Caballero Crono

Capítulo 06 (V2)

    Veldor sonrió y desapareció cuando vio como Allen destruía al Excetra Turbo, mientras que varios soldados llegaron a la zona del combate y apuntaron con sus armas a Allen.
   —¡Rango B, Manipulador Oscuro. Rango A, Sombra Carmesí. Rango F, Cronómetro! ¡Entregaros sin oponer resistencia!
   Tanto Tim como Sombra hicieron una mueca a excepción de Allen, que se apuntó a si mismo y preguntó.
   —¿Yo soy Cronómetro?
   Luego miró a Sombra que asintió, aunque al volver a mirar a los soldados uno de ellos le disparó en el hombro. La bala le penetró la hombrera y le atravesó el hueso, provocando un hilo de sangre que empezó a salir del agujero junto con un grito de dolor.
   —¡Al.. Crono!
   Sombra gritó mientras Tim apretaba su mandíbula. Si no estuviera cicatrizando su herida, podría haber usado su habilidad para desviar la puntería del soldado.
   —Eso ha sido solo una advertencia, Cronómetro. La siguiente será dirigida a tu cabeza.
   Allen se derrumbó en el suelo, sujetándose el hombro, mirando al soldado con su rostro oculto por el casco.
   —¿Y bien, Cronómetro? ¿Vas a entregarte?
   —Te perdono.
   Los soldados miraron a Allen sin entenderlo, pero Allen simplemente se levantó temblando y sonrió debajo del casco.
   —No es tu intención matarme, y mucho menos haberme disparado, era una orden en tu trabajo. Por eso te perdono. Nosotros somos humanos, y como tal, es normal que tengamos errores y fallos.
   —Oye, este tío esta loco ¿cierto?
   —¿Qué le pasa por la cabeza? ¿Acaso no tiene miedo de morir?
   Los soldados comenzaron a hablar entre sí, comentando la absurda palabrería de Allen. El capitán del grupo de soldados se rió y dio una orden a los soldados.
   —Traed al rehén.
   Allen prestó especial atención con solo escuchar las palabras que dijo el capitán de los soldados. Pero cuando vio que tenían esposada a una mujer, la cual tenía varios rasguños en la ropa y heridas ocultas por lo que le quedaba de ropa, Allen se mantuvo en silencio.
   —¿Y bien "héroes"? ¿Cambiareis su vida por la vuestra?
   Sombra y Tim estaban estupefactos mirando a la mujer. Pero en ese momento, Allen dio un paso adelante.
   —¡Bien! Parece que el más débil se dejará arrestar.
   No obstante, al contrario de lo que esperaba el capitán, Allen se quedó inmóvil al llegar frente a él, mirándolo fijamente.
   —Cómo puedes hacerle eso... ¡¿a una mujer?!
   Allen apretó su puño derecho y golpeó el rostro del capitán.
   Todo pasó en menos de un segundo. Al ver como Allen dejaba inconsciente a su capitán, los soldados dirigieron sus armas hacia Allen, pero sin saber cómo, Allen los noqueó a la vez a todos ellos.
   Luego Allen se dirigió a la mujer y usando sus manos, rompió los grilletes, liberándola antes de sujetarla en sus brazos y desaparecer con ella.
   Tim y Sombra se quedaron mirando el lugar donde había estado Allen segundos antes.
   —Oye Sombra... ¿eso se puede considerar como un ataque al gobierno?
   —No lo sé... pero no tengo ganas de averiguarlo ahora mismo.

 

