Caballero Crono

Capítulo 11 (V2)

    Veldor y Charibdys aparecieron en un lugar desértico. No había apenas luz, solo un vasto páramo blanco y oscuridad donde alcanzaba la vista en el cielo, a excepción de una estrella que los iluminaba y un planeta en su mayoría negro.
    Veldor miró a la mujer pelirroja y suspiró.
    —¿Te tenías que inmiscuir en mis planes y traerme a la luna, Moira? ¡Necesito que Allen recuerde el momento en el que mi otro yo apareció en el bucle de la vieja ballena!
    Moira, que a diferencia de Veldor se mantenía en el espacio exterior con su cuerpo únicamente, lo miró tranquilamente.
    —No te preocupes por eso Veldor. Tenemos su ayuda.
    —¿Su ayuda? ¿De quién?
    Moira mostró una sonrisa picarona y apuntó hacia arriba con su índice. Encima de ellos había dos personas, flotando en el vacío, tranquilamente, y sin darle importancia a su discusión, expectantes a lo que ocurría en el planeta negro.
    Una de las dos personas llevaba una túnica blanca con bordes dorados, en cambio, la otra persona tenía un aspecto muy único. Vestía un mono dividido en cuatro, cosido entre sí, la parte superior derecha e inferior izquierda eran rojas mientras que la superior izquierda e inferior derecha eran moradas. En su torso había tres pompones negros, y su gorro morado tenía tres puntas con cascabeles. Incluso sus zapatos eran parte del mono y poseían cascabeles en las puntas.
    La persona de la túnica se mantenía "sentada" cruzada de piernas en el vacío, en comparación con el otro que estaba tumbado en el vacío con sus manos cruzadas sujetando su barbilla.
    Veldor los reconoció al instante, ya que ellos eran seres superiores que trascendían el tiempo y el espacio.
    —¡Miiiiiiiira! ¡El pequeñín del limo está por tragarse a Titán y a Aegis! ¿Podemos ir, Ahorcado? Porfiiiiiiiii.
    —Ahora no, los límites que impuso el último Dios son claras, no podemos tocar el planeta aún.
    —Joooo, eres un aburridooooo. ¡Me voy a llorar!
    En ese momento, la persona que vestía como un bufón se giró y vio a Moira y a Veldor, sonriendo hacia ellos. Veldor vio que el bufón solo tenía en su rostro una máscara blanca que le ocultaba los ojos y nariz, y donde se situaban sus ojos, había una oscuridad impenetrable que ni siquiera su visión de Odín podía atravesar.
    Tras un segundo, ese payaso agarró al Ahorcado y empezó a zarandearlo.
    —¡Mira mira mira! ¡La golfa ha traído al perdedor!
    Moira hizo una mueca de disgusto por un segundo. El hombre con túnica dejó de mirar el planeta y miró a Moira y a Veldor.
    —Veo que ambos estáis aquí. El único que falta es Archibald, recemos a Dios porque su alma descanse en su regazo eternamente.
    —¿Descansar? Pfff... ese humano asqueroso se convirtió en un monstruo con tal de obtener el trono.
    El payaso sonrió mientras decía esas palabras, y Veldor pudo ver que mientras hablaba, el hueco de la máscara donde debían estar sus ojos brillaban con dos puntos rojos intensos antes de desaparecer.
    —Ese humano se deshizo de mi regalo y se creó en sí mismo un poder equivalente. Encerró mi Vorax en ese cristal de mierda y se lo comió.
    En este punto, el payaso señaló a Veldor con su índice, sonriendo.
    —Y tu presencia siempre estuvo en el bucle, eres el más indicado para explicar lo que ocurrió.
    Antes de que el payaso pudiera hacer nada, el planeta negro irradió luz, tanta que incluso eclipsó el sol.
    Todos, incluyendo al Ahorcado, estaban serios... a excepción del payaso, que sonreía mientras en su mano aparecían tres cartas de poker, las cuales eran la sota, la reina, y el rey.

 

