Caballero de brillante armadura

Era increíble

Se podría decir que todo lo que era una verdadera princesa, pero no era como cualquier princesa. Es algo que es muy difícil de explicar, mucho menos para alguien de la realeza como ella. No le gustaba que la trataran de forma formal, ni tampoco le gustaba que la trataran como si fuera alguien importante. A ella se le podía tratar como una vieja amiga.

—Princesa

Ella me echó una mirada penetrante y entre cerró los ojos. Yo me reí a carcajadas porque sabía lo mucho que le molestaba y lo había hecho a propósito.

—¿Qué sucede, majestad?

—¿Quieres que te mande a cortar la cabeza?

—Usted no es capaz de hacerme eso, ¿o sí, princesa?, dije acercándome a ella un poco más, pero de una forma respetuosa.

De inmediato, Dorothy se sonrojó y bajó un poco la mirada. Yo me alejé porque creí que se había sentido intimidada, pero ella me hizo un gesto con su mano para que me acercara.

—Tranquilo, ven. Oye... Sir London

—Ezequiel..

—¿Ves lo que se siente que te traten de forma formal?

—Tienes razón. Lo siento. Para compensar, te voy a llevar al lugar que quieras.

—Quiero ir al jardín de esmeraldas.

Me quedé paralizado un momento y tragué con fuerza porque hasta el caballero más valiente de Inglaterra le tenía miedo a los jardines de esmeraldas. Nadie de allí regresaba vivo.

—¿Estás segura de que quieres ir allá?

—Sí, siempre he querido ver las esmeraldas de cerca. Así que sí, quiero ir al jardín de esmeraldas.

—Pero Dorothy, eso está un poco lejos. No crees que una delicada princesa se quiera hacer ampollas en sus pies o hasta en sus manos por agarrarse de las piedras para escalar.

—¡Ay, vamos! No seas así

—¡Bueno, ya me convenciste! Pero tendremos que llevar algo para defendernos. No sabemos qué hay allá arriba ni tampoco sabemos quién es el guardián de esas esmeraldas.

—Solamente será un momento... Quiero observarlas y luego nos vamos.

—¿Tanto viaje para ir a observar unas esmeraldas? No puedo simplemente pedirle a tu padre que te dé una y ya después de todo eres una princesa

—Pero yo no quiero cualquier esmeralda. Yo quiero las que están allí, las que hacen que el cielo se vea verde con brillos, las que hacen que la noche brille con magia.

—¿Eres una persona aventurera, verdad? Y también creo que un poco loca.

Ella se rió ligeramente con esa sonrisa angelical que más bien parecía la de una muñeca de porcelana.

—Tal vez sí, estoy loca...

Yo también me reí y luego la tomé de la mano.

—Solamente que quede entre nosotros. No quiero que el rey se entere de que te lleve hacia allá.

—No te preocupes, soy una tumba. Me mantendré callada.

—Está bien. En ese caso, iré a preparar los caballos.

Fui a las caballerizas, donde agarré el caballo de la princesa y también el mío. Había pensado en que fuéramos los dos en el mismo caballo para que ella no se separara de mí, pero era un viaje un poco largo. Así que mi caballo no iba a resistir tanto.

—Bueno, princesa. Solamente voy a ensillarlo y nos vamos

Dorothy se subió en su caballo y yo en el mío. Yo, por otro lado, tomé las riendas de su caballo para mantener

—para mantenerla cerca de mí.

—Vamos, antes de que anochezca.

Iba prevenido con mi espada en la mano. Se me hacía un poco incómodo montar a caballo, pero no podía arriesgarme. Tenía que estar al pendiente de cualquier anomalía, porque no sabía cuándo se volvería a iniciar otra guerra.

—Es aquí, princesa... Póngase detrás de mí.

—Me voy a poner delante de ti y te voy a golpear si vuelves a decirme princesa

—¡Jajaja! Lo siento de nuevo.

Miré hacia todos lados hasta que por fin lo vi. Era una criatura completamente horrenda. Su pelaje era negro, y la criatura medía mucho más que yo. Sus colmillos se veían aunque tuviera la boca cerrada, porque se salían de esta. Sus ojos eran negros completamente, con una pizca de blanco por los lados que lo hacía ver brillante. Sus garras eran como las de una maldita bruja. Y, para colmo, la criatura hablaba.

—Venimos en son de paz..

—¡Nadie se va a robar las esmeraldas!

Levanté las manos en señal de rendición. Sabía que él no estaba hablando mentiras.

—Tranquilo, no vamos a robarnos nada. Solamente queremos observarlas un poco.

—¿Qué?



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En el texto hay: @caballero, @inglaterra, @guerras

Editado: 19.03.2025

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