Las voces de Anne Marie y Niall Horan se unen entonando our song y es de esta manera en la que el verano se despide, último día de vacaciones, último día de paz y tranquilidad. Me mantengo de piernas cruzadas en la silla desplegable con mis lentes oscuros protegiendo mis ojos.
Tarareo la canción en las partes que más me emocionan, sonriendo de vez en vez. Giro un poco mi cabeza en dirección a la cocina de la casa que se puede ver perfectamente desde mi lugar al lado de la piscina... Mamá se encuentra con el teléfono pegado a su oreja hablando rápidamente, pasos más atrás está mi padre sentado en la mesada con una gran montaña de papeles a su alrededor... Esa fue la definición de vacaciones en familia para ellos, decidieron traer su trabajo a las hermosas Bahamas, a este lugar paradisíaco y terrenal, aquí donde se supone que nuestra única preocupación es que el bronceado quedé perfecto... Pero no, allí están, invirtiendo más tiempo en los demás e ignorando mis peticiones de hacer algunas actividades en familia.
Suspiro con cierta tristeza al sentir que no soy lo suficientemente importante en sus vidas
—¡Wuh Uh!
El agua de la piscina me cae por todo el cuerpo mojandome totalmente, me levanto rápidamente mirándome y mirando en dirección a la alberca dónde el rubio de ojos verdes sale a la superficie con una gran sonrisa en su rostro mostrando ambos pulgares
—¡Fue la mejor bala de cañón que haya hecho en mi vida!—Alega, nadando hacia mí
—¡Ahg! Madura, por favor—Tomo la toalla que tenía en el espaldar de la silla para pasarla por mi cuerpo y retirar el agua que el idiota de mi mejor amigo me salpicó. Giró sobre mis pies para dirigirme a mi habitación, ya mi día perfecto se fue al caño.
—¡Ay por favor Erika!... No te molestes por una simple broma—Escucho la voz del idiota que viene detras de mi.
Camino a pasos largos para llegar rapido a mi destino y asi escaparme por unos minutos de mi pesadilla, cierro la puerta de mi habitacion y cuando estoy a punto de pasarle seguro, Aiden abre la puerta y entra como si se tratara de la alfrombra roja y el fuera el papichulo de Zyan Malik.
Pero lo cierto es, que este no es su caso.
Aiden Brook es un grano en el culo señores, cuando nacio Dios le dio un superpoder y es que tiene la facilidad para sacarme de mis casillas en un abrir y cerrar de ojos. y lo peor de todo es que lo he tenido que aguantar toda una vida, literalmente.
Sin embargo, tome la maravillosa desición *insertar sarcasmo* de traerlo conmigo para que pasaramos las vacaciones de verano juntos... Y doy por mas que hecho que si Dios no se lo lleva se lo mando.
—Fuera de mi habitación Brook—Trato de sonar lo mas calmada posible.
—¡Oh, vamos Aigner! Deja de lado tu cara de culo y disfruta de nuestro ultimo día en este paraíso...
Para no volverme vieja tan rapido, opto por ignorarlo, pero cuando volteo el muy estupido tiene los ojos como perrito regañado.
—¡No!—Levanto mi indice hacia él—No me pongas esos ojos Aiden Brook—Y dicho esto de inmediato cambia su cara a una malévola, ya conocia esa cara y sabia lo que tenia planeado con solo verme a los ojos.
Ya valiste... ¡¡¡Corre, Erika corre!!!
Y eso hice, salí de la habitacion en un abrir y cerrar de ojos sin darle tiempo a Aiden de reaccionar, pero eso no evito que escuchara sus pasos atras de mi.
Si de algo estaba orgullosa es de mantenerme en forma y eso me daba la resistencia y la velocidad suficiente para que mi amigo no me alcanzara. Baje las escaleras de dos en dos tan rapido como mis piernas lo permitían, escuchaba mi pobre corazon bombeando sangre mas rapido de lo normal y como mi consciencia me decia que corriera mas rapido.
—¡Alejate de mí satanás!—grite casi desgarrando mi garganta, escuche a Aiden reir muy de cerca y cuando intente voltear para ver donde se encontraba, mi cuerpo fue alzado por un animal que se hacia llamar mejor amigo.
—Es hora de un baño bonita—Estaba sobre su hombro, hice de todo por bajarme, lo pateé, lo golpee pero no servia, pasamos por el lugar donde se encontraban mis padres y ellos seguian en lo suyo que no se percataron de nuestra presencia.
—No,no,no, por favor no—Le suplique pero este no se inmutó.
Bueno señores, si algo he aprendido en estos 18 años que tengo es que situaciones desesperadas requieren medidas desesperadas.
—AHHHH, AIGNER—Gritó al morderle la espalda, arqueo su espalda en un intento por que lo soltara pero no, y el tampoco me soltaba a mi, asi que lo mordi mas fuerte moviendo mis mi mandibula tipo perra con rabia, y en un momento jure escucharme rugir como una.
Él luchaba por intentar soltarse del ataque de mi dientes y la adrenalina me hacia moderla mas fuerte y todo eso por una simple piscina, pero para mi defensa las piscinas y yo no nos llevamos muy bien, la razón es muy simple pero una historia muy larga.
Aiden perdió el equilibrio y para mí desgracia y la de mi maquillaje caímos en la piscina con agua (Debo admitir) tibia y refrescante, claro que eso no lo diría en voz alta. Cuando por fin mis pulmones volvieron a respirar el aire que estaba en la superficie mi rostro formo la cara de culo más digna de Erika Aigner que se me haya visto jamás. Cabreada nade hasta al borde y como foca retrasada me impulse, lo que me dejó sobre mí barriga y mis piernas de una manera sumamente ridícula, rodando como pelota logré salir pero eso no evitó las carcajadas del rubio que se mantenía en el centro de la piscina. Ignore a Aiden yendo por mi toalla para secarme y tal vez distraer mi malhumor.
Él salió de una forma asombrosamente ágil de la piscina poniéndome aún más en ridículo con mi patética salida, sus risas seguían hasta que una mueca atravesó el rostro del chico, y yo sabía bien de que era esa mueca; Dolor. Una de sus manos viajó a un punto en su espalda y la mueca volvió a aparecer, con un movimiento el rubio visualizó lo que allí había y cuando volteó para pasar las manos por su cabello frustrado pude apreciar mi obra maestra.
Editado: 04.08.2021