Cafe con leche

! Mal gusto!

- Colosenses 3

23 Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres. 

 

Estaban esperando su turno para presentar su proyecto, habían pasados tres grupos que habían hecho muy bien su presentación, la chica estaba un poco nerviosa sus manos sudaban y su corazón está muy acelerado. 

Cuando llegó su turno el señor Adrián y ella se pararon, para explicar en qué consistía el proyecto, su explicación estaba siendo lo bastante buena, como para conseguir el contrato. 

- ¿ Y cuanto seria la ganancia con este proyecto?- pregunto un señor de unos cincuenta años, con prepotencia. 

La chica no dudo responder, y busco en la computadora, para presentar la gráfica. 

- Las ganancias serían un 30% por ciento más, pero si el proyecto se hiciera al pies de la letra sería, y las ganancias bien administradas, serían un 40%- dijo la chica con una sonrisa genuina- muchas gracias por prestarle atención a nuestra presentación. 

La chica recogió todo en menos de diez minutos, poco a poco la sala se fue vaciando, ellos eran ya los últimos que quedaban en la sala de reunión. 

- Ves señor Adrián todo salió muy bien, solo tenemos que esperar y tener de que nuestro proyecto será el escogido- dijo, cuando iban saliendo de la sala, de reuniones. 

- SI estuviste muy bien, te felicito- dijo sonriendo. 

- No, los dos estuvimos muy bien, porque somos un equipo- dijo

- Voy a ir a comprar una bebida para los dos en la cafetería, en dos minutos vuelvo- dijo. 

- Un jugo de naranja por favor- pidió. 

Ella se quedó parada esperando, hasta que sintió que alguien se le acercó, e hizo un sonido para llamar su atención. 

El era un hombre o menos de su edad, su mira era arroga y todo el gritaba arrogancia. 

- Te vi en la reunión de hoy, y te quería dar mi numero para que me llames- dijo sacando una tarjeta- sabes por si un día quieres tomar una copa y hacer algo mas. 

La chica se indigno, porque ni siquiera se tomo la delicadeza de saludarla. 

- Mire señor ni quiera se me su nombre, porque aparte de que no tuvo la delicadeza de presentarse ni de saludarme, y segundo si quiero una copa me la voy a tomar en mi casa yo sola tranquila, y por ultimo no soy una chica que se ande acostando con una persona que no conoce ni tampoco soy una señorita de una noche- le dejo muy claro. 

- Eso dicen todas y al final terminan acostándose con el primero- susurro. 

Ella decidió no responderle porque, no iba a empezar una discusión con una persona ignorante. 

- Y para completar estas un poco gorda- dijo. 

Ella iba a contestarle, pero el ya se había ido, ese comentario no le dolió ni le molesto, porque es normal tener un poco de peso, tal vez el pensó que iba a molestarle lo que él dijo, pero no fue así. 

Adrián llegó con dos jugos en las manos, uno de naranja y el otro que no sabía de qué era. 

- Toma hay esta su jugo- dijo pasándolo. 

- Es el jugó más delicioso del mundo- dijo dándole un sorbo. 

El hizo una muesca de asco. 

- No me digas que no te gusta esa delicia- dijo. 

- En realidad pienso que es el jugó más malo que hay en el mundo- dijo viviendo de su jugo- en cambio este jugó si es muy bueno y más saludable, es jugo de remolacha. 

Ella abrió su boca indignada en forma de chiste Y puso su mano en su pecho como exageración. 

- Oh Dios mío, ese juego es malísimo- dijo- en cambio este es una delicia del Señor. 

- He comprobado que no tienes buenos gustos para las bebidas naturales- dijo. 

- Usted no tienen buen gusto- dijo riendo. 

- No sabes de la delicia que te pierdes, señorita franceska- murmuró. 

Ella negó con la cabeza sonriendo. 

- Me quedó con mi delicioso jugo. 

Siguieron hablando, en el regreso a la oficina de uno que otro tema, la chica se sentó en su escritorio y el entró a su oficina. 

Ella se puso a revisar papeles, y a terminar trabajos que tenia pendiente. 

Una chica esbelta, muy hermosa se acercó, y le pasó una carpeta. 

- Eso es para que se lo des a tu jefe para que lo firme y luego me lo entregues- dijo de mala manera. 

Cuando la chica se paro, la otra chica se quedó mirando su cuerpo con desagrado, y dijo. 

- SI quieres te puedo dar el número de mi entrenado personal- dijo soltando una risita. 

- Y si quieres te pudo dar el número de mi nutriólogo personal- dijo- el peso de una persona no importa, y tienes que investigar un poco, porque para mí edad no tengo sobrepeso, solo soy una chica que tiene unas libras de mas y estoy muy bien para mi edad- dijo. 

Ya con el tiempo se había acostumbrado a las personas que eran muy poco inteligentes, y que no sabían distinguir entre una persona con sobrepeso y una persona con un peso normal, que no tiene un estómago plano, o que no se mantiene con una dieta estricta. 

Entro en la oficina luego de que tocará, y ahí estaba su jefe firmando unos papeles. 

- La secretaria de el área de al lado, su jefe mandó esos papeles para que usted lo firmará- dijo entregándose lo. 

El miró los papeles y leyó las letras pequeñas y luego lo firmó. 

- Gracias señorita. 

La chica salió de la oficina y le entregó, los papeles a lo otra secretaria, y volvió a su lugar de trabajo, y siguió revisando papeles. 

Cuando salió de su trabajo estaba muerta de hambre, se había pasado el almuerzo y ahora su estómago no deja de gritar que tenía hambre. 

 Cuando llegó a su departamento, se quito los tacones y dejó la cartera por cualquier lugar cuando entró, fue a la cocina para preparar algo, cuando termino puso la cena en el microondas y fue a darse una ducha rápida. 

Mientras estaba comiendo estaba con la vista pegada a su teléfono, cuando terminó fue a la cocina limpio todo lo que había ensuciado, terminó y cogió la biblia y se puso a leer un poco. 



#27845 en Novela romántica

En el texto hay: romance, amor

Editado: 05.10.2020

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