Caballero Cosmos

Capítulo 80 (corregido)

Allen aterrizó en el suelo, dando vueltas y sangrando profusamente por sus orificios. En cambio, Aegis caminó hacia él tranquilamente.
Cuando empezó a levantarse lentamente del suelo, gran parte del peto de Allen se agrietó mientras mantenía su boca apretada fuertemente.
 —¿Ya no eres tan mezquino, Allen?
Allen solo se limitó a responderle con una sonrisa la cual hizo que los nervios de Aegis se crisparan, apareciendo justo frente a Allen y golpeándolo de nuevo con una patada.
La patada golpeó justo en el cuello de Allen, expulsando una gran bocanada de sangre mientras volaba un par de metros.
Allen apoyó su frente sobre el suelo, tosiendo sangre antes de reírse.
 —Jeje... incluso Calibur era más fuerte.
Haciendo un esfuerzo sobrehumano, Allen se levantó y miró al cielo antes de mirar a Aegis, que se acercaba paso a paso.
 —Tú pegas como una nenita, ¿acaso estás ya viejo profe? ¡Jajaja!
Aegis se detuvo y alzó su puño derecho al cielo, el cual comenzó a brillar intensamente.
 —Proyección de Dios: Omnipotencia.
 —Ya viene... esa abertura que tiene... necesito golpearla como sea...
Al segundo siguiente, Aegis se lanzó contra Allen con su puño en alza, fue entonces que en menos de un segundo Allen giró su cuerpo esquivando su puño y su pierna derecha, brillando en llamas doradas, golpeó el costado de Aegis a la vez que el signo de sagitario en su capa negra comenzaba a brillar.
 —¡Flecha de Kaus!
Con el golpe, Allen logró enviar a Aegis a unos kilómetros de distancia al igual que a él mismo.
Al levantarse, Allen sonrió aunque pronto se puso serio de nuevo, ya que Aegis se levantó igualmente y su costado derecho no tenía ni la más mínima herida.
 —Esto es una maldita broma... ¿cómo se supone que debo ocuparme de esta cosa?
Como si lo hubiera escuchado, Aegis sonrió de una manera muy lúgubre y alzó su mano hacia Allen.
 —Eso me suena...
Al ver las esferas luminosas formándose una tras otra tuvo un escalofrío en su espalda y creó una espada en su boca.
 —¡Proyección de Dios: Purga del Mundo!
Allen saltó justo en ese momento, cayendo en el sitio donde estaba segundos antes una esfera de luz que creó un agujero de cinco metros de profundidad. No obstante, frente a Allen había tres esferas de luz más las cuales dos de ellas las detuvo con sus pies y la última cortándola con la espada en su boca antes de impulsarse con las esferas de luz que pisaba, haciéndolas explotar.
Allen llegó justo detrás de Aegis, por lo que las esferas de luz acabaron desperdigadas en los alrededores, creando pequeños cráteres. Allen escupió la espada en su boca y sonrió a Aegis.
 —Ni siquiera puedes darle a una persona que tiene los brazos rotos, eres patético.
 —¿Ohhh? Te sorprendería saber que no he usado todo mi poder aún... pero te dejaré ver... el verdadero significado de un dios en la tierra.
Con sus palabras, Allen tuvo un mal presentimiento a la vez que todo el cuerpo de Aegis brillaba intensamente.
 —Esta es la sublimación de mi poder, siéntete orgulloso Allen, ya que tú mismo has ayudado en mi creación.
Aegis solo se limitó a levantar la palma de su mano y dirigirla hacia Allen.
 —Encarnación de Dios: Génesis.
A partir de ese momento, en cuestión de milisegundos, Allen cayó al suelo desmayado debido a una ráfaga de luz.

 

Archibald temblaba de emoción, la técnica de Aegis "Encarnación de Dios: Génesis" abarcó varios kilómetros de distancia como un abanico, destruyendo y matando toda la vida que estuviera en su camino.
 —Definitivamente es el siguiente eslabón en la cadena tanto evolutiva como alimenticia, ni siquiera Allen y su Estilo de Caballero Cósmico puede matarlo.
En ese momento, un leve brillo llamó la atención de Archibald, el cual procedía de Allen.
 —Eso... es diferente...

 

Aegis también se giró hacia Allen, que ahora flotaba con cuatro luces a su alrededor que tomaron la forma cada una de los signos Tauro, Leo, Sagitario y Escorpio.
 —Bendición de Spica.
A las cuatro luces se le agregó una quinta tomando la forma de Virgo a la vez que Allen sonreía y flotaba en el aire tranquilamente con sus heridas curadas por completo.
 —¿Creías que era tan fácil matarme? Y además, ¿esa era tu supuesta técnica definitiva? porque era muy floja... ¿Nunca te he dicho que tienes el sentido de poner nombres a técnicas en el culo?
 —¿Cómo demonios sigues vivo?
 —Bueeeeno.... Tengo mis secretos profe jeje.
Aegis apareció justo frente a Allen y fue a darle un puñetazo en el rostro, pero antes de que pudiera darse cuenta estaba rodeado de agua. De hecho, todo en un área de cinco kilómetros estaba cubierto en una cúpula de agua.
Aegis también observó que había aparecido el signo de Géminis junto a los demás, girando alrededor de Allen.
 —¿Te gusta mi técnica Copia de Pólux? Simplemente he copiado la parte más profunda del océano en esta área, ahora mismo debes estar soportando mucha presión ¿no?
Allen no perdió el tiempo y al igual que hizo Aegis, creó diversas agujas marinas que apuntaban a Aegis.
 —¡Misiles de Piscium!
No contento con eso, Allen creó un torbellino que arrastró a Aegis y las agujas que creó.
 —Tormenta de Sadalsuud.
Junto a los demás signos, se unieron los de Piscis y Acuario.
Tras unos segundos, Allen chasqueó los dedos e hizo desaparecer la cúpula de agua.
 —¿Y bien? ¿Qué te parecen mis nuevas habilidades y mi Estilo del Caballero Cosmos? ¿O crees que debería llamarlo Estilo del Caballero Cósmico?
Aegis lo miró unos momentos y sonrió. Allen, en cambio, sonrió tranquilamente al ver un rasguño casi imperceptible en la armadura pectoral de Aegis.
 —Nunca deberías haber obtenido tantas habilidades al usar el diamante... se suponía que solo te otorgaría una velocidad equiparable a la luz... ¿cómo puedes tener tantos poderes?
Observando a Allen fijamente, Aegis pronto llegó a una conclusión.
 —Quizá sea debido a que mutaste todo tu ADN usando el gen evolutivo.
 —¿Y qué pensaría Veldor?
 —¿Quién?
Allen negó y creó dos espadas.
 —Quería sacarte un par de respuestas sobre esa persona, pero creo que será imposible...
Las espadas en manos de Allen estallaron en llamas negras a la vez que caminaba hacia Aegis lentamente.
 —Lo mejor sería terminar con tu megalomanía...
Aegis miró a Allen y se rió antes de apuntar con su dedo hacia el.
 —¿Y quién te crees que eres para conseguirlo?
 —Un niño, pero puedes llamarme Cosmos... ¡Caballero Cosmos!
En el momento que Allen cortó hacia Aegis, él atravesó su garganta con su mano.




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