   Allen dejó a la mujer en el interior del hospital, volviéndose el centro de atención durante unos segundos, antes de desaparecer.
   Reapareció cerca del instituto, y frente a él, estaba Veldor con la armadura dorada.
   —¡Y el Caballero vuelve a salvar a la dama en apuros!
   —¿Tú otra vez? ¿Qué vas a hacer ahora? ¿Y qué es eso de Caballero?
   Veldor se rió por dentro y empezó a caminar alrededor de Allen.
   —Ohh... Tengo que esperar un poco a que se concentre el miasma del Mundo Negativo antes de poder atraer otro monstruo de tipo gigante, así que no voy a hacer nada de momento. Respecto a lo de Caballero, es el nombre que tarde o temprano usarás, los motivos solo los sabrás tú, ya que nunca le dijiste a nadie el porque de llamarte "Caballero".
   Allen apretó los puños. Entendía el significado de llamarse Caballero, pero no se llamó así por timidez, porque pensaba que no volvería a convertirse en héroe, y porque pensaba que solo sería algo pasajero.
   —¿Y bien Allen? ¿Que tal tu segunda experiencia como héroe? Aunque tendrías que mejorar tu esgrima y artes marciales.
   —...
   —Entiendo. ¿Y la sensación de salvar a esa mujer de esos depravados soldados?
   —...
   Veldor se detuvo y suspiró.
   —¿No vas a responderme? Y yo que quería hablar contigo y decirte lo que tenía pensado para seguir jugando.
   Luego, Veldor sonrió bajo el casco dorado y miró a Allen.
   —Tengo pensado traer un monstruo muy especial... muy interesante... Dime, ¿tienes miedo de algo?
   —¿Miedo?
   Veldor se rió.
   —¡Os lo pasaréis... de muerte! ¡Te lo aseguro!
   Aguantando sus ganas de reír, Veldor miró a Allen a través de la visera de su casco.
   —Un consejo Allen, deberías cuidar tus espaldas, ya no eres el increíble Caballero Cosmos como cuando destruiste el bucle temporal de la vieja ballena, las habilidades que te otorga el gen evolutivo son diferentes.
   Allen sintió un escalofrío por su espalda al escuchar las palabras de Veldor. Girándose lentamente, vio varios soldados apuntándole con rifles.
   —Tu eres... ¿un súper soldado?
   Veldor se rió levemente mientras los soldados los rodeaban a ambos, estrechándose en especial alrededor de Allen que no tuvo más remedio que levantar sus brazos.
   El capitán del equipo se acercó a Veldor y ofreció un saludo militar mientras lo miraba seriamente.
   —Señor, no pensaba verlo aquí Señor.
   —Tened especial cuidado con este héroe. Su habilidad es del tipo metamórfico, no sabemos en qué más puede transformarse o si tiene otras transformaciones. Aunque...
   Veldor levantó el brazo, creando un muro de tierra que se alzó hasta el cielo desde el suelo. Luego dijo una proposición que dejó a los soldados sin aliento.
   —¡¡¡Crono!!! ¡¡¡Si lo destruyes de un golpe, te dejaré ir!!!
   Incluso el capitán tenía el rostro pálido por la declaración que hizo Veldor.
   El muro frente a Allen no tenía límite en el cielo, ni siquiera podía ver dónde terminaba, por lo que solo se resignó y miró el brazalete. Allen había usado el botón negro para asumir su forma de héroe, el interruptor azul para usar un ataque definitivo usando su cuerpo, y el interruptor rojo para usar el ataque definitivo junto a un arma, lo único que no había probado era el interruptor verde.
   Dudando, Allen lo activó mientras cerraba los ojos. Al volver a abrirlos, vio una espada de unos 175 cm de longitud y una anchura de alrededor de 30 cm. La espada poseía doble filo, y estaba hecha en su totalidad de una especie de cristal azul translúcido. En toda su hoja tenía dibujados varios relojes, los círculos se entrecruzaban con otros, por lo que algunos de los números romanos se volvían irreconocibles.
   Los militares estaban estupefactos viendo la espada de cristal frente a Allen, y no solo eso, la facilidad con la que Allen la cogió y la zarandeó en el aire un par de veces también los impresionó debido al tamaño.
   Colocando la enorme hoja sobre su hombro, Allen saltó con los ojos cerrados. Veldor miró sonriendo dentro del casco a Allen.
   —Señor, el mariscal podría quejarse de que deje escapar usted mismo a un héroe sin consultarlo con un general, incluso si es un héroe de rango F.
   —Julius es solo un anciano, me recuerda a esa vieja ballena. Además... nadie le dirá que he dejado escapar a un héroe sin relevancia... ¿verdad, soldado?
   El soldado tembló levemente y se mantuvo callado, con su frente llena de sudor.
   Veldor miró a Allen y vio exactamente lo que buscaba. Allen levantaba la espada por encima de él, preparándose para dividir el muro en dos mitades ayudándose de la fuerza de la gravedad, sin embargo y sin que el lo supiera, los relojes en la espada se movían y mostraban varias escenas.
   Las escenas mostraban a un gigantesco león blanco, el Gigax Leo, otras mostraban al Gigax Aries cuando arrasó la Ciudad F, mostraron también la batalla que tuvo Titán con el Gigax Capricornus y Allen atravesando su ojo, incluso mostraron cuando Allen accedió a su Estilo del Caballero del Odio y con solo una lágrima transportó toda la Ciudad F al mundo negativo... la última escena era la aparición del Umbralux poco después de la muerte de Archibald.
   Allen no era consciente de las escenas que se desarrollaban en la hoja de la espada, ya que tenía los ojos cerrados, pero Veldor sonreía como un maníaco debajo del casco.
   —Así que ese asqueroso gen evolutivo ha sellado tus recuerdos en esa espada... eso... va a ser un problema si quiero mi desarrollo...
   Allen hizo un corte vertical y se dejó caer al suelo, dividiendo el muro en dos durante su caída. Al llegar al suelo, se levantó una gran capa de polvo que al disiparse mostró a Allen en la misma posición que en la que cayó, a excepción de que le temblaban las piernas.
   —¡Bien!
   Allen miró a Veldor que lo aplaudía frente a él.
   —¡Lo has hecho genial! Nunca tuve dudas de que podrías hacerlo. Ahora eres... libre...
   Allen notó que Veldor hizo un extraño énfasis en la palabra "libre" cuando la dijo. Incluso los soldados bajaron sus armas al escuchar a Veldor, que le otorgó la libertad.
   Sin dudarlo, Allen chasqueó los dedos y desapareció.
   —Señor, ¿se fijó en las extrañas imágenes que salían de la espada de ese héroe?
   Veldor posó su mano en el hombro del soldado que habló.
   —Verás... el numerito de ser parte del ejército es solo algo temporal, mi primer objetivo es recuperar a mis "yos" atrapados en ese bucle...
   Tras sus palabras, Veldor agarró el cuello del soldado y con un simple tirón, le arrancó toda la garganta dejando a la vista la columna vertebral.
   —Cuando lo consiga estaré completo, luego intentaré que Allen reinicie la línea temporal. Pero habéis visto todos los recuerdos de Allen sobre el bucle de la vieja ballena, así que culpad vuestra suerte...
   Ningún soldado tuvo la velocidad suficiente para disparar a Veldor, ya que éste, con solo agitar su mano, hizo que el tiempo pasara más rápido para ellos, viendo en segundos como envejecían, morían, se descomponían y se volvían polvo.
   Luego, Veldor sacó una placa metálica y la tiró en el polvo mientras se transformaba en humano y caminaba tranquilamente, alejándose del área con los restos de los soldados y la placa que tiró, que con suerte cayó boca arriba, pudiéndose leer "Eclipsis, rango A".
   —¿Cómo reaccionará Julius? ¿Creerán que ha sido ese "Dios del Sol", que me ha fulminado con la misma ira con la que hizo aparecer al Umbralux?
   Al pensar en ese apodo, Veldor sonrió maliciosamente y se rió.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.