Veldor apareció a cientos de kilómetros de Ciudad C siendo esperando por Charibdys. Mirando al cielo se impactó por el tamaño que tenía una sola pata del Aranea.
—No por nada es una Categoría EX... aún así, ese Gordian es muy peligroso. ¿Qué habilidad tiene para que sea la misma persona que selló al Aranea, así como al Fimus?
Veldor activó su Visión de Odín y encontró a Moira aún en Ciudad C, por lo que usó las habilidades del Charibdys y abrió una grieta a sus espaldas.
—Moira.
Dándose la vuelta, cuando Moira vio a Veldor resopló y caminó hacia él.
—Diría que me alegro de verte, pero mentiría. ¿Cómo se te ocurre liberar al Aranea? Este evento no existió en nuestro tiempo.
—Se habría liberado con el tiempo incluso sin que yo hiciera nada, las cadenas estaban muy oxidadas y estaba siendo esperado por esa persona. No me extrañaría que lo hubiera matado en el momento que se hubiera liberado.
Moira lo miró sin comprender sus palabras, por lo que Veldor le explicó brevemente su encuentro con Gordian.
—¿Entonces esa persona es el que selló a las categorías EX? Eso es imposible, Veldor. Solo invocar un avatar con mi magia caótica ha sido agotador. No quiero imaginarme cómo debe ser intentar sellarlo.
—¿Y matarlo?
Con la pregunta de Veldor, Moira lo miró y empezó a dirigir su mirada donde estaba apuntado con su dedo, Allen estaba volando hacia el Aranea, se le podía reconocer por el miasma rojo carmesí que dejaba tras de sí.
—Esta descontrolado, pero dudo que pueda matarlo.
Veldor sonrió debajo del casco.
—El actual Allen me recuerda al Destructor, al menos con esa forma de bestia que tiene ahora.
—¿Qué insinúas?
Veldor se rió por lo bajo sin responder la pregunta de Moira, por lo que ella abrió la palma de su mano abriendo tras ella un portal hacia otra ciudad y desapareció en su interior. Una vez solo con el Charibdys, Veldor desactivó su transformación en Eclipsis y miró a Allen sonriendo con una extraña mirada.
—Si no hubieras detenido el tiempo usando tu estúpida magia caótica en esta ciudad, sabrías que hoy es cuando el Destructor apareció por primera vez.
Esa era una de las suposiciones a las que había llegado Veldor cuando estuvo en la cueva donde estaba sellado el Aranea. Moira uso su técnica de Tzolkin para crear un bucle continuo en el tiempo únicamente sobre Ciudad C sin tener en cuenta que el tiempo pasa normal en el resto del mundo, por ende, creó una paradoja. Hace días que Allen tuvo que haber llegado a Ciudad F y haberse encontrado con el usuario del gen evolutivo y el usuario del don del crecimiento, y tal y como estaba escrito en el Registro Akashico, haber hecho su elección.
Sin embargo, Moira se interpuso y reescribió levemente la historia, dando por resultado un Categoría EX que nunca debería haberse liberado de sus cadenas, el Aranea Cosmoe, y que la habilidad de Allen se descontrolara, dando por resultado la aparición del Modo Desatado.
Allen estaba a unos segundos de impactar contra la base de la pata del Aranea, por lo que impregnó su brazo derecho en llamas carmesíes y cuando llegó, la golpeó con toda su fuerza.
Al contrario de lo que esperaba, la base ni siquiera se inmutó, haciéndolo rugir de rabia, por lo que con un rugido lleno de ira acumuló miasma rojizo en su brazo derecho.
—¡Impacto Carmesí!
Cuando lanzó el golpe esta vez, la pata del Aranea tembló levemente y todo el cuerpo de Allen, al igual que la pata, tembló como si hubiera golpeado un muro de hierro.
El puño derecho con el que había golpeado al Aranea estaba sangrando, de hecho, el guantelete se había roto y por sus grietas fluía la sangre de Allen. Con otro rugido, Allen empezó a golpear con ambos puños uno detrás de otro sin darse cuenta de que de toda la pata del Aranea estaban saliendo protuberancias parecidas a tentáculos con un agujero minúsculo en su extremo.
Cuando Allen se dio cuenta de esos tentáculos tenía los puños ensangrentados y además, de los pequeños agujeros que poseían empezaron a salir disparadas pequeñas ondas de energía negra que distorsionaban su alrededor. Esas ondas eran pequeñas partículas comprimidas de materia oscura, por lo que si Allen no las esquivaba, podría darse por muerto.
Los disparos eran aterradoramente rápidos, llegando a Allen en dos segundos, por lo que dejó de estar a la ofensiva y concentró todo su miasma en sus alas, otorgándole una velocidad vertiginosa con la que pudo esquivarlos y moverse lejos de allí.
Los tentáculos siguieron el movimiento de Allen, y sin ser suficiente, más tentáculos emergieron de la pata del Aranea y se unieron a los tentáculos que lo seguían. Siendo perseguido, Allen rugía y miraba la enorme pata de reojo, aunque se guiara por su instinto de animal, algo de conciencia aún tenía como había mostrado anteriormente al hablarle a Payaso, por lo que su mirada se dirigió arriba, más allá de las nubes.
Con un gran rugido, se detuvo en el aire y aceleró hacia los tentáculos que lo seguían, desgarrando algunos con sus garras sin que las mismas pudieran dispararle su materia oscura. El resto, sin embargo, aprovecharon la ocasión para concentrar el fuego y dispararle, aunque Allen creó niebla roja usando su miasma.
Entre la niebla, Allen emergió por encima de ella y voló hacia los límites de la pata del Aranea, sin darse cuenta de que la Ciudad A estaba en el límite y en cierto edificio, dos personas lo miraban seriamente.
Allen se impulsó y continuó volando hacia el cielo durante unos segundos, pero incluso siendo un animal parcialmente, pudo ver que el ser al que se enfrentaba era extremadamente grande. Una vez atravesó la capa de ozono y llegó al espacio exterior, pudo ver al Aranea verdaderamente.
El cuerpo principal del Aranea era una esfera con ocho ojos y una gran boca con dientes, el cual estaba a varios años luz de distancia, cerca de Saturno. Sus patas se extendían casi infinitamente, ya que cada una de sus ocho patas había atravesado un planeta del sistema solar, quedando solo la Tierra.
Allen apretó los puños al ver el tamaño y se impulsó en el espacio, no hacia el Aranea, sino al Sol.
Editado: 10.11.2024