Samuel: Victoria- susurré. Ella me miró sorprendida.
Victoria: ¿en serio?- asentí.
Ángela: podemos empezar ya mismo…- dijo mirando a Victoria.
Victoria: claro que sí… ¿qué tengo que hacer?
Ángela: ven conmigo- se alejó casi corriendo y Victoria fue detrás de ella.
Una hora después Ángela regresó, esperaba que Victoria regresará con ella pero no estaba.
Ángela: estamos preparando a Nicolás para la cirugía… en unos minutos entrará a quirófano, él está estable.
Samuel: ¿Y Victoria?- pregunté preocupado.
Ángela: ella está recuperándose, tuvo una debilidad después de la extracción.
Samuel: ¿Ella está bien?
Ángela: si… sólo necesita descansar, la estamos observando tranquilo- sonrió- en unas horas regresaré para informarles sobre Nicolás.
Sara: gracias doctora.
Ángela: no es nada- se alejó pero yo corrí hacia ella antes de que desaparezca por el pasillo.
Samuel: Ángela…- ella se giró- ¿Puedo verla?- me miró confundida- a Victoria… ¿Puedo verla?
Llegué a una habitación blanca y un poco oscura, me acerqué en silencio hasta que la divisé en una camilla al fondo de la habitación.
Ella estaba recostada ahí con los ojos cerrados.
Me pare frente a ella y abrió los ojos, al verme sonrió pero su sonrisa se desvaneció segundos antes.
Samuel: ¿Cómo te sientes?
Victoria: bien… algo mareada
Samuel: Victoria yo… quiero agradecerte por lo que hiciste por Nico.
Victoria: no tienes que hacerlo… lo haría mil veces.
Samuel: gracias- sonreí al igual que ella- yo… llamaré a Sara - caminé hacia la salida.
Victoria: Samuel…- se incorporó con dificultad- yo de verdad lo siento… tú y yo…
Samuel: no lo digas… estoy tratando de fingir que no me duele… trato de enfocarme en mi bebé para no quebrarme en el pasillo… hasta ahora creo que lo he llevado bien así que no me digas nada… por favor- susurré- te amo Victoria, y estoy tratando de pelear con eso… tu dedícate a ser feliz con quien sea que quieras… eso hará que valga la pena.
Salí de habitación lo más rápido que pude, llegué a la sala de espera y me senté junto a Daniel y Mauricio, Sara nos vio y se levantó para dirigirse a la habitación donde esta Victoria.
Mauricio: ¿Estás bien?
Negué y suspiré profundo.
Samuel: estoy a punto de colapsar… es demasiado por un día
Daniel: debes descansar… - negué lentamente.
Samuel: yo sólo necesito café… y a ella- cubrí mi rostro con mis manos.
Daniel sólo me abrazó.
Unas horas después vi salir a Victoria apoyada en Sara, Ángela caminó hasta ellas y después las acompañó a donde nos encontrábamos nosotros que nos levantamos cuando la vimos acercarse.
Ángela: la operación fue un éxito, tuvimos que recurrir a la unidad de sangre que donaron pero todo salió bien… Nico ya se está recuperando, en unos días estará como nuevo.
Samuel: ¿Podemos verlo?
Ángela: claro, una enfermera volverá por ustedes.
Sara: gracias…
Ángela: hasta luego - se alejó sonriendo.
Pasamos a ver a Nico uno a uno él se recuperaba cada vez más, esa noche la pasé junto a mi bebé mientras Victoria y Daniel se quedaron en la sala de espera.
Al día siguiente Sara y Daniel llegaron muy temprano y para mi sorpresa Mauricio también estaba ahí y después de que pasaran a ver a Nicolás fuimos a almorzar a la cafetería del hospital.
Daniel: bueno yo tengo que ir a la empresa…
Samuel: está bien amigo, gracias…
Sara: tú también deberías irte Samuel - miró a Victoria- ambos deben descansar, no han dormido en varios días…
Samuel: no, antes quiero ver a Nico…
Sara: créeme que la cara que veo ahora no es la que a Nico le gustaría ver.
Mauricio: Sara tiene razón… ustedes deben dormir un poco, yo puedo quedarme.
Sara me miraba insistentemente, no me quedó más que aceptar.
Samuel: está bien… pero cualquier cosa me llaman… lo que sea.
Sara y Mauricio asintieron.
Daniel: bueno pues vamos, nuestra casa está más cerca… pueden descansar ahí.
Samuel: yo tengo mi auto, te veré allá.
Daniel: muy bien… ¿Victoria vas con él?
Ella me miró triste y cuando nuestras miradas cruzaron ella me evadió y miró a Daniel.
Victoria: prefiero ir contigo… por favor- dijo amablemente.
Daniel: está bien… - habló extrañado- entonces te vemos allá Samuel.
Nos despedimos de Sara y Mauricio y me dirigí a mi auto mientras ella se alejaba junto a Daniel.
Dormí aproximadamente dos horas pronto anochecería de nuevo, me levanté y tomé una larga y relajante ducha, después de todo lo necesitaba bastante.
Me vestí con algo que Daniel me había prestado.
Caminé hasta la sala hasta que escuché una voz bastante familiar, me quedé detrás de la puerta del salón escuchando.
###: ¡Ya hice lo que querías déjame en paz!... Él está enfermo, yo quiero estar con ese bebé… mi hijo está muerto porque tú lo mataste… no, lo hagas por favor…- suspiró- me alejaré de él, pero su hijo está en la guardería… está bien pero por favor no les hagas nada… prometiste que no lo harías si me alejaba.
Alguien se acercaba, me alejé de la puerta y me dirigí a la cocina, preparé un poco de café. El aroma de la cocina cambió de repente, reconocería ese perfume en cualquier lugar.