Podría bailar contigo mil primaveras, pues cada que me tomas de la mano y me acercas lentamente a tu pecho y te escucho suspirar, se difumina la razón y nuestras almas se unen íntimamente haciendo del pecado un alivio al corazón, cada beso un trazo en nuestro lienzo de sábanas blancas, el sentimiento se hace cada vez más profundo y este amor cada vez más arte...