Cámaras, torpezas y un beso

La pasarela de la verdad

El set se transformó en una pasarela iluminada con luces blancas y música vibrante. Las participantes corrían de un lado a otro, ajustando dobladillos, cosiendo botones de último minuto y rociando spray fijador como si la vida dependiera de ello.

El presentador apareció con su sonrisa de comercial de dentífrico.
—¡Bienvenidos a nuestro primer desfile oficial! Esta noche, nuestras diseñadoras deberán presentar un look que defina su estilo. El público votará en tiempo real y… —hizo una pausa dramática— la ganadora tendrá una cita exclusiva con Robert Walker.

Las chicas casi se desmayan en simultáneo.

Vanessa chilló:
—¡Esa cita es mía, por contrato con el universo!
Amelia, con toda la calma del mundo, levantó la mano.
—Perdón, pero ¿podemos negociar dos citas? Porque yo también estoy interesada.
Grace tragó saliva, sintiendo cómo las cámaras se enfocaban en ella.
—¿Qué… qué clase de premio es ese? —balbuceó.
Robert, desde la primera fila, respondió sin emoción:
—Un castigo disfrazado de premio.

Sarah, sentada al lado, lo empujó con el codo.
—¡Nada de amarguras, niño! Sonríe.

El desfile

Las concursantes fueron saliendo una a una:

  • Daphne presentó un vestido de terciopelo verde que parecía más apropiado para un funeral real que para un reality.

  • Lola apareció con plumas rojas y un peinado tan alto que casi se atoró en el arco de entrada.

  • Vanessa deslumbró con lentejuelas doradas y un escote estratégicamente peligroso.

El público aplaudía, pero nada explotaba… hasta que apareció Grace.

Su vestido estaba hecho con retazos de camisas recicladas, bordados a mano y una falda fluida que brillaba con movimiento. No era perfecto, pero tenía algo que lo hacía único: contaba una historia.

Los aplausos subieron de volumen. En la pantalla gigante, los corazones digitales del público online comenzaron a dispararse como fuegos artificiales.

Robert se inclinó hacia el jurado, sin apartar la mirada de la pasarela.
—Es… interesante.
—¿Eso es todo lo que tienes que decir? —preguntó Sarah, ofendida—. Ese vestido grita moderno.
—Grita arriesgado —corrigió él. Pero sus ojos decían otra cosa.

El resultado

Minutos después, el presentador regresó al escenario con el sobre en la mano.
—Y la ganadora de la primera pasarela es… ¡GRACE TAYLOR!

El estudio estalló en vítores. Vanessa casi se atragantó con su propio aire. Amelia empezó a saltar como si hubiera ganado ella.

Grace, en shock, solo atinó a llevarse las manos a la boca.

—Y eso significa —continuó el presentador, deleitándose con el drama— que tendrás una cita con Robert Walker.

Las cámaras giraron hacia él. Robert se enderezó en su asiento, serio, aunque el leve rubor en sus mejillas lo traicionaba.

—Perfecto —dijo en tono seco—. Agendaremos.
Sarah aplaudió como loca.
—¡Eso! ¡Así se empieza una historia de amor!

Grace pensó: O una catástrofe romántica en cadena nacional.



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En el texto hay: millonario, chica torpe, reality show

Editado: 23.10.2025

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