La cita apenas había terminado y ya era tendencia mundial. El hashtag oficial #CitaWalker fue rápidamente superado por otros menos formales: #PayasaDelPostre, #SecadoExpress y #PapasFritasConEstilo.
Los memes inundaron las redes:
Un montaje de Robert con cara seria y la leyenda: “El contrato mal redactado del que me reí una vez”.
Grace con la cara llena de crema, subtitulada: “Cuando piensas que eres protagonista de un romance y terminas en un sketch de comedia”.
Una edición con ambos, titulada: “Beauty & the Mess”.
Pero no todo eran burlas. En TikTok comenzó a circular un video recopilando las miradas cómplices entre Robert y Grace. Los comentarios eran una ola de shippeo:
—“Estos dos no saben lo que sienten, pero yo sí 😍”
—“Team Gracert (Grace + Robert) hasta la final, bebés”
—“Seamos honestos: ella le sacó una sonrisa, eso ya es un milagro”.
Mientras tanto, las demás concursantes veían los clips desde la sala común. Las caras lo decían todo:
Una, mordiéndose las uñas de rabia.
Otra, calculando cómo robar protagonismo en la próxima prueba.
Y más de una murmurando que Grace solo era “un circo andante con suerte”.
La producción estaba encantada: los números de audiencia se disparaban, y Robert —aunque intentaba mantener su compostura— no podía evitar revisar los memes desde su propio teléfono. Cuando vio el de “Beauty & the Mess”, apenas se le escapó una sonrisa torcida.
Quizá la abuela tenía razón, pensó.