Caballero Cosmos

Capítulo 79 (V2)

    Allen respiraba pesadamente con su mirada fija en Aegis.
   —Tengo curiosidad Allen, ¿cómo te has vuelto un niño?
   Allen no respondió, se quedó mirando a Aegis recordando a Calibur cuando lo mató en el bosque.
   —Es lo que dijo Archibald... al controlar su forma Gigax, alcanza una evolución mayor.
   Con un pensamiento, Allen cubrió su cabeza con el casco y desapareció. Aegis se giró tranquilamente y miró detrás de él, donde estaba Allen lanzándole una de sus lanzas envuelta en agua y propulsada con viento y llamas.
   Aunque cuando la lanza impactó contra Aegis se rompió, y Allen lo miró absorto antes de volver a desaparecer.
   —Es inútil Allen, no podrás penetrar mi defensa absoluta.
   Tras sus palabras, tres Allen atacaron a Aegis a la vez con una espada cada uno, aunque cuando colisionaron con el cuerpo de Aegis se rompieron.
   —Eso es nuevo, ¿tu evolución nueva mejora tu velocidad?
   Los tres Allen se unieron en el central, que desapareció y apareció tras Aegis con dos martillos, todo en un total de dos segundos.
   —¿Ahora el arma que usas con el elemento tierra?
   Allen abrió sus brazos moviendo ambos martillos, formando una línea horizontal, antes de cerrarlos en Aegis que los detuvo usando sus manos.
   —¿Y eso es todo? ¿Esa es toda la fuerza que tienes tras todo lo que has pasado, tras todo lo que has matado? Eres un fracaso como arma y como humano.
   Aegis solo apretó un poco las palmas de sus manos sobre la zona de impacto de ambos martillos, rompiéndolos en pedazos. Al ver lo que ocurrió, Allen titubeó un breve segundo, aunque ese segundo fue suficiente para que Aegis apareciera frente a él y lo tocara en el hombro. Con ese toque, lanzó a Allen varios metros hacia atrás e incluso rompió gran parte de su armadura.
   —Es mi turno Allen.
   Al escucharlo hablar, Allen se levantó de un salto y creó una espada, aunque lo hizo tarde ya que Aegis lo golpeó en el casco, rompiéndolo y dejando ver la parte derecha de su rostro, sangrando.
   Allen, aguantando el dolor, saltó hacia atrás y miró a Aegis.
   —Tal y como hizo Dios, inundaré el mundo. Gran... Diluvio.
   Aegis solo levantó su brazo derecho hacia Allen, formando esferas de luz que lanzó hacia el.
   La primera esfera Allen logró cortarla en dos, la segunda la desvió y la tercera golpeó sobre su vientre haciéndolo escupir sangre.
   Cuando vio la cuarta esfera acercarse, Allen la atravesó hacia el suelo, fue entonces que Aegis cerró su puño y cientos de esferas de luz se unieron, formando un torrente que cayó sobre Allen.

 

   Archibald que veía la pelea entre ambos se relamía los labios con una sonrisa.
   —La fuerza de ambos... no puedo esperar para comerlos...
   Aunque en el último segundo, Archibald y Seira se retiraron a tiempo, evitando ser golpeados por el torrente de luz de Aegis, que estaba siendo dividido en dos por la espada de Allen mientras lo empujaba hacia atrás.
   Cuando el torrente dejó de caer sobre Allen, éste cayó al suelo.

 

