5- ¡Huye!

Las risotadas resonaron con eco por toda la habitación. Eran tres guardias de prominente tamaño que escuchaban muy divertidos la historia de aquel cobarde.

-Y entonces ¿Qué te hizo la mujercita, Kevin?- soltó uno de ellos.

-No fue algo peor que lo que tú le habías hecho a ella, viejo pervertido- intervino el tercer guardia.

Kevin debía admitir con mucha vergüenza entonces:

-Nada, no me hizo nada ¿Qué no es obvio?-

-Entonces ¿Qué haces aquí? - se mofó otro de los guardias.

-¿NO ME ESCUCHARON? LA MUJER ESCAPÓ. DESTRUYÓ LA JAULA-

Los tres enormes hombres se miraron entre sí.

-Eso es imposible- soltaba el primer guardia, incrédulo -Es la sección más segura del instituto-

-La jaula está hecha de acero revestido, con un diseño exclusivo del doctor Fitzgerald.  Igual que las puertas, y las cerraduras computarizadas que ni el mejor de los hackers podría violar-

-¡Escapó!- grito Kevin y ahora a los tres guardias se les había borrado por completo la sonrisa de sus caras. Entonces una sombra palidecía y arrugaba aquellos rostros burlones.

-Al doctor Fitzgerald no le va a gustar nada esto- dijo uno de ellos y eso bastó para que la situación en verdad los asustara a los tres.

-No tiene por qué enterarse. Busquemos a la maldita, que no debe estar lejos. De aquí no podrá salir- dijo el primer guardia.

A Kevin no le gelatina las entrañas. Él prefería enfrentarse al doctor Augusto Fitzgerald antes que tener que ir tras la criatura.

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En cuatro patas tenía una agilidad desconocida. Ella no habían tenido oportunidad de poder conocer sus capacidades, así que ahora empezaba a hacerlo.

¿Cuánto tiempo había pasado, desde la última vez que había visto el cielo estrellado?

Su mente estaba nublada, y apenas recordaba un mundo anterior a su aprisionamiento.

Ella no sabía cómo salir de aquel laberinto de frías paredes, solo corría y corría, y sus piernas también habían olvidado lo que era la libertad. Solo veía paredes interminables y no creía que pudiera alcanzar llegar a una salida antes de que los hombres la encontrarán.

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