Más loco de lo que ya estoy
Ojo demente
Respirar se siente como si tuviera los pulmones en llamas.
La princesita está siendo torturada y tocada por otros hombres. La imagino llorando mientras suplica que se detengan y eso solo hace que mis pulmones ardan más aún.
La tienen los árabes, si fuesen los rusos, ya habríamos tenido evidencias de los daños causados en la Princesa.
Le doy una calada larga al cigarro y lo tiro por la ventanilla del coche. Llevo tratando de negociar con Abdel desde que se llevaron a Alice pero no hay forma de contactarlo y no he entrado en su base con todos mis hombres porque no tengo ni idea de dónde está su maldita base.
Tienen que estar en España, seguro.
Piensa, joder… tiene que haber un lugar apartado donde no moleste nadie… tiene que haber…
Deben estar por Tarifa, seguro que quieren tener el puerto cerca y aquí es donde estoy buscando…
Pero lo único que se me ocurre son viejos cuarteles militares de cuando Franco gobernaba pero hay demasiados por la zona…
Buscaré, buscaré y buscaré hasta dar con ella porque su marido no puede mantenerla a salvo.
Mi teléfono suena y contesto pero no hablo.
—Ojo demente— qué casualidad…— necesito tu ayuda… por favor. Ya no sé por dónde buscar y Alice debe estar sufriendo… por favor, ayúdame a encontrarla, haré lo que me pidas, te pagaré lo que me pidas o… lo que quieras, por-
Cuelgo rodando los ojos.
Ya la estoy buscando, imbécil.
Cierro los ojos un momento pero el pitido de otro coche me hace abrirlos y dar un volantazo. Casi atropello a una niña musulmana.
Golpeo mi volante con violencia y pulso el pito sin querer. La niña pega un bote y sale corriendo de la carretera.
Joder, Alice. En cuanto te encuentre te voy a encerrar para que no puedan volver a cogerte.
¿Por qué mierda siento esto? Es solo una cría que comparte mi sangre ¿¡Qué es lo que siento!?
Por culpa de Cai ha entrado en un mundo odioso. Por culpa de Cai, se la han llevado para lastimarla. Por culpa de Cai… yo siento esto.
¿Pero qué es esto?
Piso el acelerador sin dejar de maquinar dónde puede estar la base de los árabes. Tengo el teléfono de Abdel, pero no contesta y no puedo hackearlo. Lo intento una vez más pero me cuelga y lanzo el teléfono al asiento trasero.
Me voy a volver loco si no la encuentro con vida. Más loco de lo que ya estoy.
Y todo por culpa de Becher y esa princesita de pelo rizado.