Café En Invierno

Capitulo 11

Juguemos en el bosque

El tiempo se detuvo por un minuto o una hora, no lo sé, Ezren no decía nada después de aquella confesión su mente está en otro lugar divagando en que hacer evitaba mirarlo pensando en que si lo hacía iba explotar, mi cuerpo respiraba lento para que ningún paso en falso me hiriera.

—¿Ellos saben que collins sabe?— el mueve su dedo una y otra vez sobre la mesa inquieto.

—No si no decimos nada. El problema no es el sino que Vannesa está en peligro.

—Vannesa?! Ya no podemos hacer nada por ella preocúpate más por que un extrajero descubrió el secreto— los dos quedamos viendo a Collins que estaba alejado de nosotros sentado en una esquina.

—pero...— un temblor comenzó a recorrer todo mi cuerpo con los ojos casi rojo evitando llorar.

—Ross, sabes que no somos normales y nunca lo seremos nuestra sangre está manchada, maldita y no hay nada que hacer por ella pero si ellos se enteran que crees lo que harán con el?

Miro sus ojos decididos y firmes por un momento para luego desviar mi mirada hacia aquel chico que movía sus manos con tal velocidad con el teclado. No quería admitirlo pero él tenía razón aunque me esforcé para nada, todo lo que hice no sirvió porque ellos la destruirán ocultar esta horrible suitacion no se podrá a menos que alguien se sacrificie.

Un frío me recorre por todo mi cuerpo al recordar aquella noche oscura donde solo alumbraba la luz de los faros no había viento pero si había mucho frío, todos las personas con una antorcha caminando hipnotizado en una misma dirección...

La granja.

Miro al mi alrededor intentando enfocar mi vista en algo mas allá de lo que pasaba, un apretón fuerte hace que preste atención. Miro a mi padre sus ojos iluminados pero con esa tristeza que siempre contemplaba, traía esa ojeras pronunciadas y su cabello desordenado con la cara demacrada y pálida pareciendo a un enfermo pero con una sonrisa que para mis ojos nunca fue forzosa. Camino descalza jugando con el pasto, el me decía algo pero yo no entendía.

"Algún día querrás que tus ojos no vean, que tus oídos no escuchen y que tu boca sea cocida para siempre callar. Quisiera que te guiaras por el sentir de tus manos y el pisar de tus pies para no caer en la provocación."

El me mira con una sonrisa algo cansada no entendía lo que pasaba pero sabía que no era nada bueno, desde siempre me enseñaron que no hay nada bueno aquí. Me comienza a cargar en sus brazos facilitándose el camino, la puerta de la granja abriéndose para que entremos el lugar estaba lleno con luces colgantes cegándome la vista y en el fondo una...

—Ross!— sus manos me sostenían sacudiéndome de apoco sin lastimarme.

—Dime, ten oigo.

—Te estaba diciendo que hables con el a que cierre la boca, Que finja que esto paso y convéncelo que es un mal sueño.

Me dirijo a el con cautela tratando que no me vea una amenaza el nota mi presencia obligado a cerrar la computadora. Nuestras miradas se cruzan por un momento olvidándome del tiempo de las cosas que ocurrieron solo fijándome en el y su mirada inexpresiva, vuelvo a como estaba antes y me siento a su lado forzando a que me de un espacio.

—Oye...lo de hace rato

—No diré nada, si es lo que te preocupa ya entendí que si lo hago estaré en peligro, no hare que ellos me descubran

Muestro una sonrisa vacía como es que lo entiende tan rápido, otros ya hubieran corrido o gritando tal vez se hubieran suicidado pero el no ¿Por que el no? Solo me queda mirando con seriedad mostrando que lo superado o eso me quería hacer creer. Doy un pequeño salto alejando del pequeño espacio que nos separaba pero el me agarra el brazo con suavidad.

—Estoy aterrado lo que vi allá ni siquiera puedo buscar un razón lógica. Nada de aquí tiene lógica, niños maniáticos, personas raras de las que tan solo verlas te perturbas y peleas silenciosas que a simple vista no entiende. El miedo me invade, el verlos me repugna y no se en quien confiar, nadie de aquí es de confianza porque todos reaccionan a su conveniencia.

—Solo tienes que esperar que quiten del camino al árbol, aguanta un poco. No te digo que confíes en Neuw o en Ezren pero al menos confía en mi, no soy la mejor de lo mejor pero tienes a alguien de tu lado que te ayudara.

Sus cejas se levantan abriendo su ojos sorprendido, se quita sus lentes dejándolos en la mesa pasa su mano por su cara confundido, el necesitaba algo que lo calmara que hiciera que dejara de pensar. Su mente estaba llena de pensamientos e ideas no deseadas.

Aprieto mis labios casi mordiendo el labio inferior, no sabia como motivarlo o por lo menos tranquilizarlo.

—Entonces que haremos?— dice mirando de nuevo hacia a mi.

Cuando estaba apunto de responder Ezren se acerca a nosotros posando su mano en mi hombro dándola la palabra.

—Solo haz lo que estabas haciendo antes que eso pasara, olvida y supera. Se un hombre, se te pasara al momento

—Lo dices como si fuera fácil.

—Se que ya sabes todo así que te lo voy a decir sin rodeos. Como tu mente ya esta consiente de lo que esta pasando hará todo lo posible para ver esos pequeños fallos si se le podría decir así solo te digo que trata de no caer en la locura, no dejes que tu mente te lleve a ver mas de la cuenta.

—Eso que quiere decir?— pregunta Collins

—Pronto lo entenderás...— se quita el delantal dejándolo en el mostrador. Antes de salir por la puerta nos mira —no hagan nada estupido. Vendré más ahorita mi padre me llamo hace rato

—Ross...— su mano apretaba más la mía —que significa eso?

—Ni siquiera yo lo sé, Ezren siempre ha sido un acertijo.

El me suelto inseguro por mi respuesta. Era un mal de emociones a simple vista me daba lástima, no tenia por qué saber de esto y todo mi culpa.

Si no me hubiera llevado por mis presentimientos nada de esto hubiera pasado, solo por querer saber más de lo que debía. Si no le hubiera dicho que me acompañara estaría bien, a salvo lejos de la mira de los lobos.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.