Café Amargo

Capítulo 21.

Jueves, 7 de Mayo de 2015
Tarde.

   Anna tampoco había ido al colegio al día siguiente. Daniel la había esperado como siempre, pero luego de cinco minutos se hizo evidente que ella no iría y que hoy no bajaría a avisarle como había hecho el día anterior, así que se fue.

   Eran las tres con quince minutos de la tarde cuando Daniel salió de su edificio y comenzó a caminar sin rumbo fijo bajo el leve calor del sol otoñal. Las calles estaban solitarias, sólo se escuchaba algún auto en la lejanía y casi no cruzaba a más personas. Había salido más que nada por puro aburrimiento, él quería ver a Anna, pero sabía que lo más probable era que estuviera en su casa y que su ánimo no hubiera mejorado. Desde el instante en que la vio no pudo dejar de preguntarse qué era lo que había pasado, pero tampoco tenía demasiada información como para desarrollar teorías.
   Sabía que había venido a Argentina por problemas familiares, ¿Estaría en tal estado gracias a ello? Lo dudaba. Tampoco conocía a su madre, ni a nadie cercano a ella exceptuando a su mejor amigo... Decidió dejar de darle vueltas al tema y siguió caminando, devuelta a la realidad, pero sin dejar de estar preocupado por ella.
   Pronto notó que sus pies lo guiaban a la plaza en la cual la había encontrado una vez, así que apuró el paso y se dirigió directamente a ese lugar específico entre los árboles donde a ella le gustaba estar. No se sorprendió cuando encontró la banca vacía. Pensó por un breve instante en ir a ver la zona de juegos infantiles, específicamente; las hamacas, pero descartó la idea con rapidez y tomó asiento en la banca.

  Se quedó allí un rato en soledad.

 

 



#37433 en Novela romántica

En el texto hay: romance, cafe, amor y conflictos

Editado: 06.01.2021

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