que intentó atravesar el corazón de Titán desde su espalda. Pero en el momento que estuvo a pocos centímetros, un florete voló mientras rompía la espada y se clavaba en el suelo.
   Cuando Laia miró el florete más detenidamente pudo ver el broche entre el mango y la hoja, y el zócalo en el extremo del mango. Al recordar de quién era el florete, solo pudo dar un salto hacia atrás y crear barro con sus manos que tomaron la forma de varios Imitor Virgo y Gigax Virgo.
   A los pocos segundos de alejarse, una persona vestida con un traje blanco aterrizó en el suelo e hizo una reverencia.
   —Espero ser puntual mi querida Laia, al fin y al cabo, un caballero no debe hacer esperar a una dama.
   Sus palabras, al igual que su entrada, fueron el centro de atención de los héroes alrededor así como de Leid y Helen que miraban a Allen estupefactos, por no hablar de Titán, que creía que estaba viendo a un fantasma.
   —Allen... pero tú...
   Con un rostro complicado, Laia creó una gran nube de barro desapareciendo a la vez que aparecían muchos más Imitor Aries.