Susurros en el bosque
Collins
Que tan loco tengo que estar para perseguirla? No, no es mi problema no la conozco no me conoce somos dos completos desconocidos, ella dijo que estaría bien y le creo no la voy a perseguir como estupido en este clima y se me muero?
Carajo!
Se me olvidó preguntarle sobre la llave debí hacerlo antes de que se fuera, no Collins, no vas a salir como excusa, tienes hambre, si pero ese no es motivo para ir tras de ella.
Me dirijo al cuarto de Ezren, mantengo mi mente distraido acomodando la ropa, ya lo está pero es mejor no pensar en ella. Mientras estoy acomodando busco un atuendo que se cálido contra el frío más que todo un suéter que sea esponjoso.
No tengo de esa es más que buena señal para no ir si no tengo, termino de hacer lo que estaba haciendo para buscar entre la ropa de Ezren algo que me proteges y espero que tenga uno de animal. Se que dije que no voy a ir pero solo será para dormir bien y no amanecer con un ojo abierto, necesito cuidar mi cara y más por las enormes ojeras que tengo.
Lo encontre una chaqueta hecha de animal grande pero me queda es lo mejor. Me dirijo a la habitación de ella, dudando si ir o no.
Debería? No es que me importe pero y si le pasa algo? Que le diré a Ezren fue tan buena persona por dejarme quedar aquí aunque no es mi responsabilidad cuidarla ya es mayor y muy adulta.
Camino de un lado a otro pensando en las mil posibilidades que podrían pasar si salgo pero también si me quedo en todas esa alguno de los dos termina muriendo lo único que me mantiene a flote que ese 0,01% que se me atraviesa en la mente donde los dos salgamos ilesos.
Claro que no me iba ir sin una linterna y agua solo por si acaso, salgo por la ventana intentando agarrarme con dizque soga que hizo.
El lugar estaba oscuro y no se podía ver nada, no era tan fuerte la lluvia como ayer solo está normal si se podía decir así, eso sí el problema era niebla. Me dirijo a todo el centro de la carretera, los autos estacionados y el montón de casas oscuras se veía una pelicula de terror donde un asesino persigue a jóvenes rebeldes.
Tal vez los soy? Quien sabe. Con lo que estoy haciendo parece que si, sigo caminado en el medio de la carretera si alguien me va atacar o a matar tengo el espacio disponible para defenderme, lo bueno de hacerle caso a tu madre y hacer esas estúpidas clases de boxeo.
Veo todo a mi alrededor, la niebla recorría todo el pueblo, debi gritar o por lo menos llamarla pero no lo hago, solo me quedo viendo el lugar como algo interesante y terrorífico. Un frío se propaga en todo mi cuerpo la brisa esta más fuerte solo voy a donde me lleva.
Un destello hace que que fije mi vista a ello, no se qué era pero cada vez que me acercaba tenía más frío por un momento pensé que no tenía nada de ropa. Ya estaba en la línea que separaba las casa y el bosque sin darme cuenta había cambiado de dirección y aquello que vi destellar era...
Una mujer? No!
Una niña cabello marrón tenía la piel pálida algo decaída y una vestido blanco que le llegaba a los talones y los pies...sucios.
Ella sonreía feliz mientras caminaba hacia el bosque. No puedo dejar de verla algo en ella me pareliza pero a la vez me dan ganas de seguirla.
Avanzo unos cuantos pasos para ver a dónde iba pero una mano fragil, femenina por su agarre en mi brazo, volteo y es ella...Ross
—Que haces aquí?— si voz se escuchaba algo agitada y preocupada.
Pensé que se había ido a dónde sea que fuese.
—Viste eso?— digo algo consternado dirigiendo nuevamente mi vista a la niña.
Ya no estaba
¿Por que ya no está?
—A dónde se fue?...
—A dónde se fue quien? Que haces afuera— me vuelve hablar.
—Te vine a buscar no quiero que te pase algo y que mi mente sufra por ello.
—No necesito tu protección si sientes culpabilidad pues te desencargo para que no tengas más problemas ahora te puedes regresar a la casa
—Trato de ayudarte y así me tratas, wow. Enserio estás mal y tampoco se llegar a la casa, además tú me invitaste a seguirte así que es tu culpa
—Pelearia por que me estás culpando pero no hay tiempo, y tampoco te quiero llevar y regresar se me haría muy estresante
—Asi que me llevas?— sonrió.
Ella asiente.
Al rato comenzamos a caminar pero no por el pueblo sino fuera de el, estábamos adentrando al bosque no sé si es bueno o malo lo estamos haciendo pero confiaré.
El bosque está oscuro pero no había tiniebla ni oscuridad más bien la luna alumbraba el camino, los árboles al principio no tenían hojas pero cada vez que nos dentrabamos más las hojas de los árboles estaban frescas y sanas.
—Te parece extraño?— ella rompe aquel incómodo silencio salvandome de mis pensamientos pero no de mis preguntas
—Si...¿Que se debe todo esto?
—No...lo sé, nadie lo sabe por eso es prohibido caminar por el bosque.
—Por que es prohibido?
—No lo sé, okey? Solo sígueme y ya.
Será que me miente? Este lugar cada vez es peor y eso que apenas llevamos dos días, el viento era algo fuerte que hacía que algunas hojas se cayeron pero no tantas. Seguimos caminando un largo rato hasta que vimos una cabaña tal vez de dos pisos era grande y afuera habían cuatro hombres de nuestra edad? Parece ser los amigos de aquel chico Neuw.
Cuando nos acercamos nos dimos cuenta que ellos tenían escopeta. Un tipo casi me mi estura de tez oscura, cabello negro y con rulos nos a punta con el arma.
En mi momento de corbadia me cubro tras de ella como si fuera a proteger de aquellas personas.
Es normal que tengan armas? Estan común o me quieren sacrificar
Oh Dios! Voy a morir, listo me están usando de carnada y esto es una trampa.
—Baja el arma, soy yo— dice ella levantando sus manos en forma de paz
—Se que eres tú nadie tiene el cabello como tomate— el le apunta como si le fuera a disparar pero no tardo mucho para que la bajara —que haces por aquí? Tu no eres bienvenida aquí