El reto viral

—Señoras y señoritas —anunció el presentador, con la emoción de un animador de circo—, ha llegado la hora de su primer reto colectivo.

Todas las miradas se clavaron en él.

—Tendrán dos horas para crear un atuendo llamativo, divertido y digno de volverse viral en redes sociales.
—¿Dos horas? —chilló Daphne, horrorizada—. ¡Eso es inhumano!
—Es televisión —replicó el presentador, sonriendo—. Y como si no fuera suficiente presión… —se giró hacia Robert—, su modelo será nuestro codiciado señor Walker.

Robert parpadeó, incrédulo.
—¿Perdón?
—Ya lo oyó. Le toca desfilar.

Sarah, desde la tribuna de invitados, gritó con entusiasmo:
—¡Eso, mi niño! ¡Muestra esas piernas atléticas que te dio el yoga!

Robert se cubrió el rostro con una mano.

El caos organizado

Las participantes corrieron hacia las mesas de telas como si fueran zombis tras un cerebro fresco.
Vanessa agarró lentejuelas, Lola se apoderó de plumas, Daphne de terciopelo y Amelia, sin pensarlo dos veces, apareció con una pistola de silicona como si fuera su espada.

Grace, en cambio, se quedó quieta, observando. Su mente giraba a mil. Viral… divertido… sostenible.

—¿Piensas trabajar o mirar? —le espetó Robert, de pie a su lado, aún resignado a la idea de ser el maniquí humano.
—Pienso —contestó ella—. Tú solo… trata de no moverte mucho.
—Soy modelo improvisado, no estatua.
—Con esa cara podrías ser las dos cosas.

Robert la fulminó con la mirada, pero no respondió.

Los sabotajes

Mientras Grace buscaba retazos coloridos para armar un diseño reciclado en forma de chaqueta extravagante, Vanessa decidió jugar sucio. “Sin que nadie note”, cortó uno de los patrones de Grace en forma equivocada.

El problema fue que Robert se dio cuenta.
—¿Siempre dejas que te saboteen? —preguntó, sosteniendo el retazo arruinado.
Grace giró la cabeza, sorprendida.
—¿Me estás defendiendo?
—No. Estoy defendiendo la lógica. Ese corte no tiene sentido.
—Gracias por el cumplido disfrazado.

Él apretó los labios, pero alcanzó a darle un retazo nuevo.

La pasarela improvisada

Dos horas después, Robert apareció en la pasarela del set con una chaqueta reciclada que mezclaba retazos de mezclilla, bordados coloridos y parches que parecían grafitis. Amelia había pegado un parche enorme en la espalda que decía: “Reloaded”.

El público estalló en aplausos y risas. Los hashtags empezaron a fluir en las pantallas gigantes:
#WalkerReloaded #ChicoReciclado #CEOenJeans

Grace, al borde del colapso, cubría su rostro con las manos.
—No puede ser…
—Relájate —murmuró Robert, al pasar frente a ella en plena pasarela—. No está tan mal.
—¿Eso es tu forma de decir que te gusta?
—Eso es mi forma de decir que sobreviví.

Cuando terminó el reto, el presentador declaró:
—¡Y el look más viral ha sido el de Grace y Robert!

Las demás chicas fruncieron el ceño, especialmente Vanessa, que juró entre dientes que no se quedaría de brazos cruzados.

Mientras tanto, las cámaras captaban a Robert y Grace intercambiando una sonrisa leve pero auténtica.