VICTORIA

Itachi atrapó a uno de los enemigos en su Genjutsu más potente logrando matarlo fácilmente. Kakashi se enfrentó a otro mientras que los dos restantes fueron más precavidos con esos rivales tan peculiares.

Naruto y Sasuke combinaron fuerza y poder para atacar a quien tanto odio destilaba hacia ellos por el solo hecho de venir de otra época. Éste era un poderoso rival que no solo les hacía frente a ambos sino que les llevaba ventaja ya que estaba a otro nivel. No obstante no se dejarían vencer ninguno de los dos.

En la oscuridad de la noche la luz de la luna reflejaba aquellas figuras con sus rayos de plata que danzaban en alocadas y frenéticas melodías representando la continua batalla entre el bien y el mal donde la balanza estaba demasiado equilibrada para ambos bandos.

Naruto tras iluminarse con el destello dorado y combinar ese poder con el del Modo Ermitaño empezaba a inclinar la balanza a su favor. Repentinamente cada ataque del enemigo era despedazado por éste.

Sasuke  activó su Sharingan más poderoso logrando así debilitar al enemigo mientras contra-atacaba sin piedad bajo la luna plateada. Las llamas negras destruyeron parte del poder de ataque de este enemigo pero aún así seguía siendo en exceso poderoso. Los tres se elevaron al cielo envueltos en una batalla donde cada quien usaba sus poderes de la manera más perfecta posible. Flashes de luces se veían en el oscuro firmamento donde Naruto y Sasuke se unieron formando un excelente equipo dándole batalla a quien se negaba a revelar de dónde venía y por qué en concreto odiaba a Sasuke y a Naruto. Solo destilaba crueldad y poder haciendo que todo a su alrededor sea destruido y desintegrado.

El dorado de Naruto resplandecía cada vez con mayor intensidad bajo esa luna plateada combinándose perfectamente con el violeta de Sasuke pareciendo con cada ataque que devoraban un poco más al rojo destelló del enemigo. No obstante las fuerzas tanto físicas como mentales de ambos ninjas de Konoha iban mermando debido al desgaste mental y emocional de Naruto al ser controlado luego liberado para finalmente controlar a Kurama y su poder. Todo eso lo dejó exausto aunque él le reste importancia, lo cierto era que en la batalla aunque lentamente éste hecho iba notándose.

Por su lado, Sasuke sentía que el haber caído en la trampa del enemigo, por más que así lo haya planeado, había acabado con gran parte de su energía. Por tal razón ambos debían apurarse y acabar con esa pelea lo más rápido posible.

A eso se debió la decisión de apurar las cosas combinando sus habilidades, sus poderes y sus ataques en uno solo pero inigualable que fue haciendo retroceder al enemigo cada vez más. Con el correr del tiempo este rival fue perdiendo fuerzas, energías y estabilidad debido a la destructiva combinación de quienes controlaban el destino viniendo de otra época.

Aquello en verdad no estaba bien, no se veía nada bien para él ya que sabía que había sido sentenciado a muerte por haberse atrevido a desafiar a quienes controlaban el destino a su antojo. Pero resulta que no cedería hasta el final. No le importaba qué tipo de poder tengan, jamás aceptaría que Sasuke sea feliz ya que provenía de esa familia maldita que eran los Uchiha.

Asesinos sin piedad, él acabaría con ese sujeto aunque más no sea. Además no toleraba saber que había tenido éxito en viajar al pasado empleando aquella técnica tan peligrosa que a excepción de él, nadie más lo  tuvo. Si para poder llegar a esa época él mismo tuvo que pasar por tanto ¿Cómo era posible que Sasuke haya venido tan fácilmente? ¡Y haya traído consigo a Naruto! ¡Inaudito! Sin embargo la balanza se inclinaba cada vez más a favor de esas alimanias monstruosas.

Más allá supo que los cuatro ninjas aliados suyos habían caído bajo el poder del otro Uchiha y de Kakashi. Maldita sea. ¿De qué sirvió tanta preparación? De nada. En verdad se confió en tener a Naruto bajo su control.

Moriría ya que sus oponentes eran en verdad superiores a él. Extrañamente lograban fortalecerse en las adversidades.
- El poder de cambiar el destino en combinación con el poder de cambiar el corazón de las personas...vaya combinación.... - susurró al recibir el golpe mortal que a los pocos segundos lo derribó.

Tras caer en el suelo envuelto en su propia sangre antes de que su corazón dejará de latir lo pudo comprender. Su error fue enfrentarlos como enemigo, debió aliarse a ellos y tratarlos como amigos. Habría triunfado. Pero ya era tarde. Cuando ambos se le acercaron sonrió. Veía a Naruto brillar con luz propia y por unos instantes vió el futuro de ese chico.
- Procura que él nazca...te ayudará en lo que más necesites...Naruto...

Su corazón se paró y fue cuando murió dejando al ninja dorado confundido por esas misteriosas palabras. Además nunca supo quién era realmente aquel poderoso enemigo ni por qué odiaba tanto a Sasuke. Su chakra se agotó y el resplandor dorado desapareció. Kurama cayó dormido para recuperarse.

Aquellas palabras del enemigo dejaron asombrados a ambos pero no había razón para darle vueltas a ello. Estaban tan exaustos que necesitaban descansar y no pensar mucho menos analizar mensajes enigmaticos. Kakashi sujetó a Naruto mientras que Itachi se ocupó de su hermano Sasuke.

Tenían que regrese a la aldea. Todo había acabado al fin. Deslizándose entre las ramas de los árboles fueron acercándose a Konoha mientras el sol  nacía. Para cuando llegaron era ya de día. Allí los aldeanos se tranquilizaron al verlos llegar y en especial a ver a Naruto que volvia con ellos. Regresaba el héroe y era un buen motivo para festejar. Ambos llevaron a los chicos junto a Sakura para que los curase y puedan descansar. Se lo tenían merecido.

Cuando Naruto llegó al fin a casa se desvaneció al relajarse. Ahora podría estar en paz sabiendo que nadie corría peligro. Antes de que su conciencia quedase en blanco pensó en Sasuke y murmuró:
- Lo siento...Sasuke...