Caballero Crono

Capítulo 31

El Humanus sonreía mientras negaba y se acercaba a Guardián hasta estar frente a su rostro.
<Se podría decir que la existencia del gen evolutivo en su cuerpo actual es un efecto adverso del bucle de Archibald. Todas sus células se volvieron genes evolutivos, por lo que alguna célula se negó a dejar de existir y consiguió una evolución que le permitió instalarse en el cuerpo de Allen, pensando que era su anfitrión.>
En ese punto, el Humanus parpadeó, cambiando a un semblante serio mientras los iris en sus ojos temblaban.
<Aunque ese gen rezagado en su cuerpo admitió al verme que soy el anfitrión original, ese miasma rojo no solo lo limita, también está bloqueando su escapatoria e imposibilita una evolución para sobreponerse a ese miasma...>
El Humanus tenía sus puños cerrados mientras miraba a Allen, golpeando incesantemente al Vulpes sin darle ningún descanso.
<Pero no lo comprendo... ¿qué vio el Antiguo Dios en ese humano? Se suponía que dejó el don del crecimiento y a mí mismo para resguardar el equilibrio antes de morir, no podía saber lo que ocurriría en el futuro... ese anciano estaba en su lecho de muerte...>
—Pero os jodisteis todos con mi existencia.
El Humanus se giró para mirar a Guardián, que sonreía y le devolvía la mirada, desafiándolo.
<¡No con la tuya! ¡El Destructor apareció! ¡Esa criatura no se contentaba con solo matar, quería borrar toda la realidad!>
Guardián empezó a reírse, poco a poco se estaba librando de la restricción que le impuso Oscuridad en su cuerpo. Aunque el Humanus se acercó a él rápidamente y pronto empezó a gritarle.
<¡Cállate!>
Ignorándolo, Guardián siguió riéndose sin parar, por lo que el Humanus le propinó un puñetazo en su vientre, haciéndole toser una bocanada de sangre aunque no evitó que siguiera riéndose.
<¡Deja de reírte!>
—Siempre habláis sobre el Destructor, temiendo su poder. Pero los únicos que nos hemos enfrentado a él hemos sido nosotros, los Allen de otras líneas temporales alternativas. Inmortal perdió su humanidad para combatirlo, el Emperador selló a todos los seres vivos de la Tierra en un espacio atemporal y batalló con el una y otra vez, yo perdí...
Guardián se calló al mirar a Emma mientras una lágrima se deslizaba por su mejilla.
—Yo perdí a la mujer que amé... pude hacer que viviera como un espíritu, pero se sacrificó para que Allen despertara la habilidad Sentimientos...
Oscuridad, que había estado en silencio todo ese tiempo, sonrió y sujetó el cuello de Emma por su nuca.
—Creo que ya lo entiendo... esta brujita... ¿era tu amante?
—Suéltala... ahora.
Emma se resignó a la voluntad de Oscuridad, aunque no lo hiciera ni siquiera podía defenderse contra uno de los que luchaban por el trono de Dios.
—Ohh... Allen... Nunca cambias ¿verdad? Ni al ser tan viejo dejas de intentar proteger a alguien, incluso estando en una situación tan desventajosa como la actual.
—He dicho que la sueltes.
Oscuridad miró a Guardián, sonriendo mientras sus ojos destellaban de maldad pura.
—Está aquí gracias al Emperador Crono, por lo que me hace pensar que su existencia es necesaria en este evento.
Riéndose entre dientes, Oscuridad hizo que Emma fuera absorbida por un agujero negro que no dejó nada tras ella. Al verlo, Guardián se quedó petrificado mirando el lugar donde Emma estaba momentos antes, con su mente en blanco.
—Uy... Se me escapó...
—Oscuridad... desgraciado... estás muerto ¿me oyes?... ¡Te mataré ahora mismo!
El miasma de Guardián estalló mientras saltaba hacia Oscuridad, apretando su puño derecho.
—¡Ley de Combate: Gravedad Universal!
Aunque estaba a escasos centímetros de golpear a Oscuridad, el cual se reía al mirarlo en su ira desbocada, el Humanus intercambió lugares con su amo y sus brazos comenzaron a brillar con el fulgor del fuego rojo en su brazo izquierdo, y la profundidad del agua azul en su brazo derecho.
<¡Idiota! ¡Azteca Prohibido: Dios Dual!>
En ese segundo, Guardián no podía cambiar de dirección ni detenerse, por lo que chocó su puño con los del Humanus, creando una onda que barrió todas las inmediaciones del santuario abandonado.

Allen no sabía ni cuánto tiempo había estado golpeando el rostro del Vulpes, ni siquiera se acordaba del porque la golpeaba.
Había perdido demasiada sangre y estaba por desfallecer por anemia. El Vulpes, por otra parte, el hueso de su hocico se había roto hace tiempo en varios trozos por los continuos puñetazos de Allen.
Aunque Allen seguía agarrando con fuerza el cuello del Vulpes, sin dejarlo escapar en lo más mínimo, ya había logrado atravesar incluso la piel y los músculos, por lo que su mano no agarraba el cuello precisamente, sino la columna vertebral del Vulpes.
Cuando Oscuridad vio la escena al alejarse de la zona del impacto entre Guardián y el Humanus a través de una teletransportación, ni siquiera se atrevía a expresar lo que pensaba en voz alta.
Si el Modo Desatado era un monstruo, el Allen actual que se aferraba al cuello del Vulpes y seguía golpeándolo aún después de matarlo, a ojos de Oscuridad era un demonio salido de la peor pesadilla imaginable.
Incluso Oscuridad, siendo un ser casi inmortal y uno de los candidatos al trono del Antiguo Dios, habiendo visto una infinita masacre y muertes en múltiples lineas temporales a mano de sus apóstoles y el mismo, nunca había visto ese nivel de ensañamiento con un ser que ya estaba muerto.
Poco a poco, Allen dejó de golpear el rostro del Vulpes, llorando en silencio. Soltó su agarre sobre el hueso del cuello mientras suspiraba entrecortadamente y miró sus manos.
Oscuridad sonrió y se ocultó mientras su voz resonaba en el lugar.
—¿Y bien? ¿Estás contento? ¿Te sientes poderoso? Has logrado matar al monstruo, pero ¿a qué precio? No has sido capaz de salvar al hombre que murió... y más aún, estás solo ahora mismo.
Allen lloraba mientras se sentaba en el suelo, inmóvil mirando sus manos apoyadas en sus muslos.
—Te acabarás convirtiendo en un asesino.
Oscuridad sonreía cada vez más, deleitándose al ver a Allen llorar en silencio. Su interior estaba rompiéndose debido a sus propios sentimientos y emociones.
—¿Quién amará a una persona así? Tan infantil... tan inestable...
Las manos de Allen agarraron la hoja de la katana atrapada en su vientre, sacándola mientras su sangre salía de su cuerpo sin control.




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