Calla Para Siempre - Spin Off

⌘Parte 3⌘

And you say, "Let's run away now
Y dijiste, "Escapemos ahora
I'll meet you when I'm out of my tux at the back door
Te encontraré cuando me quite mi traje en la puerta de atrás
Oh baby, I didn't say my vow
Oh nena, no dije mis votos
So glad you were around when they said, "speak now"
Me alegra que estuvieras cerca cuando dijeron "habla ahora"

—Speak Now (Taylor's Version), Taylor Swift

—TAI—

El olor a flores era todavía más penetrante la mañana de la boda en cualquier rincón del resort. Los organizadores iban de arriba para abajo, apurando a cualquiera que no estuviera moviendo los pies.

Al bajar junto con Kai, nos encontramos con los abuelos de Alek; padres de Yura; en uno de los sillones de la recepción. Yura fue muy amable en presentarnos, adulándonos más de lo que debería frente a ellos, y remarcando los buenos amigos que eran Alek y Kai.

La abuela de Alek no me quitó la mirada de encima, frunciendo su ya arrugado ceño más de la cuenta. Yura también se dio cuenta, porque mientras su padre hablaba con Kai, el hombre se agachó hasta su madre para acariciarle el hombro.

—«¿Estás bien, mamá?»

La mujer, Ilya, siguió mirándome fijamente detrás de sus lentes de aumento, apretando el bastón entre sus manos y frunciendo la boca por un segundo.

—«¿No piensas arreglarte?»

Me miré a mí misma. Estaba usando un vestido lila que me llegaba por debajo de las rodillas, unos pendientes de oro que mamá me había regalado hacía unos años. El cabello lo llevaba suelto y estilizado en ondas, nada elaborado. Y el maquillaje, si bien era ligero, creo que no lucía tan mal cuando me miré la última vez al espejo.

—«¿De qué estás hablando, mamá?» —Yura soltó una risita, guiñándome un ojo para tranquilizarme—. «Tai se ve muy bonita.»

La mujer gruñó. Juro por Dios que gruñó, y golpeó el suelo con su bastón con enojo.

—«¿No vas a usar un vestido blanco?»

¿Blanco? Miré a Yura tratando de entender. ¿Su madre creía que yo...?

—«Mamá» —Yura se inclinó para quedar a la altura que su madre estaba sentada—. «Ella es Tailime. Yuriy se va a casar con Isabella. La conociste anoche.»

Pero Ilya no despegó sus ojos azules de mí, estrechándolos como si estuviera intentando recordar algo. Tuve que hacerme hacia atrás cuando levantó el bastón y me señaló con él.

—«No. La mujer que Yuriy tiene en su teléfono es pelirroja. Como ella.»

Parpadeé al menos cinco veces, intentando comprender qué era lo que estaba sucediendo, hasta que escuché a Yura reírse solo.

—«Si, mamá. Ese es su protector de pantalla porque está junto con Kai. ¿Lo ves? Él está hablando con papá.»

Ilya desvió sus ojos al fin de mí, dejándome respirar, mientras analizaba a Kai hablando con el abuelo de Alek con un aire profesional con su traje y corbata negra. Algo en él debió de convencer a Ilya, porque se aclaró la garganta e intentó levantarse, siendo ayudada por su hijo.

—Lo lamento, Tai —Yura se giró hacia mí cuando su madre le pidió que la llevara a su lugar.

—No te preocupes, Yura —le sonreí con empatía mientras se alejaban.

—«Pues a Yuriy no se le iluminan los ojos cuando habla de la otra, como lo hace cuando habla de ella» —alcancé a escuchar que Ilya le decía a Yura antes de perderse tras la multitud.

Decidí dejar pasar el comentario, porque estaba segura de que Ilya estaba igual de mareada que yo con el olor de las flores, y estaba delirando sobre la verdadera prometida de Alek.

Caminé hacia el otro lado de la recepción cuando vi a Luka y Serge a la espera de Arizona y Anna, recordando viejas anécdotas de nuestra infancia que habíamos compartido con Alek.

Una de las cosas que más adoraba de él, era cuando solía hablar con las mejillas llenas de comida. Tenía la extraña manía de meterse más comida de la que su boca podía soportar, y entonces, como si fuera una regla implícita, Alek siempre tenía algo que decir.

Así que, luciendo como una ardilla, terminaba con la mano en la boca para no derramar nada.

Me sorprendió que nadie lo hubiera notado antes, por lo que Luka, Anna y Arizona estuvieron riéndose por unos buenos cinco minutos ante la imagen que se crearon en su mente.

El organizador llegó después de eso, pidiéndoles a Luka y a Kai que tomaran su lugar en la entrada para cuando comenzara la ceremonia.

Tal y como el día anterior, mi lugar estaba designado en las filas de la familia de Isabella. Serge me miró con preocupación, creyendo; como yo; que Alek había logrado arreglar ese detalle. Le dediqué una media sonrisa, intentando transmitirle el mismo mensaje que le hice saber la noche anterior a Alek.

Mi corazón se sintió pesado cuando el órgano comenzó a sonar, dando entrada a la fiesta nupcial.

Al estar a la mitad de los asistentes, pero al otro extremo del pasillo principal, apenas logré ver cuando Alek entró del brazo de Anya, luciendo...




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