EN LA TIERRA DE LOS SAPOS
Habían transcurrido varios días en los cuales los entrenamientos tanto de Naruto como de Sasuke fueron progresando más de lo que sus maestros creyeron y supusieron. En verdad ambos eran ninjas que estaban a otro nivel. El anciano sapo creía fervientemente que Naruto era el chico de la profesía, aquel que sería el salvador del mundo.
Itachi, a su vez, estaba convencido que su hermano poseía el poder de cambiar el destino de quién sea siempre y cuando uniese fuerzas con Naruto. Solo así surgiría en ambos un inmenso poder que los volveria shinobis indestructibles.
Uno era el salvador del mundo y el otro el creador de nuevos destinos. Uno deseoso de ser Hokage de Konoha y el otro anhelando ser su brazo derecho. Una pareja sin igual nunca antes vista en ninguna aldea ninja. Era lógico que quisieran separarlos, capturarlos e incluso matarlos antes de que llevasen a cabo sus sueños desarrollando así todo su poder.
Sasuke comenzaba a comprender cómo funcionaba el poder del Rennigan junto al de su tatuaje. El entrechocar de ambas fuerzas, la de Sasuke y la de Itachi, hacía temblar el lugar donde estaban. Ambos hermanos estaban al extremo agotados pero seguían con el entrenamiento ya que había ciertos detalles que Itachi tenía que enseñar a su hermano menor.
Naruto, por su lado, había dominado el Modo Ermitaño al completo y ahora el anciano sapo le hubo dado el primer libro que Jiraya publicó. Se titulaba "Historias de un ninja valiente".
Había llegado el momento de que lo lea y así comprenda el verdadero legado que su gran maestro le hubo dejado. Aquella historia narraba de forma magistral las grandes hazañas de un ninja invensible cuyos principios lo empujaban a seguir avanzando sin detenerse ni rendirse. Protegería a todos sus amigos y familiares, a todos los aldeanos del lugar donde le tocó vivir sin importarle quien fuese su enemigo ni cuán poderoso sea.
No existían imposibles para él.
Naruto leía aquella historia sin poder evitar llorar ya que era como si su gran maestro estuviese hablándole y encomendandole la tarea de proteger el futuro de todos. Aquello le daba más fuerza y convicción para seguir adelante sin detenerse ni rendirse.
KONOHA
Aquella tarde cuatro ninjas estaban reunidos fuera de los límites de la aldea, habían acabado de realizar sus labores diarias y ahora tenían que proseguir a elaborar los respectivos informes para posteriormente enviárselos a la Quinta.
Pero Pain apareció en ese preciso instante apuñalando a uno de los ninjas por sorpresa. Los otros tres quedaron asorados ante esto ya que había sucedido demasiado rápido. La larga túnica negra con las nubes rojas les indicaron que era de Akatsuki el recién llegado pero no pudieron hacer nada, ya que en menos de un minuto acabaron muertos.
Inmediatamente aparecieron cinco más con las mismas túnicas y de rojos cabellos. Junto a ellos aparecía una mujer de cabellos azules. Konan, la manipuladora de los papeles.
Uno de los Pain arrojó a una muchacha de rojos cabellos que atravesó la barrera de protección de Konoha e ingresó a la aldea. Una vez dentro empleó la técnica de invocación para hacerlos aparecer al resto de los Pain más a Konan dentro. De esta manera confundían al enemigo con respecto al número. Cada quien tenía su función. Segundos luego se dispersaron para llevarlas a cabo.
Uno de los Pain se arrancó parte del brazo derecho, apuntó al cielo y del interior del mismo salieron cuatro misiles que se dirigieron a diversos edificios. Momentos después cuatro explosiones se sucedieron y sacudieron la aldea al completo. Fuego y destrucción reinaron por doquier. El ataque había dado inicio.
Los aldeanos que estaban cerca de esos lugares gritaron y empezaron a correr asustados y angustiados. La mujer de rojos cabellos volvió a usar la técnica de invocación pero en ésta ocasión aparecieron dos cienpiés de seis metros de altura, un perro de tres cabezas de cinco metros de altura y un rinoceronte del mismo tamaño. La desvastacion había dado inicio. Explosiones y edificios destruidos comenzaban a sucederse con demasiada frecuencia. Heridos y muertos se iban sumando y aumentando.
En una calle sobre varios escombros uno de los Pain, un hombre de largos cabellos rojos sujetaba de la cabeza a un ninja que había sido inmovilizado mientras le preguntaba:
- ¿Dónde está Naruto Uzumaki?
- ¡Vete al infierno! - fue la respuesta del ninja.
Inmediatamente Pain le extrajo el alma dejando un cuerpo sin vida allí tendido en la calle. Luego siguió caminando en busca del Kyuubi.