Cacería Digital

Capítulo 6: La Caza Comienza

Axel y Max corrían a través del túnel sin mirar atrás. Sabían que no podían permitirse un segundo de distracción; el caos que acababan de desatar estaba más allá de lo que habían anticipado, y los agentes de El Orden no tardarían en localizarlos. La alarma seguía sonando en sus oídos, y el resplandor verde de los sistemas desactivados brillaba en la distancia, como una señal de que todo estaba a punto de derrumbarse.

El túnel se hizo cada vez más estrecho y oscuro, hasta que llegaron a una salida inesperada: una vieja puerta metálica, oxidada, que parecía haber estado allí durante décadas. Axel se acercó rápidamente y, con una presión mínima, la puerta se abrió con un chirrido sordo, revelando una nueva ciudad de sombras.

"¿Qué es esto?", preguntó Max, su voz baja pero tensa, mirando alrededor. Parecía un distrito olvidado de Metropolis, una parte de la ciudad que el tiempo había dejado atrás. Los edificios eran antiguos, con ventanas rotas y paredes agrietadas. Era como si estuvieran en las profundidades de una pesadilla, lejos de las calles iluminadas y controladas por la tecnología.

Axel frunció el ceño. "Este lugar... es un antiguo distrito de Metropolis. Un sitio fuera del alcance de NexTech y El Orden. No estamos tan lejos de la ciudad central, pero aquí es como si el tiempo se hubiera detenido."

Max observó, desconcertado. "Pero, ¿por qué venimos aquí? Si El Orden nos está persiguiendo, no parece ser el lugar más seguro."

Axel miró alrededor con cautela, luego se acercó a una pared y tocó un panel oculto. Un pequeño ruido metálico resonó, y una puerta secreta se abrió. "Este es el refugio que necesitábamos. El archivo que buscamos está aquí, Max."

Max lo miró sorprendido. "¿Aquí? ¿Qué es lo que estás buscando exactamente?"

Axel asintió, mientras comenzaba a caminar por el oscuro pasillo que se extendía ante ellos. "En Proyecto Aurora, hay más que solo datos de NexTech. Hay algo que han estado ocultando durante años. Algo que podría cambiarlo todo. El Orden no es solo un ejército de control. Son un componente de una red mucho más grande."

Ambos avanzaron en silencio, hasta que llegaron a una habitación cerrada, que Axel abrió con una habilidad sorprendente. Dentro, había una computadora antigua, aparentemente desactivada, pero Axel se acercó con confianza y comenzó a trabajar en ella. Mientras lo hacía, Max se quedó vigilando, inquieto.

"¿Qué estás haciendo?", preguntó Max, observando a Axel con más atención.

"Conectando los puntos. Esto es más grande que solo hackear una red. Esta computadora tiene el acceso a las operaciones secretas de El Orden. Lo que estoy buscando aquí... es el núcleo del poder que mantiene todo en marcha."

Axel tecleaba rápidamente, y las pantallas de la computadora comenzaron a mostrar líneas de código que fluían a una velocidad impresionante. Un momento después, el monitor parpadeó, y la pantalla se llenó de un mensaje:

"Bienvenido a la red central."

Axel levantó una ceja. "Esto es... más rápido de lo que esperaba."

Pero antes de que pudiera hacer algo más, la puerta detrás de ellos se cerró de golpe, y una voz grave, retumbante, llenó la habitación.

"¡Sabía que llegarías aquí!"

Axel y Max giraron, y allí estaba él, el líder de El Orden, con una mirada asesina en sus ojos. Esta vez, no estaba solo. Había varios agentes con él, todos armados hasta los dientes.

"Esto se acabó, Axel." El líder dio un paso adelante, su figura imponente destacando en la oscuridad. "Has tocado el núcleo de la ciudad, y ahora te enfrentarás a las consecuencias."

Axel, aunque consciente de que estaban rodeados, no mostró miedo. "Este es solo el principio, El Orden. La ciudad está a punto de despertar. No puedo detener lo que ya has dejado en marcha."

El líder sonrió de forma fría. "¿Crees que tienes el control? Estás demasiado lejos de entender lo que realmente está pasando. Metropolis no es solo una ciudad, Axel. Es un experimento, un ecosistema en el que El Orden ha sido la pieza clave, y tú, con tus pequeños juegos de hackeo, solo has desatado algo que no podrás controlar."

Axel miró al líder, sus palabras pesando más que cualquier amenaza. Sabía que no estaba luchando solo contra una corporación o un grupo de élite. Estaba luchando contra un sistema que había sido diseñado para controlar, manipular, y mantener a todos en la oscuridad.

"No voy a dejar que sigas con esto.", dijo Axel con firmeza.

En ese momento, el líder de El Orden levantó su mano, y los agentes comenzaron a avanzar. Pero antes de que pudieran llegar más cerca, Axel activó rápidamente un dispositivo oculto en su chaqueta. La habitación se llenó de una luz cegadora, y el sonido de la sobrecarga de los sistemas de energía resonó a través de las paredes. En un parpadeo, las luces se apagaron, y todo se sumió en la oscuridad.

"¡Corre!", gritó Axel, empujando a Max hacia una salida secreta en la pared. Los agentes de El Orden no pudieron reaccionar a tiempo, y el caos reinó mientras Axel y Max salían rápidamente de la habitación.

Se encontraron de nuevo en las calles oscuras del viejo distrito, pero esta vez no había tiempo para pensar en lo que acababan de hacer. El Orden estaba más cerca que nunca, y lo que Axel había descubierto en la computadora era solo la punta del iceberg.

"¿Qué fue eso? ¿Qué descubriste?", preguntó Max, aún fuera de sí por la tensión.

Axel respiró profundamente. "Lo que hemos desatado es más grande que NexTech y El Orden. La red que controla esta ciudad tiene un propósito mucho más siniestro. Si no detenemos esto, Metropolis no será más que una sombra de lo que fue."



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En el texto hay: thriller, hackers, ciberpunk

Editado: 24.01.2025

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