Cacería Digital

Capítulo 2: El Precio de la Libertad

Los agentes de El Orden entraron en el edificio con pasos firmes, sus botas metálicas retumbando en el suelo como si cada uno de sus movimientos fuese un recordatorio de la opresión que ejercían sobre la ciudad. Axel miró el archivo en su pantalla por un último segundo, indeciso. Si lo tomaba, sería un punto sin retorno. Si lo dejaba, el sistema seguiría intacto, y NexTech podría seguir con sus oscuros planes.

"¡Axel, basta de pensar!", gritó Max mientras comenzaba a desconectar el sistema. "No tenemos tiempo para eso. ¡Tenemos que salir ahora!"

Pero Axel no se movió. Su mirada estaba fija en el archivo. Había algo en el nombre Proyecto Aurora que le provocaba una extraña sensación de familiaridad, como si lo hubiera escuchado antes, en algún lugar, en alguna conversación que no recordaba.

"¡Axel!" Max agarró su brazo con fuerza, pero fue demasiado tarde. Los agentes ya estaban cerca, y su presencia era tan imponente como un reloj de arena corriendo hacia el final.

"Desconecta todo", ordenó Axel, la adrenalina ya subiendo por su cuerpo. "Si salimos ahora, nunca sabremos lo que Proyecto Aurora es en realidad. Necesitamos esa información, Max."

Max lo miró, y por un instante, Axel vio la duda en sus ojos. Sabía que lo que pedía era arriesgado, y no solo por ellos, sino por todos los miembros de Syndicate. Si NexTech descubría que estaban tratando de exponer el archivo, serían los primeros en caer. Pero Max no dudó mucho.

"Hazlo."

Con manos temblorosas, Axel reabrió el archivo en su portátil. La contraseña era simple, casi demasiado fácil. "Aún están demasiado confiados", pensó mientras tecleaba rápidamente. La clave de acceso se deslizó sobre la pantalla, y cuando la introdujo, un nuevo conjunto de datos se desplegó ante él. Una red de información oscura, archivos cifrados y comunicaciones entre los niveles más altos de NexTech y gobiernos secretos. Axel sintió un escalofrío recorrer su espalda al ver lo que contenían.

Pero no fue eso lo que lo detuvo. Fue una sola línea dentro de un archivo que provocó que su respiración se acelerara.

"Operación Phoenix: Liberación de la red."

No entendía qué significaba, pero algo en su interior le decía que era mucho más grande de lo que pensaba. De repente, la puerta se abrió de golpe y un rayo láser iluminó la habitación. Los agentes de El Orden habían entrado en el centro de la base.

"¡Todos al suelo!", gritó Max mientras empujaba a Axel hacia una pared. Axel apenas tuvo tiempo de reaccionar antes de que el sonido ensordecedor de un disparo perforara el aire. Max lo empujó al suelo, cubriéndolo con su cuerpo.

"¡No te muevas!", ordenó Max, con la respiración agitada.

Axel observó, paralizado, cómo los agentes entraban y comenzaban a revisar el equipo. Sabía que el archivo en su portátil era su único activo ahora, pero si lo perdía... el futuro de Syndicate y el suyo propio quedarían en manos de NexTech. Y la ciudad nunca cambiaría.

Los minutos parecían horas. Axel sentía la presencia de los agentes acechando, observando, esperando el momento para apresarlos. Pero entonces, algo extraño ocurrió. Los agentes se detuvieron, mirando algo en la esquina de la habitación. Axel aprovechó la oportunidad. Con rapidez, conectó su dispositivo al sistema de redes del edificio y ejecutó un comando de sobrecarga. Las luces comenzaron a parpadear.

"Ahora.", susurró Max.

En un parpadeo, Axel y Max corrieron hacia la salida, pero no llegaron muy lejos. Un sonido familiar, uno que había aprendido a reconocer, hizo que Axel se detuviera en seco. Un dron de vigilancia. Estaba sobrevolando el techo, escaneando el edificio. Y, por supuesto, había comenzado a emitir una señal de alerta.

"¡Están cerrando las salidas!", gritó Axel. "¡Nos atraparán si no actuamos rápido!"

Max miró a Axel con una mezcla de desesperación y determinación. Axel sabía que no tenía mucho tiempo antes de que el edificio fuera sellado. Sin pensarlo, corrió hacia el panel de control, y con un par de movimientos rápidos, hackeó el sistema de seguridad. Las puertas se abrieron de golpe, permitiendo que él y Max pudieran escapar, pero a un costo. Un nuevo comando se ejecutó en sus dispositivos: un mapa de la ciudad. Pero no solo era un mapa cualquiera. Era una guía para llegar al núcleo de NexTech.

"Lo que encontramos... es solo el principio", murmuró Axel, con los ojos fijos en el mapa. "Esto es mucho más grande de lo que imaginábamos."

Max asintió, pero su rostro reflejaba más miedo que comprensión. "Axel, tenemos que irnos, ahora. Las fuerzas de El Orden no tardarán en alcanzarnos."

"No. Tenemos algo mucho más importante que hacer."

Axel miró el mapa una vez más, y vio la ubicación de la central de NexTech. Era el centro del control absoluto de la ciudad. Y ahora, él sabía cómo entrar.

Pero a medida que avanzaban hacia la salida, el sonido de las sirenas llenó el aire. Axel sabía que El Orden ya no iba a dejarlo escapar.



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En el texto hay: thriller, hackers, ciberpunk

Editado: 24.01.2025

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