    Allen se encontraba rodeado por el Fimus Chaos. El limo lo había absorbido casi todo en el planeta.
    —Es diferente a como lo soñé...
    <La ocurrencia de sueños premonitorios es una habilidad que le ha sido otorgada al usuario temporalmente, aunque su tasa de fiabilidad es menos del uno por ciento, ya que solo informa sobre monstruos excepcionalmente fuertes y no cómo aparecen o dónde. Es un recurso para combatir con éxito al Charibdys.>
    —Pero bueno... ¡venga cosa rara...!
    Allen no escuchó la voz que hablaba en su interior, en cambio, hizo aparecer el espadón y lo apuntó hacia el Fimus.
    —¡Te voy a hacer filetes!
    Con sus palabras, el Fimus rodeó a Allen por todos lados. Incluso el suelo se agrietaba y de su interior emanaba el líquido negro gelatinoso que era el propio Fimus.
    Allen saltó a la vez que el líquido a su alrededor formaba una ola hacia él, por lo que agitó el espadón dividiendo la ola en dos. Fue entonces que vio el líquido negro en el filo de la hoja moverse, dándose cuenta de que el Fimus Chaos no era como los demás monstruos. Era un ente capaz de dividirse, multiplicarse, y formar diversos cuerpos a raíz de una pequeña parte del original, o en otras palabras, era como las células y tejidos en un cuerpo humano, todos se mueven según las órdenes del cerebro, y todos viven gracias al corazón.
    <El usuario se encuentra en grave peligro. Tiempo para la siguiente evolución... 30 días aproximados. No se puede disminuir el tiempo, ideando maneras diferentes de enfrentarse al peligro sin dañar al usuario.>
    Allen sintió que su cuerpo debajo de la armadura emanaba calor. Su piel la sentía pegajosa con la ropa, y su corazón bombeaba sangre como si hubiera acabado de correr una maratón.
    <¡Peligro extremo! ¡No se logra idear una manera de hacer frente a la amenaza sin sufrir daños! ¡Se procederá a forzar al usuario a despertar!>
    Sin darse cuenta, el mar negro a su espalda disparó una aguja negra que atravesó el vientre de Allen.
    Allen apretó la boca, sin dejar que saliera un grito y agarró la aguja que lo atravesaba, dándose cuenta de que era sólido. Cuando comprobó que era sólido, Allen se dio cuenta de la debilidad que tenía el Fimus Chaos, y a su vez, el gen evolutivo original en su corazón obtuvo la información que requería.
    <Se confirma que el Fimus Chaos no es un ente líquido, sino un ente físico capaz de disolverse. Contramedida encontrada... Implantando la contramedida en el subconsciente del usuario.>
    Allen sonrió y rompió la aguja negra con su puño. El cielo en este punto era negro, significando que el Fimus había atrapado al planeta entero en su cuerpo. Esquivando las agujas negras que salían del cuerpo del Fimus, Allen pulsó el interruptor en su brazalete, provocando que sus brazos y piernas se iluminaran a la vez que emitían chispas.
    Frente a Allen, el Fimus creó un enorme puño negro que impactó con el de Allen, provocando una explosión que barrió a Allen y gran parte del cuerpo del Fimus a su alrededor. Al disiparse la explosión, la armadura de Allen estaba agrietada por todas partes, incluso su casco se había destrozado en el proceso y mostraba su rostro. Sangraba por su frente y sus labios, aunque ignorando el dolor, miraba a todas partes donde se encontraba el Fimus.
    <Entrando en cuenta regresiva para desencadenar el golpe final. 10 segundos...>
    Allen saltó a la vez que el Fimus lanzó varios látigos negros de su cuerpo donde se había encontrado Allen, aunque en última instancia, creó otro puño negro y lo golpeó con el.
    <9 segundos...>
    El puño negro fue detenido por los brazos en cruz de Allen, que vio como sudaba una especie de espeso líquido negro parecido al alquitrán.
    —¿Qué demonios es esta cosa?
    Valiéndose del propio puño negro, Allen lo usó como trampolín y subió más alto en el cielo... aunque mantenía los ojos cerrados.
    —No mires no mires no mires no mires...
    <7 segundos...>
    Para mala suerte la de Allen, tener los ojos cerrados significaba que no podía ver al Fimus crear no solo un puño negro, sino un total de nueve puños negros que unió en un único puño gigante negro que lanzó hacia el, golpeándolo y elevándolo aún más en el cielo.
    <6 segundos... el usuario está en su límite físico y mental actual, necesita con urgencia la evolución preparada. Moviendo todas las células en el resto del cuerpo por orden de la célula maestra.>
    El golpe envió a Allen cerca del límite superior de la estratosfera, gracias a que tenía la armadura podía aguantar el cambio brusco en la presión. Aunque ahora que estaba tan alto en el cielo, podía ver con claridad la negrura que representaba el Fimus Chaos... parecía que el planeta entero se había convertido en un mar negro sin ningún rastro de vida.
    <5 segund... Cambio en la velocidad cardíaca del usuario. Comenzando por parte del usuario una evolución subconsciente.>
    Allen apretó los puños a la vez que del océano negro se levantaba un pilar dirigiéndose hacia él. Por la fuerza de la gravedad, Allen también se acercó hacia el pilar, aunque en el momento del impacto lo golpeó con sus dos piernas, notando un crujido y un dolor insoportable en ellas. Apretando la mandíbula, Allen saltó mientras activaba el interruptor, haciendo que sus piernas irradiaran luz y propulsándolo hacia el cielo.
    Había saltado con tanta fuerza pese a sus piernas rotas que había atravesado incluso la exosfera y, ahora, Allen miraba la Tierra apretando su puño derecho con toda la fuerza que le permitían sus músculos.
    Sin que él se diera cuenta, la armadura en su brazo formó una línea roja que pasaba desde el hombro hasta la muñeca, y allí, se dividía en cinco líneas que llegaban a cada dedo. Luego, Allen activó de nuevo el interruptor, haciendo que su brazo derecho se iluminara, pero sin ser suficiente, lo activó una vez más, haciendo que su brazo se comenzara a tensar y, bajo la armadura, sus vasos sanguíneos estaban comenzando a estallar.
    En el momento que la atracción gravitacional de la Tierra atrajo a Allen como un meteorito, colocó el puño frente a él.
    —¡Destructor Temporal!
    Mientras caía, el Fimus envió hacia el varias torrentes negras.
    —¡Versión Mejorada!
    Al impactar formaron una onda en el espacio, incluso el grupo de Moira, Veldor, Ahorcado y Payaso sintieron la deformación desde la luna. Sin embargo, desde allí, Payaso ocultó su boca con las tres cartas en su mano y comenzó a sonreír, y, a su vez, susurró unas palabras.
    —Liberar... límite.
    Tras las palabras del payaso, hubo otra onda en el espacio pero, a diferencia de la primera, los torrentes del Fimus empujaron a Allen, amenazándolo con absorberlo. Y el payaso sonreía con la boca abierta mientras la saliva caía de sus labios.




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