Caballeros De Oscuridad

Capitulo III

Desde pequeño, quise acabar con mi vida, intente e investigue ciertas formas de suicidarme sin dolor, sin agonizar dentro de mis propios sentimientos que se encuentran en mi cerebro y mi cabeza.

Pero eso no fue lo que sucedió, me importaba un demonio mis padres, mi hermana, ella era mi motivo de salir adelante y no quitarme la vida. La quiero tanto, pero si ella se interpone en mis planes, no tendré más opción, que asesinarla.

—¡Dánae!

Mi hermana solo entro rápidamente, observo todo lo de su alrededor, vio la sangre, y como mis espadas estaban manchadas con mi propia plasma.

—¿Cuál es tu nombre mocosa?

—pregunto Helen.

—Dánae, Dánae Lamperouge.

Helen solo suelta una carcajada, no creía que tenía algún tipo de familiar cercano.

—¿Eres pariente de este imbécil?

—No le digas así, y por supuesto, soy su hermana.

Dánae rápidamente, con un código mágico, empujó a Helen contra la pared, tanto así, que le hizo escupir sangre.

—Se te acabo el tiempo, hija de perra.

Mi hermana seguía arrojandola contra la pared, más y más. Tanta fue la fuerza de Dánae, que destruyó la pared.

Helen solo se deslizaba por el suelo rápidamente, así, haciéndose daño por las pequeñas piedras que se encajaba en la cara.

—¡Esto no se acabará! ¡Ya verán!

—grito ella desde el otro extremo.

Ella de igual manera, lanzó el mismo ataque, haciéndola volar nuevamente.

—¿Estás bien?

—No, necesito que me ayudes, Dánae.

Mi hermana, solo me da una patada en la cara, y me amenaza con un cuchillo en mi cuello.

—¡No seas cobarde! ¡Lucha!

—No podía, me apuñalaron 10 veces con unas navajas y me encajaron dos veces mi daga.

El silencio reinaba en la habitación de mi hermana. Ella pone mis manos sobre mis heridas, y muy pronto, logro sanarlas.

Aunque alguien sane mis heridas, el dolor sigue siendo el mismo, solamente este código hace que te puedas mover ligeramente libremente.

—¿Porque llegaste tarde?

—le pregunté un poco adolorido.

—Perdoname por no estar aquí. La presidenta me estuvo hablando sobre los caballeros de luz.

—Que curioso... Ezra me comentó lo mismo.

— Acepte que entraríamos, es lo mejor, para los dos.

Me levanté deprisa al escuchar eso.

—¡Yo no estoy de acuerdo!

—Tranquilo, esto nos va a beneficiar.

—¡¿Sabes lo que hacen los que se unen a esa organización?!

—En efecto, luchan contra los guerreros oscuros en combates de muerte.

—¿Y sabes lo que hacen los guerreros oscuros?

—Crean monstruos, son humanos solamente, les modifican el ADN.

—¡¿Y aún así aceptaste?!

—Si.

Nos miramos fijamente, la tensión en ese lugar, llegó al estrellato.

—Dijiste que siempre me ibas a proteger, ¿No?

—pregunto mientras cruzaba su pierna con la otra.

—¿Vas a tomar esa excusa?

—No creí que fuera excusa, tu cobardía si que es excusa.

Me sentía mal al escuchar que mi propia hermana, me decía cobarde. No podía más soportar eso.

—Bien... Pero aún así, quiero hablar con la presidenta.

Me retiré de su habitación, y me dirigí a la mía, simplemente me quite mi ropa y me fui a la cama, quien diría, que unos minutos antes, estaba preparado para que me cortaran la cabeza.

En ese preciso momento, me entró una llamada a mi teléfono celular, veo que es Ada, una chica con cabello largo, negro, y unos grandes ojos color negro. Decidí contestar.

—¡¿Porque no me dijiste nada sobre la organización?!

—Tranquilízate, tu hermana acepto por los dos. Ya están dentro.

—Mierda, mierda... ¿Seremos peones?

—No tengo por qué mentirte, los guerreros oscuros están ganando poder rápidamente, necesitamos a más gente, o como tú los llamas, peones.

—Que descaro el tuyo. ¿Quieres ver a Dánae morir?

¿A tu mejor amiga?

—Ella estará en un rango que no podrá ser atacada con facilidad, lastimosamente, no puedo decir lo mismo para ti.

—¿Me prometes que ella estará bien?

—Te lo prometo, ella tiene muy buenas calificaciones en cuestión a los códigos mágicos.

Esas palabras me daban tranquilidad, aún sabiendo, que mi rango era demasiado bajo, y yo podía morir, sin cumplir mi promesa...

—Bien, estoy de acuerdo, haz que ella tenga un rango superior.

—Excelente, necesito que vengan conmigo, pondré a prueba su combate.

—Muy bien, vamos hacia allá.

Termine la llamada, me puse mi vestimenta y salí de mi habitación. Fui a llamar a mi hermana para irnos.

—¡Dánae!

—¡¿Que sucede?!

—Tenemos que irnos, la presidenta nos mandó a llamar.

—¿No estabas en desacuerdo?

—Ella me convenció, ahora estoy a favor. Vámonos.

Ella de igual manera, se puso sus prendas, y partimos rumbo hacía la escuela, con la presidenta.

Saliendo de nuestro hogar, notamos a la gente con histéria, como si algo fuera a atacar la ciudad.

—¡Huyan, vienen los guerreros oscuros!

—mencionó una persona mientras tomaba de mis hombros.

Nuestra vista se enfoco en dos pequeños monstruos y en una persona debajo de ellos.

—¡Hola! ¿Cómo están?

—pregunto el extraño.

—¡¿Quién demonios eres?!

—pregunte, estaba listo en todo momento, por si había un movimiento en falso.

El chico solo se quita la chaqueta y nos logra enseñar el logo de los guerreros oscuros, estaba puesto en el pecho.

—Lo reconocen, ¿Verdad?

—Eres un ser repugnante.

—menciono mi hermana.

—¡Oh, vamos! Como una señorita dice esas cosas sobre mi.

—No eres el centro de atención, eh.

—En 10 segundos, Aiden Lamperouge, me lanzará un ataque, que resultará fallido. No lo intentes.

—¡¿Que?!

Estaba completamente sorprendido, no sabía los segundos exactos en los que iba a atacar al extraño, si no, como pudo saber que haría algo así.

—¿Cómo lo sabes?

—Mi nivel de magia sobrepasa el de ustedes dos, no son rivales para mí, no les queda resistirse.



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En el texto hay: fantasia, magia, combate

Editado: 28.05.2020

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