Sasuke se detuvo en un sector del bosque , alejándose un poco de los árboles mientras miraba el horizonte. Sabía que alguien estaba más que cerca suyo, oculto tras uno de los árboles vigilándolo. Suspiró hondo y volteó mientras decía con un frío tono de voz:
- ¿Quién eres?
Sonriendo salió de su escondite el intruso que vestía con la túnica de los Akatsuki, llevaba una máscara naranja con una sola abertura en su ojo derecho. De corto pelo negro. Tobi. Quién se reía pareciendo un niño que jugaba al escondite y acababa de ser encontrado. Sasuke frunció el ceño pero inmediatamente detectó al otro en el aire, volaba sobre una gigantesca ave blanca echa con arcilla. Era rubio, tenía atado el pelo en una cola. Llevaba la misma túnica que el otro, pero este parecía no solo ser más listo sino mucho más peligroso.
Deidara. Sonría desde lo alto con crueldad mientras le arrojaba dos aves un poco más pequeñas y cuando estuvieron lo suficientemente cerca de Sasuke exclamó
- ¡Explota!
Una fuerte explosión sacudió el sitio donde estaba Sasuke e inmediatamente se cubrió con una nube de polvo. Deidara reía como loco pero no tardó ver a Sasuke sano y salvó. Había escapado del ataque al cubrirse con una gigantesca serpiente blanca que lo envolvió, pero desapareció al cabo de unos momentos. Esto lo irritó. El Uchiha lo miraba con su Sharingan leyéndole todos sus movimientos mientras meditaba en la forma de derrotarlo, porque aquel tenía la intención de matarlo y si era de un solo golpe mejor. Frunció el ceño algo molesto ya que veía que encontrar a Naruto le llevaría más tiempo de lo que pensó. Mientras más tardase en encontrarlo más tardaría en encontrar a Itachi también y eso lo ponía de malas.
El enemigo no le daba tregua ya que lo atacaba empleando la arcilla que llevaba guardada en las bolsas de sus costados. Sus palmas tenían bocas, dientes y lenguas. Ese tipo en verdad era extraño y poderoso. Vió que volvió a crear y en ésta ocasión fueron pequeños objetos, similares a las arañas arrojandolos a él. Luego repitió la misma palabra e inmediatamente todos explotaron. No obstante Sasuke volvió a salvarse tras esquivarlos gracias a su Sharingan. Sacó su espada y arremetió contra el enmascarado que estaba cerca suyo. Vió cómo su arma lo partía en dos y sin embargo nada sucedió. El enmascarado cayó al suelo un momento para incorporarse al segundo siguiente quejándose. Ésto lo descolocó ya que lo hubo subestimado. No era el imbécil que aparentaban ser. Después de todo pertenecía a los Akatsuki, peligrosamente fuerte debía ser para que esa organización lo haya reclutado. Igual debía concentrarse en el explosivo primero. Luego se ocuparía del enmascarado.
El enfrentamiento se fue tornando más arduo y complejo a medida que se iba prolongando ya que ambos mostraban lo excelentes que eran como adversarios tanto atacando como defendiendose empleando técnicas diversas. En un momento dado el enmascarado desapareció, echo que alertó a Sasuke. Pero no pudo distraerse mucho con eso ya que el otro seguía enviándole objetos explosivos. Algunos se le acercaron demasiado pero pudo emplear la técnica de sustitución para librarse de la explosión. Al ver que en vez de ser Sasuke era un tronco quien caía quemado, Deidara susurró:
- Es habilidoso, no hay duda
En ese instante el otro aparecía del suelo gritandole al rubio felíz como un niño que cumplió con su tarea. Había colocado minas para dificultarle al ninja emo más las cosas. Aún así se las ingenió para encontrar el punto débil a esa impresionante técnica del enemigo. Las explosiones se sucedieron tanto en el aire como en el suelo. Sin embargo Sasuke consiguió emplear una de las técnicas que aprendió estando con Orochimaru para salir ileso nuevamente. Aquello enfurecía a Deidara sobremanera. Esto hizo que sus ataques fuesen siendo cada vez más poderosos y peligrosos, ocasionando mayores dificultades al ninja emo para esquivarlos y contra-atacar.
En el combate Sasuke pudo descubrir que su Chidori era la mejor arma para contrarrestar y anular los ataques de la arcilla explosiva de Deidara. Esto llevó al miembro de la organización Akatsuki a tomar una decisión suicida en su loco intento por matar al Uchiha ya que odiaba a ambos hermanos por tener una seguridad que él consideraba ofensiva. Ansiaba matarlos a ambos por tal razón no lo dudo un segundo y empleó la última arcilla que tenía junto a su chakra para volverse una bomba viviente.
Sasuke, por su parte se había quedado casi sin chakra por el arduo combate y cuando contempló la maniática preparación del último acto de su contrincante, una locura total por cierto, quiso escapar pero no pudo colocarse de pie del agotamiento. No obstante algo tenía que hacer o estaría acabado y eso era simplemente inadmisible. Tenía que escapar, debía llegar a él.
- Naruto - susurró dándose ánimo, fue cuando se le ocurrió hacer aquello. Sin pensarlo mucho invocó a una gran serpiente segundos antes de que Deidara explote. Se metió dentro de ella justo a tiempo. Instantes luego una mega explosión sucedió destruyendolo todo cinco metros a la redonda. Se formó un inmenso hongo, similar a una bomba atómica, que fue visto por varios de los que se encontraban en la zona, aunque estén lejos.
Durante varios minutos se vió la luz cegadora pero al acabar todo quedó reducido a cenizas. La serpiente apareció instantes luego y Sasuke salió de su boca. Obviamente el reptil había muerto. El ninja emo la hizo desaparecer para no dejar rastros. Estaba malherido y en extremo agotado pero tenía que llegar al pueblo más cercano y pedir un cuarto en una posada. No podía perder el conocimiento allí, a la intemperie. Fue cuando, por instinto, su ojo izquierdo se activó y desapareció en una especie de portal dimensional. En un instante estaba en el bosque y al segundo siguiente aparecía frente a la posada del pueblo más cercano. Volvió a taparse dicho ojo y tras colocarse la capa negra para cubrir sus heridas entró.