La gota que derramó el vaso
Sigo en el mostrador limpiando mientras disocio, no había mucho que hacer aunque la gente era muy quisquillosa.
—¿Por que le diste una mesa aparte?—preguntan Ezren
—Porque mil son mil dólares, me dijiste que les sacará dinero entonces lo hice— susurro.
—Por sentarse solo?— curioso.
—Y la clave del internet
—muy bueno para ser real
—Oye es aceptable la cantidad y más para nosotros— el lo piensa determinadamente y acepta sin ningún problema .
Los clientes cada vez eran más exigente, con unos pedidos todo exóticos como si fuéramos un restaurante de cinco estrellas. Me asomo en un de las ventanas ya se veían algunas gotas caer.
"Solo te estoy pidiendo un arroz con pollo frito"
—Señor, solo somos una pequeña cafetería todo nuestro menú es pequeño, solo tenemos pocas comidas de almuerzo.
"No pueden simplemente hacerlo?"
—No señor, somos un pueblo con pocos recuerdos
"Si tienes razón. Los pueblerinos como ustedes jamás sabrán lo que es una buena comida, no tienen eso recursos"
Padre si me escuchas dame paciencia para aguantarlo
—por favor pida otra cosa que sea del menú, Señor.
"Oye bonita, así como el chico de allá te pago yo también te puedo pagar por hacer otras cosas"
—No entiendo a lo que se refiere, señor?
Ojalá pueda pedirle ayuda a Ezren pero está ocupado discutiendo con otros clientes
"Ya tú sabes, cuanto te dió setecientos o novecientos? Si te doy mil me harías un-
Aquel chico solitario se levanta de repente dirigiéndose hacia nosotros, furioso agarra la camisa del tipo.
—Quien mierda te crees para hablarle así. Todos te están escuchando ¿Acaso no tienes educación o te faltó padres que te educaran?
"Tío, cálmate no estoy hablando contigo. La señorita y yo tenemos unos asuntos por resolver.
—Ezren!— grito llamando a mi amigo. Por suerte llega rápido la distancia es muy poca aunque dudo que haya escuchado, los separa demasiado brusco pero sin que aquel chico le rompiera la camisa.
—Por favor no pelean en el local, si no los dos se tendrán que ir afuera y no me importa si se mojan o no.— dice Ezren
—Ese chico solo me estaba defendiendo no tiene la culpa— digo señalandolo.
"Oh, con razón no aceptas mi oferta ¿Así que tenía pareja? Debe ser que te da muy bien"
Ezren ya sabía lo que iba a decir, molesto por la falta de respeto hacia mi persona lo arrastra con su camisa sin ningún tipo de fuerza y lo saca. Otro cliente botado.
—Si vas a faltarle respeto a una mujer entonces debería ser muy hombre para aguantar un simple lluvia — dice sonriente.
El se nos acerca.
—Diculpe por gritarle no sabía lo que estaba pasando.
—No es nada las equivocaciones pasan— dice aquel chico— vuelvo a mi asiento.
—Si tienes algún tipo de problemas con ellos me llamás, sabes que estaré para ti
Asiento.
La lluvia cada vez se hacía más fuerte al igual el los truenos que provocaba, las personas poco a poco comenzaron a cerrar las puertas de sus casa o de su negocios. El viento que había hacia llevarse las pocas hojas que tenian los árboles. Ya no había ningún habitante del pueblo en la cafetería solo quedaban los ciudadanos y algunos ya estaban aterrados, la cola no había avanzado nada y ya casi se acerca el atardecer.
—Oye, que hacemos con esta gente ya va hacer hora de cerrar. No podemos sacarlos.
—Esto es grave! Y si salgo a llamar al oficial, seguro los recoge hasta que sea el otro día
—No puedes salir, ya e visto dos ramas grandes volando como nunca.
—Entonces lo llamaré por aquí
—Asi y como va a venir? Las calles está llena de carros y no creo que pueda venir caminando. Tenemos 15 personas aquí y ya deberíamos haber cerrado.
—Igual lo llamare para ver qué hacer.
El teléfono estaba repicando, los dos estábamos ansioso porque respondiera
"Alo?"
—Oficional necesitamos ayuda. Tenemos a 15 ciudadanos aquí y no hemos podido cerrar
"Ustedes debieron cerrar hace unas horas"
—Ellos estaba aquí desde hace rato. Algunos están en su carros protegiéndose de la lluvia, más bien hoy no debería a ver lluvia. Todo comenzaba mañana.
"Si nos dimos cuenta que las tormentas iban a llegar antes, porque no les das un espacio para que se queden a dormir al fin y al caso debemos ayudarlos también son personas"
—Por favor no me hagas esto— dice susurrando por el teléfono.
"Aquí también tenemos a 24 personas refugiadas. Por cierto hay niños?"
—Si...dos, de una misma mujer esta aquí al igual que su esposo.
"Los cuidas que no salgan y menos en la noche. Ya lo sabes"
Corto sin ni siquiera esperar una respuesta.
—Que le decimos a la gente?— pregunto.
—Yo me encargo— el se dirige en el centro, rápidamente todos estaban esperando a que dijéramos algo de la situación — la lluvia no va a terminar pero mañana se aliviará un poco, no es seguro estar afuera y tampoco los vamos a sacar. Pueden dormir aquí sin ningún problema mi compañera y yo le traeremos sábana y almohadas mientras voy cerrando las puertas antes que la tormenta empeore y comience a romper los vidrios.
Me hace una seña con la mirada entiendo perfecto lo que me dice. Agarro la llave del mostrador dirigiendome a la puerta para cerrarla.
Ellos comienza al murmurar algunas cosas que no entiendo pero no se cual es su miedo quedar atrapado en la lluvia o que nosotros los encerramos.
Continuó cerrando la persiana metálica del lugar cerrando nuevamente con candado abajo.
"Esta bien hacer eso ustedes son prácticamente desconocidos"
—Es por protección o a menos que ustedes quieran salir, nosotros no tenemos problemas— dice Ezren.
Un silencio recorre todo el lugar, nadie quería salir era claro el miedo. No es solo el miedo a la lluvia por ellos ya vieron como el pueblo que antes estaba lleno de colores se volvo gris y deprimido tan rápido.