Café En Invierno

Capitulo 9

La movida del circo

"Un circo siempre esta compuesto con un presentador, un payaso y sus animales para entretener al público"

Nosotros entramos a la sala toda fino pero a la vez antigua, tapiz marrones y blanco por todos lados. Los jefes estaban sentados en aquellos muebles azules todos de buena calidad, en el centro estaba una mesa con unas rosas llamativas pero mi vista siempre se fijaba en ese cuadro en todo el medio de la pared, el marco era grande y mostrando unas personas como una foto familiar pero no era así nadie de ahí estaba vinculada de sangre.
Pero si un vínculo significativo.

La señora Lorren, el Señor Rodman y mi padre parados y abajo de ellos sus hijos sentados. Todos con unas cara neutras o muy serias. Miro a Collins que también está muy hipnotizado por la pintura el ya me había reconocido era claro nadie en este pueblo tenía el cabello rojizo.

—Como has estado? Ross— el señor Shen me distrae de aquellos pensamientos, de aquellos momentos...

—Bien he estado muy ocupada con la cafetería— voy sacando uno por uno con sus sobres de azúcar dejándolos en la mesa central.

—Veo que si hasta trajiste a un...ciudadano aquí— dice Rodman mirando fijo a aquel chico alto con lentes, su comentario era como un cuchillo apuntando al cuello.

—Nuestro trabajo es cuidar a los ciudadanos. Siempre lo han dicho solo estoy cumpliendo— sonrió con una falsa amabilidad.

—Querida—un tono ronco y áspero intentando ser dulce de Lorren me da escalofríos —que han hecho tu y Ezren esto días? No sé si fue mi imaginación pero vi a alguien ayer en la noche afuera.

Mieda!

—Debe ser Neuw y su pandilla siempre andan rompiendo las normas del pueblo— digo desinteresada —solo son unos chiquillos jugando a desobedecer

—Oh!— habla Shen todo Alegre— que bueno que estamos en la misma sintonía me preocupaba que ustedes no fueran mal influenciados.

—Jamás eso deshonraría a mi padre, no soy...esa clase de gente— mi voz cada vez más bajaba.
—Y mi hijo no esa siendo nada raro?— pregunta Rodman.

—No...el está ocupado con otras cosas, no tenemos tiempo de jugar. Si me disculpan tengo que volver a trabajo

Abajo la cabeza para luego subirla. De un estirón arrastró a Collins afuera. Ya estábamos regresando a la cafetería, en el camino podíamos ver cómo los jóvenes salían del bosque con las madres y niños, este era un buen momento para salir aunque no se le recomienda.

—No crees que es muy obvio?— dice Collins.

—Si pero es mejor, lo que está simple vista no se encuentra.

—Ellos ya no están— dice refiriéndose a las ventanas.

—Hora de almorzar— miro a Collins con paciencia se le podía notar su preocupación y angustia por sus cejas— que quieres hacer hoy?— me engancho a su brazo intentado transmitir calma.

—Yo...eh...bueno...— el volteo rápido su rostro mirando a otra dirección.

—Podemos ir al parque un rato después de comer.

—No deberiamos atender el café?

—Si sigues en el café lo próximo que serás es ser esclavo de Ezren.

—No te escaparas está noche, no?

—Mm...No creo, a menos de que haya algo divertido que hacer.

—Lo que paso hace rato fue una advertencia?

Asiento.

Ya estábamos en la cafetería solo habían pocas personas en el lugar entre esas la mujer, el esposo y sus hijas.

—Si que duraron mucho— Ezren nos presta atención— tenemos otro pedido.

Collins y yo nos miramos con algo de complicidad, el ya había aceptado lo de explorar así que nos será más fácil el recorrido.

—Para quien es?— pregunto.

—Para la casa 120-06, es orden de el líder— el trae el pedido y lo deja en el mostrador para agarrarlo —ve como está, ella debe haber pasado la noche sola por...ya sabes...

Yo asiento.

Los dos nos vamos poco a poco alejándonos de la cafetería.

—Explicas?

—Hay una señora que la comunidad cuida por problemas casualmente queda cerca del parque— le muestro una sonrisa de oreja a oreja.

El asiste.

Caminábamos despacio ya que Collins le gustaba observar todo y si es muy preguntador, su curiosidad no es buena pero tampoco es que se metiera en problemas.

O espero que no ahora.

El cielo ya se estaba poniendo oscuro, y la atmósfera espesa, la grama de una manera sorprendente se marchitaba, quitando ese toque de paz para volverse triste. No daba muy buena espina la manera en que lo hacía muy rápido.

No era como otras veces que no se notaba más quieres quería que lo hiciera, nos apresuramos para ir a la casa. Tocamos las misma tres veces. La misma chica rubia que siempre estaba con Neuw, atendió con tal naturalidad.

—Que tranza?— una sonrisa pícara se fijaba en aquel rostro, su manera de sensual de moverse era propio de ella. Recostada en la puerta.

—Traje el pedido— digo intentando que no se notará mi incomodidad.

—Nadie pidió nada— dice seco.

—Son órdenes del Señor Shen— me acerco más a ella empujándola de la puerta para que me deje entrar, ella cae —no puedo desobedecer.

—Claro porque eres el perrito faldero de los jefes, prácticamente si hija
Collins la ayuda a levantarse para después susurrarle una disculpa. No debería actuar así, no es propio de mi pero...verla no es un placer.

—Le traje algo de comer, ella está arriba, no?— pregunto.

—No deberías ir arriba. Me toca cuidarla a mi así que te puedes ir yo le doy la comida.

—No, voy a verla— intento subir, pero ella me detiene agarrándome la mano —que te pasa, loca!

—No vayas, no vayas, no vayas— repite pero cada vez es más fuerte —NO VAYAS! NO VAYAS!
—No deberíamos a ser algo?— Collins se aleja de ella que ya está en el suelo acurrucándose con su cuerpo moviendo de lado a lado.

Un enorme rayo cae sobre los cables del póster de al lado Collins y yo gritamos por el susto pero ella seguía ahí. Las luces al instante se fueron dejando en una oscuridad donde solo alumbraba la puerta y al lado la ventana.




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