Cambio de Destino

CAPÍTULO 2

“No esperes a que las condiciones sean perfectas para empezar,
el principio hace las condiciones perfectas.”

-Alan Cohen

 

» Señorita, Beckham:

Un gusto saludarla, quiero informarle que usted ha sido la mejor de los que hemos entrevistado en un tiempo y me alegra comunicarle que ha quedado con el puesto. Mis felicitaciones. Pero, ¿cree que pueda venir a la empresa mañana? El Señor Ramos tiene algunos asuntos pendientes que hablar con usted.

Cualquier cosa comuníquese conmigo, por favor.
Que pase una linda tarde.

Dubbé Cortés «

Mis manos tiemblan al mis ojos leer ese e-mail, e inevitablemente mis labios forman una gran sonrisa.

Lo he logrado. — No puede ser cierto. Lo he logrado, después de todo. Después de tantos años deseando tener un trabajo decente y formalizado. Después de tantos días sin dormir y matándome consiguiendo dinero para sacar a mi familia adelante. Si bien es cierto que no lo necesitaba, gracias a los jugosos cheques que papá mandaba, pero no sentía que fuera correcto utilizarlos, sentía como si ese dinero estuviera sucio y contaminado. Por lo que a menos que se tratara de una emergencia, de una de verdad, hacía uso de ello. Como, por ejemplo; sacarlos del país, comprar un departamento, comprar un auto y pagar las mensualidades de la escuela de Jordan y mía. Pero mientras las cosas continuaran bien, ese dinero era como si no existiera. Así que, no puedo evitar el emocionarme por haber logrado obtener un grandioso trabajo.

Lo has hecho, Allison. Ahora puedes decirles adiós a las preocupaciones monetarias. Ya no dependeremos más del dinero de papá, puede quedarse donde siempre ha estado... en el banco. Ahora seré capaz de sostener a mi familia por mis propios medios, haciendo algo que amo.

—¿Por qué estás sonriendo? —Estaba tan desconcentrada que no me he dado cuenta que Dan ha entrado a mi pequeño espacio al cual me gusta llamar "oficina", aunque no parezca una realmente.

—Nada, solo checo mis correos. —Aprovechando que Dan se entretiene tratando de poner un banco en la pared para alcanzar la ventana y ver el exterior, siendo más exacta, queriendo ver la playa. Respondo el e-mail a la secretaria del señor Ramos, que ahora sé, se llama Dubbé.

El ver la playa es algo que siempre le ha gustado a Dan hacer y que nunca se prohíbe, sino que, al contrario, siempre encuentra un tiempo para perder su vista en el mar. Y debo admitir, que algunas veces lo acompaño, pero siendo un poco más atrevida, algunas veces le robo su pasatiempo y yo sola me pongo a observar la interminable cantidad de agua, que ha sido creada por el mismo Dios. Es por eso que, al haber encontrado un poco de tranquilidad en ese hecho, doy gracias por haber encontrado un departamento que tiene vista directa hacía la inmensidad de este.

—Pero estás... sonriendo. —Una vez logra acomodar el banco en un buen lugar y está acomodado sobre él, con sus pequeños brazos cruzados en la ventana, voltea hacía mi para corroborar sus palabras.

—Sí, lo hago. —Terminando de redactar el correo, se lo reenvío a la señorita Cortés, haciéndole saber que mañana sin falta me presentaré en la empresa.

Cuando termino cierro mi computadora portátil y miro a mi hermanito en la ventana.

—Pero tu... nunca sonríes. —En ese mismo instante mi corazón deja de latir. ¿Qué? Jordán tan solo tiene siete años de edad, ¿cómo puede él hacer ese tipo de observaciones? —Crees que no me doy cuenta porque soy muy pequeñito, pero... —se encoge de hombros—, no sonríes muy a menudo, y cuando lo haces, lo haces muy feo.

Me doy una palmada mental. Siempre he trabajado en no subestimar a Dan en ningún ámbito, porque siempre ha resultado ser más inteligente de lo que en realidad parece. Por lo que siempre que se trata de él, mis emociones son ocultas y barnizadas, pero al parecer, algo que siempre he cuidado, ha terminado por ser descubierto por un niño.

Bravo, Allison, ahora sí te has ganado el Grammy del año por ser la mejor actriz de la historia.

—Cariño, no. Estás confundido. —¿Cómo rayos le digo a mi hermanito que su hermana mayor y su madre han trabajado incansablemente por dejar el pasado atrás, pero que una sigue aferrándose a él con uñas y dientes, y que la otra por más que trata de dejarlo y olvidarlo, termina siendo el pasado quien se aferra a ella?

—No, Li. No lo estoy, pero... —tal parece que termina cansándose de mantener su mirada en el mar, porque dirige su pequeño cuerpecito abajo, apoyándose del borde de la ventana para no caerse. Lo ayudara, pero su comentario sí que me ha dejado out—. me alegra saber que ahora sí estás sonriendo muuuy bonito. Te ves muy guapa así, hermanita. Yo que tú, sonriera así todos los días.




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