Capitulo 1 (Cada Noche)

Cada noche, contemplo la constelación de Aries, como si con esta acción, lograra verte aunque fuera un segundo.

Pueden pasar los años, pero siento este dolor como si fuera primera vez.

En aquella ocasión, sabía que te volvería ver, siglos tendrían que pasar para que ese milagro sucedería, pero no ocurrió nunca.

Aquella noche… En donde tu cosmos se apagó, mi primer pensar era ir contigo.

Estuve a punto de desobedecer la misión que nuestra Diosa me había encomendado.

Solo para poder hacer pagar ha quien te había asesinado.

Mis sentimientos eran un caos y te confieso que aún lo son.

Sé que tú hubieras hecho lo mismo, estando en mi lugar.

Pero no fue así, yo no morí, fuiste tú.

Creo que ha sido el dolor más grande que he experimentado.

No me malinterpretes… Shion… La muerte de nuestros compañeros hace dos siglos, dolieron, pero fueron diferentes, tu siempre has sido importante para mí, tan preciado que hubiera dado todo y más, para protegerte.

Nuestro deber siempre fue primero.

Alzar mis ojos al cielo, se hace tortuoso, sé que aun que lo ruegue no pasara nunca, tú ya no estás en este mundo.

¿Dime dónde estás? Y ¿Cómo te encuentras?

Esas preguntas antes las podía contestar sin pensarlo, pero ya no se puede nunca más.

Perdí tu contactó, aunque no fuera físico, estabas allí… Vivías, como el patriarca.

Que te fueras, fue un gran impacto que me vacío el alma.

Si supieras como lucho… Por qué algún día pueda recurrir a tu mano.

Aquellas suaves, que podía sentir al ser jóvenes, sin importar el entrenamiento, tu deber como reparador, eran la única maravilla que deseaba sostener siempre.

Sé que tú ya sabias el desenlacé fatal en tu vida, que vendría pronto.

¿Por qué no me dijiste nada?

Aun rio ante esa respuesta, la conozco.

No lo hiciste, porque sabias que me olvidaría de estar en los cinco picos, y hubiera ido a cuidarte.

¿Acaso sabias de mis sentimientos?

Creo que fui demasiado obvio todo el tiempo, realmente no me importo.

Quería que lo supieras, nunca supe si fui correspondido.

Pero me gusta pensar que lo fui alguna vez.

Y creo casi estar seguro, me confiaste lo que más quisiste en este tiempo, a tu discípulo.

Descuida le brinde mi concejo, como hubieras querido.

¿Por qué tenías que ser siempre tan misterioso con todo lo que alguna vez fuiste?

Me bastaba un segundo para saber ¿Qué te ocurría?

Fue una habilidad que con el tiempo logre desarrollar.

Solo porque se trataba de ti.

Sabes… Perderte fue un precio muy alto para mí.

Puede que lo diga siempre, pero me duele cada día más.

Tengo arrepentimientos como cualquier humano, porque aun lo seguimos siendo sin importar el tiempo transcurrido.

Tal vez otro hubiera desechado estos sentimientos que siempre he mantenido. Fácil pude disfrutar una vida, con alguien más.

Me negué hacerlo, no podía traicionar a mi corazón de esa forma.

Aunque no sé si tú, alguna vez te enredaste con alguien… La verdad eso no me interesa.

¿Fuiste feliz siendo el patriarca?

Sé que lo más seguro estuvieras estresado día y noche, pensando ¿En que si lo hacía bien?

Debo decirte que sí, lograste hacer mucho.

No tienes por qué sufrir por nada. Ahora estas en otro lado, al que no puedo ir aun.

Mas el día, que parta a tu lado, no pienso dejarte ni un solo segundo.

Luchare por poder a tu mano recurrir, sin importarme nada más.

Aún falta tanto, para que eso ocurra… Pero mi mente se mantiene ocupada con nuestros recuerdos efímeros.

Si yo hubiera desobedecido aunque fuera una vez, sin importar tus reclamos o regaños, te habría ido a ver, y decirte que te amo, robarte un beso.

Posiblemente no te habría dejado hablar, y solo te abrazaría, hasta que derritiera tu cuerpo contra el mío.

Es verdad… Pienso de más al divagar.

Pero, ¿Puedes culparme?

Te desee de joven y aun lo sigo haciendo.

Te escapaste cual viento del norte celestial… No quisiste que eso pasara, pero ocurrió y en una profunda tristeza me condene.

En la próxima vida, no pienso dejarte escapar, nunca más.

Sabes Shion, nunca tuve oportunidad de decirte, pero tus tikas, siempre me gustaron, soñaba con besarlas.

Despertar a tu lado cada mañana, tu rostro ser lo primero que pudiera ver, abrazarte, besarte y pedir que no fuera un sueño.

Rogaría porque ese suceso ocurriera… Es demasiado tarde.

Nunca pasara, ya no.

Saber quién cometió este acto tan horrible, quisiera tenerlo delante de mí y hacerlo pagar.

Aun así, creo que me detendrías, como tus recuerdos lo hicieron esa fatídica noche.

¿Por qué tuviste que ser tan correcto hasta el último momento?

Claro… Aun así, sé que aprecias a cada uno de esos muchachos que criaste.

Para ti, pudieran tener una explicación o disculpa.

¿Dime como serias capa de perdonar al asesino de quien amas?

He vivido mucho, y comprendo sin duda como pensabas aquella noche, siempre tan maduro y sabio. Ya lo eras por la edad.

Yo también lo soy, y podría perdonar, pero no quiero hacerlo.

Debo aparentar como si mis sentimientos, mi dolor no existiera, no se nos permitió demostrar cuan cansados estábamos, como esto nos mataba lentamente, porque éramos los pilares.

Ahora solo quedo yo.

Es muy difícil mantenerme estoico y firme, ante tu perdida.

Quiero decirte, que aparte de llamarte borreguito, me hubiera gustado que supieras que eras mi estrella de Aries, lo que siempre miraba cada vez que el cielo nocturno se presentaba.

Me gustaba pensar que tú mirabas la constelación de Libra en las noches, aunque fuera unos segundos antes de dormir.

¿Dormías con una sonrisa en tus labios?

O

¿Tu rostro marcaba la preocupación de no ser lo suficiente?

¿Cómo lo es?

Conozco cada una de tus inseguridades.