Cafe con leche

6 Enferma

- Romanos 12

Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.

2 No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.

 

 

 

 

Eran ya las ocho de la noche y el pensó que con el té ella podía mejorar, pero no la chica no dejaba de toser y estornudar, su nariz se había puesto roja, y tenía fiebre, la chica estaba temblando, y eso lo estaba poniendo nervioso, el decido entrar al baño preparar un baño de agua fría, para ver si así se le baja la fiebre. 

- No se como ella va a poder bañarse con esa agua- murmuró- pero el lo mejor. 

Salió del baño, aunque a él no le gustaban los gatos le dio comida y le cambió el recipiente del gato, su dueña no podía hacerlo así que él se tomó el atrevimiento de hacerlo. 

- No me caes bien ni me gustan los gatos, solo lo hago por Franceska- dijo mirando al gato. 

El volvió a la habitación, quería abrir las ventanas pero Seattle seguía lloviendo a horrores. 

- Franceska levántate- trato de levantar a la chica. 

Ella fue lentamente abriendo los ojos, y pudo percibir el leve ardor que tenía en su garganta y como su nariz dolía, y casi no podía respirar por la nariz. 

- Dios mi nariz y garganta duelen a horrores- su voz salió fónica, se llevó la mano a la garganta solo hablar le causaba molestias. 

El chico le pasó las manos el pelo, que se lo había recogido mientras las chica dormía para que lo le molestara, mientras estuviera durmiendo. 

- Te he preparo un baño de agua fría- murmuró el chico. 

- Dios no, tengo mucho frío Adrián. 

- Lo sé, pero estas ardiendo en fiebre- dijo el chico- entra a la bañera, a lo que yo te hago un caldo. 

- No la sopa no me gusta- dijo la chica. 

- Pero es lo mejor que podemos hacer para que te sanes y deja los berrinches y entra al baño. 

- Pero es que no me gusta Adrián- dijo enojada. 

El se paro de la cama y le hizo señas para que ella entrara al baño. 

- Ya le he dado comida a tu feo gato, entra a la bañera a lo que voy a la cocina. 

La chica entró de mala manera, y cerró la puerta con cerrojo. El arreglo la cama de la chica y luego salió de la habitación. 

Fue a la cocina y preparo la sopa duro más tiempo de lo que pensaba, terminó de prepara la cena y volvió a limpiar lo que había ensuciado en la cocina. 

La chica salió del baño con el pelo mojado, y ropa abrigada, la chica se sentó en la mesa y lo miró con rostro interrogativo. 

- ¿Qué quieres preguntar?- pregunto el chico. 

- ¿No piensas cenar?- pregunto la chica. 

- No cuando llegue a casa ceno- sentándose en la silla que está a al lado de la chica en la mesa- come- pidió. 

La chica miró con cara de desagrado la sopa, en realidad odiaba la sopa nunca le a gustado la sopa. 

- No es tan malo vamos- dijo el dándole la sopa. 

- No me vas a dar la cena- dijo la chica. 

- Franceska deja de estar contra diciéndome mujer- susurro- y come. 

La chica aceptó la cucharada de sopa pero no sabía cómo se podía comer si era una de las comidas más odiada. 

- Ves no están malo- dijo.

- No, es muy malo- dijo- lo siento, pero no me gusta y se que lo has hecho de buena manera, pero es que no me gusta la sopa. 

- Entiendo, a mi me encanta la sopa- dijo sonriendo. 

La chica lo acompañó en su pequeña risa, y siguió comiendo su sopa, después de unos minutos la chica ya se había terminando o el había terminado de darle toda la sopa. 

- Tomate esa pastilla es para la fiebre- dijo pasándole la pastilla.

La chica tomó la pastilla y el vaso de agua que el le pasó y rápidamente se tomó la pastilla. 

- Ya me voy en paz, si llegas a sentirte mal, mi numero esta pegado en el refrigerador ¿ok?

- OK, gracias por todo Adrián. 

El solo le sonrió, Cogió las llaves de su auto que estaban en la repisa, su abrigo y paraguas. 

La chica se acercó a la puerta para abrirla mientras el terminaba de ponerse su abrigo. 

- No me he ido y ya estas abriendo la puerta- dijo en broma. 

- Claro que si señor Adrián- devolvió la broma. 

El chico salió del departamento, se paro frente a la puerta que aún la chica no había cerrado, y le dio un fuerte abrazo. La chica sentía que volvía estornudar pero está vez le dio tiempo de llevar su mano hasta su nariz, para taparla, el la abrazo más fuerte contra su cuerpo, y la chica volvió a estornudar, mientras más ella estornudaba más el la abraza más fuerte. 

Después de unos minutos en que el la estaba abrazando, el se despegó del cuerpo de la chica, y le dio un beso en la frente. 

- Buenas noches- dijo el chico. 

- Buenas noches- murmuró- Dios te bendiga. 

- Igual, Dios te bendiga- dijo sonriendo. 

La chica cerró la puerta cuando el se marchó, y volvió a estornudar. 

Fue a su habitación leyó algunos capítulos bíblicos, y le dio gracias a Dios por todas las cosas buenas y malas que le había dado y se tomó todo su tiempo para orar. Al terminar apago la luz de la habitación. 

 

 

La chica no había ido a trabajar, Adrián le había dicho que no fuera hasta que estuviera completamente bien, ella insistía que podía ir pero él se negó. 

Aunque todavía no se sentía bien, ella era de las chicas que no se podía quedar tranquila y en todo el día se la paso limpiado su casa, y sacando ropa de su armario que no le servía pero estaba en perfecto estado. 

Ya eran más de las seis de la tarde, y había terminado de recoger su departamento, echarle agua a las plantas que estaban en el balcón, cambiarle el recibiente de agua a su gato y sacar la basura. 



#27833 en Novela romántica

En el texto hay: romance, amor

Editado: 05.10.2020

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.