Gregory ha invocado su pesada armadura sobre él. Esta vestimenta oscura es una de las tantas razones por la cual él es considerado uno de los miembros más poderosos dentro de la Elite de fuego, pues su vestimenta es casi impenetrable.
El clon blande la pesada espada estando en contacto con la mía. Al hacerlo me empuja lejos de donde él está, pues el peso y la fuerza de su arma ahora es mucho mayor. Freno mi cuerpo usando la punta de las botas que arrastro en el suelo mientras enciendo mi espada en fuego púrpura.
El escudo anillar no fue destruido por la espada de Gregory, parece ser que ésta lo ignora. La próxima vez que me vuelva acercar a él debo tener mucho cuidado, aunque lo primordial ahora es romper esa armadura que lleva puesta, en caso contrario, no podré hacerle nada. Una vez que la armadura caiga, la batalla dará pie a volverse más difícil de lo que parece.
El clon de Gregory agita su espada cerca del suelo debido a su peso. Luego usa el impulso antes dado y la levanta a lo alto desde la derecha haciendo que ésta apunte al cielo con su brazo estirado. Al tener el arma en esta posición, el caballero la blande de arriba a abajo hacia adelante con una fuerza brutal, acción que dispara una gigantesca media luna negra que viene a toda velocidad contra mí, a la par que destroza sus alrededores gracias a su imponente poder.
Respondo a este ataque con un proyectil similar de mi espada, mas sé que posiblemente esto no va a funcionar, por lo que me doy a la tarea de moverme. Veo entonces cómo mi ataque es desvanecido al preciso instante en el que se topa con su némesis oscuro, éste lo pasa de largo hasta chocar contra la pared de piedra que es Astral, impacto que crea un tremendo revuelo.
Una vez evadido el ataque, antes de pisar tierra de nuevo, le lanzo a Gregory otras tres medias lunas púrpura. El caballero no se molesta en esquivarlas, por el contrario, deja que éstas vayan directo a él sin defenderse, ni nada por el estilo. Los tres ataques dan en el blanco, pero muy apenas logran ensuciar la armadura oscura, lo que hace ver a su usuario mucho más grande y más robusto de lo que él es en realidad.
El hombre levanta su espada, pero ahora de ella brotan ocho esferas de energía oscura que flotan alrededor de la gigantesca arma, luego se dispersan y de un momento a otro y comienzan a dejarse venir hacia mí. Me transformo en zorro y corro tan rápido como puedo esquivando cada una de éstas, mientras que Gregory me lanza más medias lunas desde allá donde se encuentra blandiendo su arma con una fuerza brutal y golpeando el suelo cada vez que hace esto, cosa que ocasiona que la tierra a su alrededor se levante.
«Debo crear un escudo nuevo, porque si Gregory usa la misma estrategia con las esferas de energía negra, probablemente ésta se convierta en la última batalla de mis aventuras». Me transformo en humano tan pronto la última esfera de energía oscura desaparece, mas Gregory levanta su espada para atacarme, a la par que inicio pronto el pequeño ritual para crear mi escudo; no obstante, mi enemigo lanza una poderosa media luna hacia mí, lo cual no me deja más opción que convertirme en espíritu púrpura y desvanecer lo que llevaba del anillo de fuego. Vuelo para retirarme de mi antigua posición viendo cómo el caballero oscuro crea otras ocho esferas oscuras, listas para atacarme una vez que regrese a la normalidad. Ya que no poseo el escudo debo ingeniármelas para poder esquivarlas sin salir lastimada, por lo que se me ocurre una idea que no había probado por miedo a que se sobrecargaran las botas.
—Espero estés lista, mujer —comenta el clon apuntándome con la punta de su espada, acción que provoca que las esferas vengan a por mí.
Tan pronto el fuego púrpura me regresa mi color, me dejo caer al suelo, y cuando tengo a aquellas formaciones negras enfrente, uso mis tacones para evadirlas. Gregory sólo se queda viendo con la espada en el aire, pues no se percata hasta dónde fui a dar, pero las esferas aún siguen viniendo detrás de mí, por lo que utilizo la propulsión una vez más hasta quedar a la vista del clon de fuego azul.
El clon, ni corto ni perezoso, lanza su media luna oscura a donde me encuentro; sin pensarlo yo recurro a los tacones para huir tanto del ataque de su espada como de la energía maligna que me sigue. Una y otra vez evado las agresiones hasta que las esferas desparecen y puedo usar mi látigo púrpura para envolver la mano con la que Gregory sostiene la espada. Una vez sujetado, disparo la habilidad de mis botas para girar a su alrededor y así envolverlo en el fuego que despide mi arma, lo que pega sus brazos a su cuerpo para que no pudiera atacarme y así tener tiempo para crear una gigantesca bola de fuego que lanzo a este ser.
—Buen intento, pero estas creaciones de Herald no son nada mas que juguetes para mí. —El caballero logra desatarse del látigo en llamas usando su fuerza; no obstante, la esfera ígnea da justo en el blanco antes que él poder siquiera darse cuenta de que existe. Por otra parte, no desperdicio mí tiempo y hago mi escudo anillar. Justo cuando lo termino veo que una media luna golpea mi barrera, pues Gregory se encuentra sujetando con una mano la bola de fuego que trata de aplastarlo, mientras que en la otra tiene su zweihander.
Entonces, antes de que pueda hacer algo más, hago explotar la esfera de fuego, bañando los alrededores de flamas y humo púrpura, de donde surgen varias medias lunas oscuras que esquivo con dificultad hasta caer al suelo. El humo se despeja y veo al hombre parado entre el desastre, regio y con la armadura algo golpeada. La explosión hizo su trabajo, por lo que me lanzo hacia su pesada defensa negra con mi espada bañada de fuego morado saltando desde el suelo. Al estar enfrente de Gregory nuestras espadas chocan, pues él se cubre sin esfuerzo de mi agresión.
—Estás demostrando que sigues siendo la misma. Aunque tu poder es muy inferior al de antes. ¡Patético! —exclama el hombre al vernos cara a cara, esto da pie a un duro duelo de espadas, pues yo debo soportar el peso de la gigantesca Widerstreit cada vez que me golpea y hacerla hacia un lado con toda mi fuerza, ya que Gregory da espadazos un tanto lentos, pero no lo suficiente al tratarse de un espadón sujeto con un sólo brazo. Por fortuna, mi agilidad y lo ligero de mi arma me ha permitido dar algunos espadazos rápidos a la armadura oscura, mismos que la debilitan al estar mi sable repleto de fuego púrpura.