Caballero Crono

Capítulo 38

Fortuna miraba a Allen en completa perplejidad. Había matado a un monstruo con su simple mirada, ni siquiera notó el miasma moverse en lo más mínimo del cuerpo de Allen.
—¿Cómo demonios has hecho eso...?
Ignorando a Fortuna, Allen dió otro paso, pero a diferencia de antes, una lágrima caía lentamente de su mejilla. Dolor, frustración, soledad, tristeza... toda clase de sentimientos negativos pasaban por la mente de Allen.
Fortuna intentó agarrar a Allen del hombro, no obstante, fue detenido al instante por Payaso, que lo miró sonriente.
—No vale la pena, el futuro ya está en nuestras manos. Un moribundo no puede hacer nada a estas alturas.
Fortuna negó mientras apuntaba a Allen con su dedo.
—Su miasma no es negro, a vuelto a evolucionar mas allá de lo conocido. ¡Su existencia es un peligro!
Payaso asintió mientras continuaba sonriendo, aunque sin que Fortuna se lo esperara, giró su brazo y se lo rompió, callando su boca con una pelota que introdujo en ella.
—Es interesante que evolucione. No está atado a la divinidad del Antiguo Dios, ni mucho menos posee el gen evolutivo... Míralo, está cayendo en la desgracia él solo. Aunque evolucione de nuevo no será más que carne muerta en poco tiempo.
Tras sus palabras, Payaso se giró y miró la espalda de Allen, que rezumaba miasma azul.
—Pero te has equivocado, Fortuna... eso no es ninguna evolución. El miasma negro lo creó el Destructor, por lo que deberías pensar de dónde viene ese miasma azul. Quizá...
Payaso saltó al lado de Allen, intentando tocarlo mientras de las comisuras de su sonrisa caía saliva, pero en el momento que tocó el miasma azul, vio y sintió lo mismo que Allen en aquel momento, haciendo que Payaso se alejara de él con un salto.
—Con un poco de suerte, podemos deshacernos de Oscuridad esta vez.
Payaso miró a Fortuna, sonriéndole.
—Voy a necesitarte a ti y a tu moneda, vamos a Ciudad F... tres días en el futuro.
Al escucharlo, Fortuna se paralizó del terror que sintió.
—¡¿Estás loco?! ¡Será el día del alzamiento, es demasiado peligroso!
Payaso lo miró con su sonrisa, haciendo solo una pregunta.
—¿Y qué?
La sonrisa de Payaso se empezó a desencajar, pareciendo una sonrisa perteneciente a un ser loco mientras Allen caminaba hacia la luz roja, llorando a su paso.
En ese instante, una persona apareció y desapareció en menos de un segundo junto a un destello azul, cosa que no pasó desapercibida a los ojos de Payaso y Fortuna, ya que esa silueta la conocían a la perfección.
—El dragón llorará, y el humano se alzará... El día en el que los sentimientos afloran... ¿Qué viste para describirlo así, Veldor?
Payaso se reía ante las palabras de Fortuna, no le daba ningún tipo de valor a esa profecía creada por un humano. Lo único en lo que Payaso creía fue en la visión de esa persona que apareció tan rápido como desapareció, así como la muerte segura que le brindaría a Allen.

