Con la repentina aparición de una herida, Aegis gritó mientras se llevaba la mano derecha al hombro, con su sangre escapando de entre sus dedos.
—¡¿Cómo lo has hecho?!
A diferencia de antes, Allen, aunque la mayoría de su armadura estuviera rota y estuviera sangrando, desaparecía y reaparecía en un parpadeo en cualquier lugar aleatoriamente.
—¿Cómo... Cómo lo haces...?
Riéndose, Allen apareció suspendido en el aire, sentado con las piernas cruzadas a unos dos metros del suelo. Estaba sentado sobre varios hilos y miraba a Aegis riéndose de él.
—Aah... Un mago no desvela sus trucos... ¿No eres capaz de averiguarlo con tu ciencia?
En el momento que Allen saltó de su asiento, volvió a reaparecer caminando en círculos alrededor de Aegis.
—De hecho, si uso estos poderes fácilmente podría matarte y no te darías cuenta.
Aegis, frente a las palabras de Allen, perdió los estribos y apretó su puño derecho, que comenzó a brillar intensamente.
—¡Entonces borraré toda la ciudad contigo! ¡Encarnación de Dios:...!
Sonriendo, Payaso se alejó y miró desde la distancia.
—Ya viene...
<Es inútil, Payaso. Actualmente, Aegis no puede vencer a Allen.>
—Cállate, Fimus. Me jodes la diversión.
<Está en juego la propia realidad. ¿Acaso no te importa?>
Sonriendo, Payaso miró a Fimus alrededor de la grieta, con el vacío de sus ojos brillando en un intenso rojo.
—¿Acaso crees que me importa? Quizá así aparezca de nuevo.
<El Dios de la Creación murió cuando huyó.>
Riéndose, Payaso negó.
—Ese anciano sigue vivo... Si estuviera muerto, sus hermanos habrían despertado y la realidad hubiera sido destruida hace eones.
Ante la afirmación de Payaso, Fimus se silenció.
Junto al puño de Aegis, una inexorable fuente de luz bañó todo frente a él.
—¡Génesis!
Frente a la luz, Allen se mantenía de pie mirándola tranquilamente. Sonriendo mientras apretaba el puño derecho, que estallaba en miasma azul salvajemente, miraba a Aegis mas allá de esa luz.
—¡Choque Celeste!
Junto al puño de Allen, su miasma se expandió, tragándose la luz en sí mismo y tomando la forma de un dragón azul, acercándose cada vez más a Aegis. Cuando el miasma azul llegó junto a Aegis, la cabeza de dragón que la formaba cerró sus fauces, arrancándole el brazo de raíz mientras el grito de Aegis resonaba en los oídos de todo el mundo.
Mientras se sujetaba el hombro sin brazo, Aegis miró con el rostro desencajado a Allen.
—¡¿Qué clase de monstruo eres?!
Sin darse cuenta de ello, el miasma azul había rodeado a Aegis y Allen en su interior, aún con la forma de un dragón y acechando a Aegis mientras Allen caminaba lentamente.
—Dijiste que era débil, no sé de qué te sorprendes.
Aegis se calló y caminó hacia atrás, mirando con temor a Allen.
—¡Loco bastardo!
Sonriendo ante las provocaciones de Aegis, Allen continuó andando mientras que, en contraste, Aegis intentaba alejarse.
Una vez llegó frente a Aegis, Allen sonrió y le lanzó un puñetazo que detuvo justo frente a él, tocándolo solo con su dedo. Esa fue la señal para que el dragón de miasma azul rugiera y atravesara a Aegis, y en su trayectoria, todo el miasma negativo salió de su cuerpo.
La armadura de Aegis se desprendía de su cuerpo mientras que incluso Fimus y Payaso miraban sin palabras lo que ocurría.
El miasma negativo se condensó en una esfera rezumante de niebla que el dragón azul se tragó antes de volver al interior de Allen. Tras ello, Allen sonrió.
Aegis se miraba la mano, con una mezcla de confusión y temor en sus ojos.
—Ya no eres ninguna amenaza, he eliminado tu habilidad del flujo de la historia con un poco de ayuda... ¿verdad?
A la pregunta de Allen, el miasma azul tembló y ondeó en toda la zona, siendo observado por Payaso que fruncía el ceño.
—¿Entonces ese miasma está vivo? Tsk... Este desgraciado se está volviendo un estorbo.
Allen miró a Payaso, con sus miradas encontrándose y el miasma azul ondeando alrededor sin acercarse a Payaso.
—Supongo que eres un puto cáncer, Allen... ¿Y sabes qué hace un doctor con el que tiene cáncer?
Sonriendo como un maníaco, Payaso comenzó a babear mientras su lengua lamía sus labios al mirar a Allen.
—¡Hay que extirparlos! ¡Y usaré a este inútil que posee el don del crecimiento como mi bisturí!
Alzando su mano, Aegis fue arrastrado hacia Payaso hasta que su cuello fue sujetado por su mano. En ese momento, Payaso infundió en Aegis a través de los orificios en su rostro su niebla negra.
Aegis no podía gritar debido a que su garganta y boca estaban llenas de la niebla negra de Payaso, pero por sus espasmos y su mano sujetando el brazo de Payaso podía verse que sentía como si estuviera ahogándose.
Allen miró la situación sin moverse de su lugar, ya que tras él estaban los soldados, profesores y alumnos, por lo que no iba a permitir que salieran heridos al alejarse de ellos frente a esa bomba de relojería conocida como Payaso.
Tras un par de segundos, Payaso soltó a Aegis y lo cubrió por completo con su niebla negra, sonriendo mientras miraba a Allen.
—¡Si ese imbécil del Humano Monstruo llamó esa evolución como Aegis Ultimax, yo lo llamaré...!
Al salir de la niebla, Aegis estaba envuelto en una armadura blanca con remaches negros y bordes dorados. Su armadura tenía enormes agujas afiladas en las hombreras, las grebas, y los codos. En su casco dos enormes cuernos salían de ella mientras que entre ellos había una cola de caballo de tono rojizo, la visera eran dos hileras de colmillos afilados y, sus ojos, eran negros con dos puntos rojos.
Al hacer un pequeño gemido de dolor, de la espalda de Aegis se expandieron seis alas rojas que le impulsaron levemente sobre el suelo, mientras miraba a Allen fijamente.
—¡Aegis Absolutus! ¡Una nueva etapa evolutiva usando el ADN perfeccionado de Humanus Draco!
Riéndose, Payaso sacó su guadaña rosa y la apuntó hacia Allen.
—¡Me encargaré de extirpar tu cancerígena vida de los planes de todos, Allen!
Allen miró de reojo tras él, todos estaban acobardados ante los sucesos que ocurrieron. Allen mostró una fuerza digna de un Rango S con su control sobre los hilos, que eran la historia de la existencia de las personas u objetos, y con la aparición de Aegis y no como héroe, a punto de matarlos a todos, junto con su metamorfosis a un estado parecido al de un monstruo, y ese extraño Payaso que parecía ser mas fuerte que el propio Aegis.
Editado: 10.11.2024