Se quedaron callados unos momentos esperando que reaccionara a todo lo que me habían dicho pero yo no sabia que me aportaba aquello. ¿Habían venido a decirme solo que me iban a arruinar la vida?
- Vale y ahora ¿qué queréis de mí? Me acabais de decir que prácticamente no sabéis nada de Lux, que solo tenéis suposiciones y que esta vez hay algo diferente, ¿lo he entendido bien?- les pregunté, los tres se me habían quedado mirando y asintieron despacio. Parecía que esto le interesaba más que su carpeta a Vicente porque ya había dejado de trabajar en ella.- No me habéis dicho nada que pueda ayudarme, lo único que escucho es un "lo siento vas a desaparecer no se que hacer contigo pero por lo menos te aviso".
Creo que ese fue el primer momento en el que vi a Vicente reírse hasta llorar, parecía que acababa de contar el mejor chiste del mundo y él era el único que lo había entendido.
Tardó un poco en parar de reír y mientras se tranquilizaba empezó a hablar.
- Vosotros dos venís aquí de buenas y ella en un momento os ha resumido todo y ha tirado el esfuerzo de años de la Agencia a la basura como si no fuera nada. ¿Qué os parece? ¿ Habéis ido lo suficiente de buenas, puedo empezar yo? - preguntó de forma cortante mirando a sus dos compañeros.
Así que eso es lo que le había hecho gracia, que me había dado cuenta de que querían algo de mí. A ver, realmente era un poco evidente, no creo que le dieran tanta información a todo el mundo o, mejor dicho, no creo que reconocieran que no tienen información a todo el mundo.
Los otros dos se quedaron parados, pensando en cómo responder a las palabras de Vicente.
- Queremos que nos ayudes. Como bien has dicho llevamos muchos años investigando y esta es una oportunidad demasiado buena para dejarlo pasar- empezó Óscar, dudando un poco.
En ese momento miró a Rina para que siguiera, no quería contar lo que venía.
- El objetivo de la reunión era avisarte de lo que iba a pasar. Pero una vez lo pensamos nos dimos cuenta que nos podíamos ayudar mutuamente. Es la primera vez que sabemos de alguien que va a pasar por el Lux antes de que este se dé- admitió Rina con un suspiro.- Hemos intentado desde hace años recoger información nueva sobre Lux y nos ha costado mucho y pensamos que tú nos puedes ayudar con ello.
- Esta lista, además de lo que te hemos contado ya, es un poco peculiar. Algunas personas que nombra son demasiado mayores para el Lux. Son personas de más de 70 años, esto quiere decir que probablemente seas una de las pocas personas que sufran este Lux y, por lo tanto, una de las pocas que nos pueda ayudar, por no decir la única que puede estar dispuesta a ellos- dijo Óscar.
Eso me sorprendió, las listas que teníamos de hace años recogían una variedad de personas, diferentes edades, sexos y trabajos. Eran personas de todo tipo.
- Pero eso no es normal en Lux, lo único que se ha respetado son los niños. No es normal que solo desaparezca una persona. ¿o es algo que no habéis contado vosotros?- dije desconfiada.
Llegaba un punto en el que me costaba confiar en ellos. Habían hecho todo lo posible para que lo hiciera, menos ser sinceros desde un principio. ¡Qué les costaba decir oye formas parte de Lux y necesitamos tu ayuda desde un principio!
- No, eso nos sorprende también a nosotros como Agencia. Algo ha cambiado en este Lux pero no sabemos qué y por eso queremos, no, necesitamos tu ayuda.
- ¿Era tan difícil empezar así?- me daba la sensación que acababa de subir puestos con Vicente pero los estaba bajando con los otros dos. No obstante, seguían mirándome de manera comprensiva.
Creía que estaban esperando que estallara debido a toda la información pero lo que ellos no sabían era que el susto, el descontrol y el desespero lo había pasado antes cuando había leído la lista por primera vez. En ese momento no me podía permitir caer en la locura.
- Si aceptas, pero solo si aceptas - la primera vez Oscar se dirigió a mí pero al escuchar a Vicente resoplar el segundo se dirigió hacia él. - Te vas a venir con nosotros. Desde ese momento hasta que ocurra el Lux, te prepararemos para todo lo que pueda pasar y, a cambio, tú cogerás un rastreador y una grabadora todos los días hasta que desaparezcas.
Mientras me decía todo eso, Vicente empezó a sacar una caja de su bolsa. En ella había dos dispositivos pequeños, cabían en la mano y se podían acoplar entre ellos.
- Estos son la grabadora y el rastreador, te llevarías las dos cosas a Lux y, en caso de que se pudiera, esto nos retransmitiría tu localización y todas las grabaciones que hagas. Sería como estar allí contigo recogiendo los datos.
Así que sería como su conejillo de indias. Sería como Laika, la perra que mandaron al espacio solo por recoger datos de su organismo.
- Entonces, me estáis diciendo que me ayudareis a prepararme para Lux pero solo si acepto ayudaros a vosotros. Si no quiero ayudaros estaré a mi suerte.
No me imaginaba a la Agencia tan despiadada. Es verdad que no sabíamos mucho de ellas y se mantenía muy en
secreto, se podría decir que sus movimientos se hacían en la sombra. Pero en mi cabeza siempre había sido una empresa que trabajaba por el bien común. Aunque a lo mejor creían que mi destino ya estaba sellado y solo querían conseguir los últimos datos, lo único que podían salvar de mí.
Cuando dije eso Oscar y Rina me miraron con pena mientras que Vicente se inclinó sobre la mesa, emocionado, para hablar.
- Mira nuestro lado, esto es una inversión. Hay muchas probabilidades, por no decir el 100%, que tu no vuelvas, nadie ha vuelto. No nos conviene invertir dinero en ti pero si nos ayudas tu a nosotros podríamos invertir algo. ¿No es justo?
Ahora entendía porque habían venido con Vicente. Los otros dos habrían dudado mucho en decirme esto mientras que Vicente era directo, no le importaba que no quisieras oirlo o que sonara muy cruel.