En Ciudad F, en la cafetería frente a la universidad. Shinobi y Sombra se dirigieron rápidamente a las habitaciones del primer piso, entrando donde estaba inconsciente Mago y lo empezaron a golpear para que se despertara.
Debido al ruido, Megan y los demás tuvieron que cerrar repentinamente y miraron ambos ensañándose con Mago, ya despierto, y sin responder a sus ataques.
—¡¿Por qué coño no dijistes que Allen tiene ese tipo de futuro?!
Leid intentó sujetar a Sombra, antes de ser apartado por Shinobi que tenía en su mano la katana, con su hoja brillando con electricidad.
—Dame una buena razón para que no te corte en pedazos...
Mago no estaba impresionado ante los actos de ambos, era algo que se esperaba una vez que descubrieran la verdad, por lo que solo sonrió y se sentó en la cama mientras miraba el horizonte azul por la ventana.
—Ahora mismo... Allen debe estar pasando un tormento...
Shinobi estalló, con su cuerpo comenzado a emitir chispas mientras elevaba la katana.
—¡Eres carne muerta, anciano!
—Ahh...
Suspirando, Mago miró a Shinobi a los ojos.
—Lo quieras o no, es la única manera de que Allen pueda avanzar. Su Modo Ruptura, creado por la divinidad cristalizada del Antiguo Dios, y su Modo Desatado, creado por el gen evolutivo al descontrolarse. Dos poderes incompatibles entre sí, que el gen provenga de la divinidad no significa que puedan coexistir. Cada uno busca la supremacía en su individuo.
Shinobi cortó con su katana, dividiendo la cama mientras miraba a Mago.
—¡¿Y eso es motivo para dejar que muriera?!
—Suficiente, de hecho, ya que posee un poder único que se está gestando y pronto estallará.
—¿A qué te refieres con que pronto estallará?
Titán apareció en la puerta de la habitación, tenía los brazos sangrando mientras miraba seriamente lo que ocurría.
—Allen hizo posible lo imposible... creó una habilidad de la nada sin usar la bendición del Antiguo Dios, ni el miasma del Destructor. En tres días, Allen será uno de los candidatos.
Leid miró en el móvil la fecha, recordando algo que ocurrió en el bucle de Archibald.
—El día que los sentimientos afloren, el dragón llorará, y el humano se alzará. Es una de las profecías que le dijo Veldor a Aegis durante el bucle.
Mago sonrió mirando a Leid.
—Correcto... El día del alzamiento es especial, un punto de inflexión en el tiempo, abierto al cambio. Veldor apostó por cambiar el futuro eligiendo a Aegis como el alzado.
—¿Pero qué significa exactamente?
Mago sopesó unos instantes antes de mirar a todos.
—Ser capaz de adueñarse y absorber el cristal de la divinidad remanente del Antiguo Dios es una de las posibilidades.
Leid unió los puntos rápidamente, dándose cuenta mientras su tez se volvía pálida.
—P-P-Pero...
—Allen murió porque era necesario, aunque la aparición de Destino fue un milagro en sí mismo. La divinidad cristalizada lo hubiera matado igualmente.
Mago se rió y continuó.
—Soy un tanto hipócrita... pero Allen hubiera resucitado igualmente incluso sin que Destino hiciera algo, existen seres mucho más aterradores que solo son comparables al Antiguo Dios. Luminoso y Oscuridad son solo niños en comparación a ellos. Y esos seres no hubieran permitido que Allen muriera, aunque estén durmiendo, pueden ver lo que ocurre en toda la realidad y actuar en ella.
Shinobi dió un puñetazo en el rostro a Mago, haciéndolo sangrar mientras seguía sonriendo.
—Pero ahora existe una nueva opción... Destino es un ser que alcanzó la divinidad por sí mismo, un dios que sigue siendo humano, ¿cuán difícil debe ser conseguir ese estatus? El debe saber de primera mano lo que puede ocurrir en unos días.
Shinobi estuvo por volver a golpear a Mago, pero fue detenido por Leid y Megan. Titán usó ese momento para dirigirse a Mago.
—¿Qué le ocurrirá a Allen cuando su nuevo poder estalle?
Con la pregunta, incluso el revoltoso Shinobi se tranquilizó y miró a Mago, el cual sonreía mientras miraba el horizonte por la ventana.
—Un milagro imposible forjado por sí mismo. Quizá... el futuro está a salvo.
Con sus palabras, todos sintieron una onda en el aire, que se expandía mas allá de lo que podían ver, por lo que salieron a la calle y vieron como en algún lugar de la ciudad se elevaba un pilar luminoso rojo que formaba una cúpula negra alrededor de la ciudad. Lo que no sabían es que, en realidad, estaba formando tres capas de cúpulas negras alejadas entre sí.
—Y comienzan las tres preguntas que hizo el Antiguo Dios a Allen.
Hablando Mago, Titán así como los demás, empezaron a escuchar una voz en su mente, andrógina, que hacía una pregunta sin cesar.
<¿Por qué quieres ser un dios?>




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