Cambiando El Destino

REENCUENTRO

¿Dónde estaba? El firmamento tenía millones de estrellas y la luna poseía un brillo violeta azulado. A su alrededor había árboles quemados. Naturaleza muerta. Sasuke siguió caminando intentando descubrir qué era ese lugar y cómo había llegado allí. No tardó en ver los cadáveres que abundaban. Por dónde sea que mirase solo veía cadáveres, algunos esqueletos y otros aún no habían entrado en descomposición. ¿Por qué estaba allí?

Muerte por doquier. La veía y respiraba. Era asfixiante aquello. Entre tantos cadáveres comenzó a buscarlo a él sin darse cuenta de ello. Caminaba sin rumbo solo buscandolo sin éxito alguno. El vacío de su pecho amenazaba con despedazar su alma misma...otra vez. Cuando la angustia lo superó cayó de rodillas al suelo mientras lanzaba un desgarrador alarido que emergió de sus mismas entrañas. Las lágrimas humedecieron su pálido rostro.

La muerte suele angustiar a quienes aún habitan este mundo solo si se desconoce su auténtica verdad. La voz de Naruto resonó en el lugar calmandolo un poco. 
- Aún puedes revertirlo todo...Sasuke. Solo serénate y mira la realidad
- ¿Dónde... estás? ¡Naruto! 
Sasuke lo vió. Se encontraba sentado sobre una montaña de cadáveres no lejos suyo. Parecía tranquilo pero el ninja emo podía ver más allá de esa apariencia. Él no estaba nada tranquilo ya que su situación empeoraba a cada segundo.  Naruto estiró su mano derecha mostrándole la palma  al tiempo que decía:
- ¿Aún lo recuerdas? Necesito ese poder para cambiar mi destino. Me ayudarás ¿Cierto?

Sasuke observó aquello en silencio, por unos instantes tuvo la mente en blanco. Era tan surrealista aquella escena, verlo sentado sobre una montaña de cadáveres extendiéndole la mano. Contrastaba con sus palabras. ¿Qué era eso? ¿Una pesadilla o...la realidad? ¿O había muerto y estaba en el infierno? Naruto apoyó su brazo derecho en su rodilla
- Sasuke, no estás muerto. Aquí el único que murió fui yo. Por eso necesito regresar y cambiar...
- Tu destino...lo sé - lo interrumpió el ninja emo. - Y yo te ayudaré. Confía en mí...Naruto
- En ese caso despierta - dijo el ninja rubio - Despierta Sasuke.¡Despierta!

En ese instante Sasuke despertó sudando, estaba en la habitación de la posada. Afuera era de día. ¿Cuánto tiempo pasó dormido? No lo sabia. Sus heridas habían cicatrizado en su mayoría. Tras darse un baño, se alistó y abandonó la posada. Supo que había dormido dos días seguidos. Bastante. Afuera el día estaba gris y húmedo. Olía a tierra mojada. Colocándose la capa negra se alejó del pueblo adentrándose otra vez en el bosque. Tenía que dar con él, no podía seguir así.

Cuando estuvo lo suficientemente lejos del pueblo se detuvo para rastrear su chakra. Aquello se estaba volviendo exasperante en verdad. Despertar con nuevos poderes que no sabía cómo los obtuvo, ver a Naruto muerto y sentir ese desesperante vacío en su pecho que no lo dejaba respirar al punto de poner a su objetivo principal como algo meramente secundario y sin importancia..y ahora soñar con él sentado en una montaña de esqueletos humanos. Tenía que acabar aquello o en serio enloquecería. El destino. Cambiarlo parecía ser el centro de todo. 
- Basta - susurró el ninja emo - Concéntrate y encuéntralo - se dijo a sí mismo. No tardó en detectar su chakra pero no estaba solo, como era de esperarse ya que era el objetivo principal de Akatsuki.

Pero los demás solo serían un estorbo, necesitaba aislarlo. No andaba muy lejos. Decidido se dirigió a su encuentro saltando de rama en rama. Respiró profundo. Debía estar loco para hacer lo que estaba haciendo. En verdad estaba loco. No tardó en acercarse. Desde una prudente distancia lo vió. Ahí estaba con una capa blanca y su rubia cabellera más la banda que lo identificaba con un ninja de Konoha. Su mirada mostraba desesperación. Sasuke sonrió al ver que seguía siendo tan sincero como siempre. Pero un perro gigante lo acompañaba y no era el único. También estaban Hinata y un ninja que parecía pertenecer a un rango superior. En verdad estaba protegido.

Repentinamente la actitud del grupo entero cambió y por sus ademanes, aunque no pueda oírlos desde donde se encontraba, era evidente que habían detectado su presencia. Mejor ya que le facilitaría la tarea. Se tocó su ojo izquierdo y pensó en ese enigmático poder. Le resultaría muy útil en estos momentos. El grupo empezó a moverse hacía donde él se encontraba. Volvió a mirarse la palma derecha recordando el reciente sueño.

"Necesito ese poder para cambiar mi destino. Me ayudarás ¿Cierto?"

Suspiró nuevamente. No tenía muchas opciones. Sasuke se ocultó tras un árbol, ahí estaban. Habían llegado y obviamente el primero en hablar o más bien en  gritar fue él. Tan predecible que hasta daba risa.
- ¡Sal de una vez! ¡Sasuke!
Vaya, era él. Sonaba entre angustiado y enojado. Esto no sería nada fácil con el temperamento de él. Pero ya estaban ahí y debía cumplir con su palabra. Solo esperaba que su ojo izquierdo no le falle. Sonrió con cierta ironía y salió se su escondite para encararlos a todos. 
- ¡Sasuke! - gritó nuevamente Naruto frunciendo el ceño

En verdad estaba desesperado, se le notaba a leguas. Vaya. Pensar que en su anterior encuentro lo que menos hizo fue fijarse en eso. Más bien ni siquiera se molestó en hacerlo de tan ciego que estaba. Luego regresó a su mente la maldita imagen de él muerto en sus brazos. Esto hizo que al verlo allí de pie y con tanta vitalidad lo colme de felicidad. Por suerte era experto en ocultar sus sentimientos. No obstante su sonrisa fue sincera

- Naruto, al fin te encuentro. - Aquello desconcertó no solo a Naruto sino a los demás ya que todos fueron llegando. kiba, Shino, Sakura, Sai, Kakashi y sus perros ninjas. De repente se vió rodeado. Pero tenía que lograr escapar con él de ellos. Fue más veloz que el rayo y en un segundo estuvo detrás de él para sujetarlo con sus brazos mientras empleaba el poder de su ojo violeta y abría un portal dimensional mientras le susurraba al oído - Tu vienes conmigo...Naruto




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