El túnel parecía interminable. Axel y Max caminaban en la oscuridad, con solo las luces de sus dispositivos iluminando el camino. La humedad se pegaba a sus rostros, y el aire se volvía más denso a cada paso. No había un plan claro, solo la necesidad de escapar y encontrar una manera de exponer lo que NexTech había estado ocultando durante tanto tiempo.
"¿Qué crees que está pasando en la superficie?" Max rompió el silencio, su voz más baja que nunca. "Las alarmas deben estar sonando por toda la ciudad. El Orden debe estar buscándonos en todas partes."
Axel no respondió de inmediato. Sabía que la situación era más grave de lo que Max podía imaginar. No solo NexTech estaba involucrado. Había algo mucho más grande en juego, algo que había estado en las sombras de la ciudad durante años, y Axel lo había tocado accidentalmente al hackear Proyecto Aurora.
"No sé, Max. Pero lo que sea que hemos liberado no solo afecta a NexTech. Estoy empezando a creer que es el sistema entero."
Max frunció el ceño. "¿A qué te refieres?"
"NexTech no es solo una empresa, Max. Es una parte del sistema que controla Metropolis. Su influencia llega a cada rincón de la ciudad, desde la seguridad pública hasta la infraestructura, el control de los recursos y la comunicación. Si algo dentro de su red se ve alterado, todo comienza a tambalear." Axel sintió la tensión en su pecho. Las palabras que acababa de pronunciar no solo describían una conspiración tecnológica, sino algo mucho más aterrador. Si el virus que había soltado afectaba las bases del sistema, lo que estaban experimentando podría ser solo el principio de un colapso mucho mayor.
Max lo miró, claramente perturbado. "Entonces, si NexTech es solo una parte del sistema, ¿qué pasa si todo empieza a caerse? ¿Qué nos va a pasar a nosotros?"
Axel no tenía una respuesta. La verdad era que no sabía qué sucedería si el sistema colapsaba. Solo sabía que no podían detenerse. Había mucho en juego.
El túnel terminó abruptamente, y lo que apareció ante ellos los dejó sin aliento. Habían llegado a una vasta sala subterránea, donde un complejo de servidores de NexTech se extendía hasta donde alcanzaba la vista. Cada servidor brillaba con luces frías, como una malla interminable que conectaba la ciudad a través de cables, circuitos y datos. Este era el núcleo de la red, el corazón palpitante del control de NexTech sobre Metropolis.
"Esto... esto es el centro de todo." Max susurró, mirando a su alrededor. La magnitud de lo que estaban viendo parecía sobrepasar todo lo que habían imaginado.
Axel se acercó a una consola de control, que parecía ser la principal interfaz para todo el sistema de servidores. Había acceso directo a todo: la red de NexTech, la vigilancia en la ciudad, las bases de datos de El Orden, y los secretos más oscuros de la corporación. Axel sintió una mezcla de temor y excitación. Este era el momento en que todo podía cambiar.
"Vamos a entrar en el sistema. Aquí es donde El Orden mantiene todos los datos. Lo que hemos estado buscando está aquí." Axel comenzó a teclear rápidamente en la consola, con la esperanza de acceder a los archivos secretos de Proyecto Aurora. Pero en el momento en que sus dedos tocaron las teclas, algo inesperado ocurrió.
Una alarma resonó, más fuerte que nunca. Los sistemas de seguridad comenzaron a reactivarse a una velocidad impresionante, y las pantallas de la consola mostraron que alguien había detectado la intrusión. Axel no tuvo tiempo para pensar. Las puertas del centro de servidores se cerraron con un estrépito, y un fuerte resplandor verde comenzó a parpadear sobre las paredes. El sistema había activado un protocolo de emergencia.
"¡Nos han atrapado!", exclamó Max, al ver cómo los sistemas de seguridad comenzaban a bloquear sus rutas de escape.
Axel frunció el ceño y presionó las teclas con rapidez, buscando una manera de apagar las alarmas. Pero en ese momento, el sistema comenzó a bloquear su acceso. Los datos que estaba intentando recuperar se vieron corrompidos y reemplazados por una pantalla negra, con letras rojas que aparecieron lentamente:
"Has tocado lo que no debías. Ahora, enfrentarte a las consecuencias es tu único camino."
Un escalofrío recorrió la espalda de Axel. Sabía que algo mucho más oscuro estaba ocurriendo. No solo estaban siendo perseguidos. Habían desatado una amenaza mucho mayor de lo que podían comprender.
Antes de que pudieran reaccionar, las puertas se abrieron de golpe, y un escuadrón de El Orden irrumpió en la sala. En la cabecera del grupo, el líder de El Orden apareció, con una sonrisa fría en su rostro.
"Sabía que llegarías aquí, Axel." El líder se adelantó, y la luz de su visor verde iluminó su rostro. "¿Pensaste que podrías hackear todo el sistema de NexTech sin consecuencias?"
Axel miró alrededor, sabiendo que no quedaba mucho tiempo. El túnel que los había traído aquí ya no era una opción. Ahora, estaban atrapados. Pero en su mente, una chispa de determinación se encendió.
"No hemos terminado aquí." Axel dijo con una sonrisa desafiante. "Lo que hemos encontrado, lo que has tratado de ocultar, ya está fuera de tu control."
Con un rápido movimiento, Axel activó un segundo dispositivo, uno que había escondido en su bolsillo. Una serie de luces comenzaron a parpadear, y una explosión de energía recorrió la sala, provocando un cortocircuito masivo que apagó todos los sistemas de control.
Max aprovechó el caos para correr hacia la salida, y Axel lo siguió. Mientras huían, Axel miró una última vez al líder de El Orden. Sabía que la batalla no estaba ganada, pero las piezas del rompecabezas comenzaban a encajar. Habían tocado el corazón del sistema de Metropolis, y ahora el tiempo se volvía su enemigo.
Editado: 24.01.2025