   Al ver a Allen en el suelo, Aegis suspiró.
   —¿Eso es todo? No tendría que haber usado siquiera una técnica... eres demasiado débil para soportarla al fin y al cabo.
   Aegis dió un chasquido, haciendo que los héroes que observaban la lucha entre ambos aparecieran a su alrededor.
   —Escuchadme todos, a partir de ahora, la Federación se disuelve. Quién siga jugando a ser héroe, morirá por mi mano.
   Aegis miró a todos con una sonrisa, apareciendo al lado de Lady Rose y la agarró del cuello.
   —Cometes una infracción al tener un atuendo de héroe... y tu castigo... será la muerte.
   —Por encima de mi cadáver Aegis.
   Allen sostenía el brazo que usaba Aegis para agarrar el cuello a Lady Rose.
   —¿Sigues vivo?
   Aegis tiró a Lady Rose a un lado y miró a Allen con una sonrisa macabra, Allen en cambio lo miraba seriamente con el ceño fruncido.
   —Ya te lo he dicho... no pararé... ¡hasta usar tu cráneo de vaso!
   —¡Inténtalo mocoso!
   Allen envolvió sus puños en llamas negras y Aegis hizo brillar sus puños en diversos colores. Cuando ambos chocaron crearon una onda expansiva, aunque del choque, el guantelete y brazal de Allen se agrietaron.
   Allen apretó su mandíbula mientras sus comisuras sangraban y volvió a lanzar un puñetazo con llamas negras tras otro, chocando con los puños brillantes de Aegis.
   —¡Lluvia de Estrellas!
   —¡Proyección de Dios: Omnisciencia!
   La velocidad de ambos comenzó a crear imágenes residuales por todas partes. Mientras que Allen sangraba por su único ojo visible, Aegis sonreía como un maníaco y se encontraba en perfecto estado.
   Los héroes intentaban mantenerse alejados de ambos, pero una vez que empezaron a chocar, las ondas expansivas que provenían de todas partes evitaban que se movieran. Solo podían agacharse y evitar ser atrapados en su pelea.
   Allen apareció en el aire con su puño brillando en llamas negras que cambiaron a un color dorado, brillando en conjunto con el signo de leo en su capa.
   —¡Impacto de Régulus!
   Aegis apareció tranquilo frente a Allen, aún sonriendo. Apretó su puño y se abalanzó sobre Allen.
   —¡Proyección de Dios: Omnipotencia!
   Volviendo a chocar sus puños, crearon otra explosión en el espacio, aunque Allen sintió un dolor agudo y se alejó rápidamente de Aegis a la vez que su brazo derecho caía.
   —Mierda...
   —Venga Allen, sigue... te lo ordeno... ¡Proyección de Dios: Autoridad Ilimitada!
   Con su técnica, Aegis marcó a Allen, que en el peto de su armadura apareció un aro que empezó a arder. Allen se dio cuenta de que el aro una vez atravesara su armadura llegaría a su corazón, matándolo en el instante.
   Allen levantó su brazo izquierdo, formando una luz roja intensa y creando una espada roja mientras que el signo de escorpio en su capa se iluminaba junto al de leo.
   —¡Espada de Antares!
   —Eso ya me gusta más, ¡Allen!
   Allen se lanzó contra Aegis con su espada, y Aegis, sonriendo, corrió hacia Allen con su puño brillando.
   —¡Proyección de Dios: Omnipotencia!
   Cuando chocaron, Aegis dejó de sonreír por un breve segundo antes de destruir la espada usando más fuerza. Allen se movió a una velocidad vertiginosa, desapareciendo de la vista de Aegis, sin embargo, el miraba su mano.
   —Jeje.... ¡Proyección de Dios: Omnipresencia!
   Con solo levantar su mano, Aegis desapareció y reapareció en el cielo agarrando a Allen del cuello, tirándolo al suelo.
   —¡Proyección de Dios: Omnipotencia!
   Viendo el puño brillante de Aegis acercarse, Allen apretó su puño izquierdo a la vez que la armadura cambiaba a un tono marrón oscuro y el signo de tauro en su capa se iluminaba.
   —¡Estampida de Aldebarán!
   El puño de Aegis chocó con el de Allen, creando un terremoto que sufrió Allen al ser el centro del mismo.
   Tras el enorme temblor, Aegis escupió sobre la armadura de Allen y se alejó caminando. Todos los héroes miraban en la dirección de Aegis, aunque al escuchar detrás de él el sonido de la tierra removiendose se giró, viendo a Allen levantarse sangrando por la boca y gran parte de su armadura rota.
   El brazo izquierdo de Allen también se rompió, ya que lo dejaba caer al igual que su brazo derecho.
   —¿Eso... es todo?
   Aegis sonrió y apretó su puño derecho, haciéndolo brillar.
   —Proyección de Dios: Omnipotencia.
   Aegis se giró hacia Allen con su puño brillando intensamente, aunque al contrario de lo que creían los demás héroes, Allen no se alejó de Aegis ni intentó huir, sino que se acercó a él paso a paso dejando un reguero de sangre tras él.
   —Dime Aegis, cuando miras a alguien por primera vez y a partir de ese momento te gusta su forma de reír, de hablar, de ser, independientemente de todo. ¿Es eso amor o es cariño?
   Allen sonrió y una pequeña lágrima salió de su ojo izquierdo.
   —Para mí, al menos, esa es una forma de amar. Habrá quien diga que eso no es amar, que la palabra amor, es algo mucho más profundo y con un significado verdaderamente alto.
   Aegis llegó frente a Allen, sonriendo y golpeó a Allen en el vientre, enviándolo unos metros hacia atrás, cerca de algunos héroes que Allen miró antes de levantarse con una sonrisa.
   —Sobre el amor no hay ningún tipo de regla ni ley, si bien es cierto que ambas partes deberían tener cierto nivel de madurez, en su mayoría es algo innecesario para eso. Aunque...
   Allen miró al cielo, aunque su sonrisa se volvió extraña. Los héroes tras Allen se alejaron a los lados, ya que Aegis había vuelto a caminar hasta llegar frente a Allen.
   —¿Por qué no mueres?
   —Aunque a veces es algo incontrolable... ¿No te parece un sentimiento maravilloso? Que solo un sentimiento efímero sea capaz de obrar tales milagros como en los cuentos, capaz de romper cualquier hechizo.
   —¡Proyección de Dios: Omnipotencia!
   Al contrario de lo que esperaba Aegis, Allen hizo que su cabeza chocara con su puño. Cuando Allen saltó hacia atrás para alejarse, la sangre manaba intensamente de su frente, nariz y ojos.
   —¿Cómo puedes aguantar mi fuerza? Se supone que soy... soy...
   —No eres un dios, Aegis. Además, creo que ya te he dicho como soy capaz de aguantar tu fuerza.
   —¿Amor? Esa es tu respuesta para cualquier pregunta, Allen, el amor no lo puede todo. Que no sepas eso es constancia de tu niñez.
   —Puede que sea un niño, al fin y al cabo, solo tengo catorce años. Pero prefiero creer en eso antes que convertirme en un adulto sin ninguna creencia.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.