Sabrina
Emprendimos camino todos, hasta llegar a dónde sería la primera prueba, un rompecabezas.
-¿Quien de ustedes es bueno armando rompecabezas? Pregunte. Por que claro yo no soy buena armando rompecabezas. Solo legos, la verdad lo encuentro algo raro, pero sigamos con lo importante.
-Yo. Respondió el rubio, quien según me dijeron se llama Hugo, porque claro todos se presentaron y me dijeron su nombre. Yo soy buena recordando y me acuerdo el nombre de cada uno; Wendy la rubia, Hugo el rubio; esos dos son hermanos. Mateo el moreno y Meikel el pelinegro.
Hugo el rubio, armo el rompecabezas casi en tiempo récord, yo no podría. Por algo se llama rompecabezas.
La primera prueba creo que será la más fácil y la menos complicada. Una vez resuelto el rompecabezas Emprendimos nuestro camino siempre recto, pero claro no podía ser tan fácil, y por ende todavía faltaba una parte. Por lo que pronto nos topamos con una gran puerta que tenía un agujero en el centro. Y al faltar una parte, un Meikel preocupado y un poco alterado pregunto;
-¿Y ahora? ¿Que es lo que tenemos que hacer? No que solo era un rompecabezas. Porque ahora parece que también resultó ser un acertijo.
-De hecho es la otra parte del rompecabezas es esta; y no hay de que preocuparse, solo es encontrar algo que encaje en el agujero de la puerta para que sea abierta. Le Respondí para tratar de tranquilizarlo. Aunque la verdad no tenía idea de que podría encajar en ese agujero.
-¿Como sería eso? Pregunta un Mateo curioso
-Pues... no es tan complicado, es solo de encontrar algo que encaje en la puerta. Le Respondí
Todos me voltearon a ver como si les hubiera hechado una maldición. Aunque resulta que la de la maldición soy yo. Ellos solo quedaron atrapados en una cueva. Pero una vez logren salir de está cueva; Yo talves, talves podría ayudarlos a volver de dónde vienen, pero claro, todo depende de como me traten, porque asi como ellos me traten yo los trataré igual, ojo por ojo, diente por diente, y ahí va incluido el dios griegos de Meikel, porque no hay porque negar negarlo el chico esta como para comérselo entero. Ojos oscuros y penetrantes, cuerpo musculoso, piel oliva y alto, muy, muy alto. Pero bueno ya después tendremos tiempo de apreciar su belleza, sigamos con lo importante.
-¿Quien tiene alguna idea de que podría encajar? Pregunto ya que todos se quedaron callados.
-¿No se supone que haces magia? ¿Porque no la usas para crear algo que encaje en el agujero? Pregunta un esperanzado Mateo.
Pero resulta que para cosas como esas, no se me permite usar mi magia ya que sería muy fácil, y lo tomarían como trampa. Por lo que respondo; -Lastimosamente no puedo usar mi magia para eso, ya que sería como hacer trampa. Y tendríamos que empezar a hacer las pruebas desde el comienzo. Pero... tiene que haber algo que encaje ¿ustedes no andan algo?
-Lastimosamente no. Y menos de ese tamaño, aunque... responde Meikel antes de ser interrumpido por un Mateo un poco desesperado.
-¿Aunque? Aunque ¿que? No le des tanto rodeo y dilo.
-Espera, esque creo que le estoy encontrando forma al agujero, ¿no se han dado cuenta? Nos dice y pregunta Meikel.
-Es obvio que no. Si hubiera sido haci ya lo hubiéramos dicho. Le responde ya un poco hastiado Hugo.
Y lo entiendo de verdad. Yo también me estoy empezando a artar, ya que nada más dice y hace. Ni siquiera algo concreto nos a dicho.
-¿No se han dado cuenta? ¿De verdad? Nos dice un ya hastiado Meikel.
-No. Claramente no nos hemos dado cuenta, así que dilo y deja de dar tantas vueltas al asunto. Le respondo ya hastiada de tantas vueltas.
-Bueno... todos escuchamos atentamente lo que va a decir. -Resulta que el agujero tiene forma de Calabaza. ¿Y que es justo lo que nos acompaña?
-¡Claro! ¡Tienes razón! Entonces es nada más colocarme en el agujero y listo. Les digo
Por lo tanto, procedemos a hacer eso, y resulta que encajó perfectamente, entonces pudimos pasar la primera prueba y saliendo del agujero justo, me salieron piernas, anteriormente andaba flotando, porque sino me hubieran tenido que cargar, y no creo que hubieran querido.
Al ver todos que me habían salido piernas se sorprendieron. Por lo que les explique que con cada prueba se iría revirtiendo una parte de la maldición y mis extremidades irían saliendo, luego de explicarles, seguimos el camino, siempre recto. Hasta llegar a la segunda prueba, que por lo que veo es un acertijo.
-Para pasar esta prueba las piedras deberán usar. Nos dijo una voz que quien sabe de dónde venía.
A continuación una pila de piedras aparece enfrente de nosotros, pero tienen diferentes formas extrañas. Por lo que puedo suponer hay que armar algo con ellas. Así que tendría que haber un lugar dónde encajarlas. Por lo que les digo;
-Debemos encontrar un lugar donde encajar las piedras.
-¿Como sabes eso? Pregunta Wendy.
-Saco conclusiones. Le respondo.
-Sabrina tiene razón. Busquemos que hacer con las piedras. Les dice Meikel.
A continuación, todos empezamos a caminar un poco, revisar paredes. Hasta que Mateo se recuesta en una pared y de repente la pared empieza a moverse. Todos nos asustamos, pero luego vemos una pared donde hay unas instrucciones sobre como poner las piedras de manera adecuada, la figura justo es una calabaza, igual que el rompecabezas y la forma del agujero que tenía la puerta de la prueba pasada.
-¿Quien tiene paciencia para armar esto? Pregunta Mateo
-Yo. Respondo.
-¿Segura? Pregunta Meikel
-Muy segura. Me gusta armar legos y esto es algo parecido. Le respondo.
Por lo que a continuación empiezo a buscar las piedras que voy a necesitar para la primera parte de las instrucciones. Y así sucesivamente, hasta lograr armarlo. Gracias a Dios todos se callaron y pude concentrarme, y logré armarlo, claro tuve que usar un poco de magia para poder mover las piezas ya que no tengo manos, y si es permitido, ya solo muevo las piezas con mágia para lograr colocarlas. Y eso me ayudó a terminarlo casi en tiempo récord.
#1468 en Fantasía
#777 en Personajes sobrenaturales
#659 en Thriller
#298 en Misterio
Editado: 10.11.2025