El escorpión dorado corría y corría
Pues no llevaba la mueca de alegría,
Siendo perseguido por la misma muerte Mexicana
Que usando una guadaña,
Para que no viera un nuevo mañana
Pero Milo tiene sus mañas,
Parándose de frente
Para encararla valiente,
Prometiéndole que si le deja ir esta vez
Le regalara fotos en donde este besando
Al acuariano de porcelana tez,
Esto la convence pues no niega que ha deseado
Ver por fin un poco de Yaoi
En este perpetuó trabajo.